Abr 07_08 Cuando verdaderamente se ama al ser querido, no se toma como sacrificio, es donación.

Rosario Vespertino

 

Temas:

  • Mis pequeños, la crítica destroza vuestro corazón y al de vuestros hermanos.
  • Seréis juzgados también del mal que vuestros hermanos provoquen si vosotros disteis ése mal ejemplo y ellos lo aprendieron de vosotros.
  • Cuando se os ha pedido que seáis verdaderos hijos Míos, esto os debe provocar una lucha tremenda en uno mismo, una lucha interior.
  • Os he pedido que aumentéis vuestro tiempo de oración, que mejoréis en vuestra vida de penitencia y ayuno.
  • Vosotros os donasteis a Mí, cuando teníais el libre albedrío, Yo Me donaré a vosotros cuando estáis en vuestro Hogar de regreso, en el Reino de los Cielos.
 

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Mis pequeños, la crítica destroza vuestro corazón y al de vuestros hermanos.
Hijitos Míos, debéis buscar la Caridad en vuestra vida, en vuestros actos, en vuestras palabras y en vuestros pensamientos.

Mis pequeños, Mi Hijo os enseñó cómo debe ser vuestra vida aquí en la Tierra. Vivir en Caridad, es vivir entendiendo al hermano, es vivir ayudándolo a crecer, es vivir Conmigo en él, verMe a Mí en cada uno de vuestros hermanos.

Mis pequeños, os he dicho que sois muy dados a la crítica, a señalar a vuestros hermanos cuando vosotros mismos no podéis lanzar la primera piedra. Es algo con lo que debéis luchar continuamente, Mis pequeños, la crítica destroza vuestro corazón y al de vuestros hermanos. No podéis ser dignos hijos Míos, si realmente estáis atacando a vuestros hermanos en peligro. Sí, ciertamente los estáis poniendo en peligro de rechazo de vuestros demás hermanos.

El hombre no tiende a edificar, sino a destrozar, estáis en el mundo y el príncipe de éste mundo os lleva a eso. Desgraciadamente el hombre se deja llevar más por lo malo, hace más caso a lo malo y no busca tanto lo bueno, que es a donde Yo os quiero llevar. Aún a pesar de que buscáis el bienestar de vuestro cuerpo, no buscáis el bienestar de vuestra alma. Debiera ser primero el buscar el bienestar de vuestra alma, porque de ahí se van a derivar todas vuestras acciones. Si vosotros actuáis en el bien, es porque tenéis el bien en vuestro interior, es así como vais percibiendo la vida interior que tienen vuestros hermanos, según su actuar, debéis dar buen ejemplo, debéis regresar bien por mal.

Sabéis y se os ha dicho, que si vais a seguir la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, seguramente tendréis ataques. Sí, siempre tendréis ataques del enemigo, porque él no quiere que vosotros sembréis cosas buenas, éste es su reino, él ha sembrado maldad en la gran mayoría de los corazones. Vosotros tenéis que luchar contra eso, por eso vuestra obligación es, primeramente, limpiar vuestro interior, hacerlo crecer, purificarlo, edificarlo, alimentarlo correctamente para que vaya adquiriendo una fuerza poderosa y esa fuerza poderosa, solamente os la puedo dar Yo, vuestro Dios. Al momento que contáis con ésa Fuerza poderosa, que es la fuerza Divina, ya satanás no podrá venceros, los ataques seguirán, pero vosotros vais a poder vencerlo fácilmente, porque ya viviréis en Gracia, buscaréis solamente el crecimiento espiritual, no os detendréis en la tentación. Al principio, cuando estáis creciendo, en la tentación os detenéis y os recreáis y es ahí en donde os vais causando el mal interior, pero cuando estáis ya en el camino de la Gracia, ciertamente tendréis los ataques satánicos, pero ya no harán mella en vuestro corazón, porque ya estáis buscando algo más sublime, ya no estaréis buscando los placeres de la carne, ya no estaréis buscando lo material que os ofrece satanás, si os vais con él. Cuando aprendéis a buscar las riquezas sublimes del Cielo, ya no os detenéis, sabéis que eso es secundario, sabéis que eso os va a detener el alcanzar los tesoros infinitos que Yo os regalo.

Aprended pues, a tomarMe de la Mano, a crecer, porque Yo os voy a llevar por esos caminos que aún no conocéis, caminos bellos y santos a donde tienen que ir todas las almas, pero que no todas se dejan tomar de la mano, ni se dejan guiar por estor tan entretenidos en las cosas del mundo. Debéis luchar fuertemente contra el mundo y que seáis ejemplo ante vuestros hermanos de que sí se puede vencer al mundo, porque estáis Conmigo, con vuestro Dios.

Enseñadles, pues, que aún a pesar de que en algún tiempo hayáis estado caídos u os hayáis entretenido con el mundo, pudisteis darle la espalda y ahora escogisteis Mis Caminos. Sed ejemplo, Mis pequeños, para que vosotros arrastréis almas hacia su salvación.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Seréis juzgados también del mal que vuestros hermanos provoquen si vosotros disteis ése mal ejemplo y ellos lo aprendieron de vosotros.
Hijitos Míos, satanás es muy sutil para sus seducciones. Nunca os va a atacar de frente, asustándoos como muchos creéis, él siempre tocará vuestras debilidades, os conoce perfectamente, no conoce vuestro interior, como os he dicho, pero sabe cómo reaccionáis y conoce vuestras debilidades, ya sean de carácter, de lujos, de amoríos, de tantas cosas en las que el hombre puede fallar. Todos son aquellos defectos, que en lugar de luchar contra ellos, muchas veces los estáis avivando.

Mis pequeños, luchar contra un defecto cuesta mucho y a veces duele mucho pero, hacen tanto daño ésos defectos. Hacéis daño a vuestros padres, a vuestros hermanos, a vuestros hijos, a vuestros esposos, a los vecinos. Tantos y tantos de vuestros hermanos que pueden ser afectados por vuestros defectos y esto os lo digo también por aquellos que son guías de pueblos, directores de empresas, aquellos que tienen gente bajo ellos. Vuestros defectos personales, si no los sabéis dominar, pueden causar mucho daño. Os he dicho que para todos aquellos que tengan algún mando, deben pedir la ayuda del Espíritu Santo, Él Vive en vuestro interior, Él os conoce y Él es el encargado de guiaros, de guiaros por caminos de Bien.

Si vosotros no lucháis contra vuestros defectos, causáis muchos problemas con aquella gente que se relaciona con vosotros. No lleváis la Paz que Yo he pedido que llevéis a vuestros hermanos, no lleváis conocimiento santo, porque no estáis dando primeramente el ejemplo, no podéis enseñar una cosa si realmente no la estáis viviendo. Cuando vosotros vivís en el error, esos es lo que estáis dando a vuestros hermanos y lo peor de todo, es que si enseñáis ése error y empiezan a practicarlo vuestros hermanos, ya sean empleados, hijos, parientes, si ellos, por vuestros errores, después de haberlos tomado como propios, los están secundando, vosotros mismos también seréis juzgados por ello. La maldad que ellos provoquen, en parte será la vuestra, porque no disteis virtud, no disteis ejemplo santo, destruisteis almas, en vez de hacerlas crecer.

Esto ya os lo había dicho cuando hablaba de la educación, que es muy importante que vosotros eduquéis correctamente a los vuestros, pero siempre con el ejemplo, siempre con la virtud, siempre con el amor, si os estáis apartando de ello, Mis pequeños, vais por caminos errados. Os vuelvo a repetir, seréis juzgados por también del mal que vuestros hermanos provoquen si vosotros disteis ése mal ejemplo y ellos lo aprendieron de vosotros. Por eso es necesario que viváis muy pendientes y siempre guiados por la Luz del Espíritu Santo, por las cosas que digáis o del cómo obréis. El ser ejemplo debe dejar cosas buenas a vuestros hermanos, nunca causar escándalo, nunca dejar una mala impresión, porque sois Mis hijos, sois hijos de todo un Dios, sois hijos del Rey y vosotros tenéis un compromiso muy grande con ello. Si Yo os he dado ésa dignidad, respetadla, Mis pequeños, respetad vuestra posición y dad un buen ejemplo a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando se os ha pedido que seáis verdaderos hijos Míos, esto os debe provocar una lucha tremenda en uno mismo, una lucha interior.
Hijitos Míos, cuando se os ha pedido que seáis verdaderos hijos Míos, esto os debe provocar una lucha tremenda en uno mismo, una lucha interior, porque entra la autodefensa y la duda, principalmente, porque al estar Conmigo, os deberéis negar a vosotros mismos y esto es, negar todo aquello que os está separando de las Virtudes y de Mi Amor. Ciertamente es una lucha interior, en la cual os estaréis preguntando que si realmente estaréis recibiendo un llamado Mío o son invenciones de vuestra mente. Tened en cuenta, Mis pequeños, antes que nada, que Yo Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios y vuestro Creador. El padre y la madre en un hogar, siempre están velando por el bienestar de los hijos, los están llevando a lo mejor que ellos pueden dar. El sacrificio de los padres, a veces, llega a actos heroicos, en donde ellos mismos dejan alimentos, placeres, gustos, por darle a los hijos lo que ellos necesiten o tan solo para producirles nada más un gusto, aun a pesar de que, quizá, la misma economía esté mal en el hogar.

Los padres, los buenos padres, van madurando a lo largo de la vida, si en un principio el joven está buscando los bienes del mundo, placeres, riquezas, que se le alabe en el físico, que se le alabe en lo intelectual, cuando se va creciendo y sobre todo, cuando llegan a casarse, es cuando realmente empieza la vida de donación. No quiero hablar tanto del sacrificio, pero cuando verdaderamente se ama al ser querido, no se toma como sacrificio, es donación, Mis pequeños, es amor, amor puro, amor salido de lo profundo del corazón hacia el hijo, porque se le ama, porque se le quiere dar lo mejor, porque uno ya ha vivido, ha sufrido y le quiere ahorrar camino de sufrimiento al hijo y ahí es donde viene el sacrificio, pero dado por amor.

Cuando llegáis a ésa madurez espiritual, es cuando realmente habéis crecido ya en la virtud y es cuando estáis preparándoos realmente para entrar al Reino de los Cielos. Vuestra vida es ese cambio, el cambio que tenéis de la soberbia de la juventud, el sentiros autosuficientes, que hasta llegáis a separaros de Mí, porque no creéis necesitar de Mí, según vosotros. Os sentís fuertes, os sentís que podéis lograr todo, con vuestras capacidades y vuestras fuerzas, la economía, cuando vais menguando de esa fuerza, de esa soberbia que teníais, es cuando vais entrando en razón, es cuando os vais acercando a Mí y es cuando vais viendo la Verdad de Mi Fuerza, Fuerza Poderosa, pero Fuerza de Amor, Mis pequeños.

Mi Fuerza, no es de soberbia, no es para haceros a vosotros pequeños y Yo burlarMe de vosotros; en Mí, todo es Amor, en Mí todo es ayuda para vuestro crecimiento espiritual, para que podáis tener vida, la vida que Yo os entregué desde el Principio del Tiempo, pero que el Pecado Original afectó. Vosotros habéis sido llamados para cosas grandes, porque cuando fuisteis creados en la presencia de vuestros Padres, Adán y Eva, os di inmensidad de regalos. A eso estáis llamados, Mis pequeños, a ser consentidos por Mi Amor. 

Así pues, cuando os pido que Me sigáis y cuando os pido que os venzáis a vosotros mismos , que os neguéis, es precisamente para que maduréis más rápido, porque al madurar más rápido, empezaréis a gozar de Mis Bienes Celestiales, aún aquí desde la Tierra. Apurad pues vuestro paso, dejad pues todo aquello que detenga vuestro paso en el crecimiento de vuestro interior y dejadMe que Yo os guíe, que os proteja, que os levante, que os perfeccione, para que podáis gozar como verdaderos hijos Míos. Ciertamente seguiréis viviendo en el mundo, pero le daréis su verdadero lugar a las cosas del mundo, están ahí para vuestra ayuda, pero no deben de ser vuestra meta definitiva, vuestra meta definitiva Soy Yo y Mi Reino y debéis dejar, como consecuencia, todo aquello que os impida llegar hasta Mí. Debéis ser camino de salvación para muchos y os premiaré vuestro ejemplo y la vida que hayáis dejado también en vuestros hermanos.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que aumentéis vuestro tiempo de oración, que mejoréis en vuestra vida de penitencia y ayuno.
Hijitos Míos, os he pedido que aumentéis vuestro tiempo de oración, que mejoréis en vuestra vida de penitencia y ayuno. Os lo pido de corazón, Mis pequeños, porque son tantas y tantas las almas, alrededor del mundo, que necesitan de salvación y no hay suficiente oración ni donación por su salvación.

Ciertamente, el Sacrificio de Mi Hijo abarca a todas las generaciones y a todos los tiempos, pero vosotros sois corredentores con Mi Hijo y ésta en una Gracia especial que os doy para que vosotros también podáis gozar fuertemente en el Reino de los Cielos por el bien que vosotros hacéis a vuestros hermanos.

Mis pequeños, si vosotros pudierais ver cuántas almas sufren por los ataques satánicos. Satanás ha desplegado sus alas, está yendo por todos lados del mundo destruyendo almas. Cada vez veis más su fuerza, su poderío, su grosería, su maldad. Estáis viendo cómo va corrompiendo corazones desde la niñez, quitándole la inocencia a vuestros hijos, llevando a vuestros jóvenes, todavía pequeños, a pecados graves, causándoles daños irreparables, como desde tener hijos a temprana edad y que ellos, a su vez, no les darán soporte espiritual, porque estos mismos jóvenes pequeños, no tienen la madurez necesaria como para transmitir valores. Esto les creará un resentimiento muy fuerte, porque le echarán la culpa a ése bebé que llegó desde muy temprano a su vida y ese resentimiento le causará, también, un daño al bebé y así va causando daños en cadena.

Estáis viendo como satanás está atacando a todos niveles de la vida del hombre y vosotros no estáis contrarrestando casi nada de todo el poder maligno que se ha desatado sobre la Tierra. Esto ya estaba profetizado en las Escrituras, pero muchos de vosotros, una gran mayoría en el mundo, no le interesa saber ya más de Mí, vuestro Dios. Hacen caso omiso de Mis Leyes y Decretos, hacen caso omiso de Mis Verdades y Mis Consejos. En las Sagradas Escrituras tenéis la Verdadera Vida, tenéis el camino correcto, tenéis los consejos para llegar a la santidad, tenéis todo, Mis pequeños, para que se os llame verdaderos hijos de Dios, pero el hombre prefiere darle vuelo a sus carnalidad, a su concupiscencia. Creen, muchos de ellos, que tendrán después el tiempo suficiente para su conversión, el regreso a Mí, pero ciertamente esas almas quedan llenas de resentimiento y de maldad por haberse ido por caminos de perdición. Satanás en su astucia los va desviando de los caminos del Bien y al llenarlos de mal, las mismas almas sienten que ya no tienen perdón y, así va haciendo que se pierdan en esa desesperación, se dan por perdidas, porque sienten un peso muy grave de pecados que han cometido, creen ya no poder tener salvación ni perdón Míos y no es así, Mis pequeños. Os he dicho que satanás sí tiene más poder sobre vosotros, pero nunca tendrá el Poder que tengo Yo, porque él está muy por debajo de Mí.

Venid a Mí con confianza, Mis pequeños, venid y buscad Mi Misericordia Infinitas, pero os debéis dar cuenta que vuestro cambio debe ser inminente y total, si es posible, dejar todo ése camino de mal que habíais llevado a lo largo de vuestra vida y cambiarlo en virtud y en amor verdaderos. Satanás os lleva a amoríos pecaminosos, que solamente os van a dejar cargas tremendas y a veces, aparentemente, insalvables. ¿Por qué buscar el mal, Mis pequeños, cuando podéis tener Mi Bien y vuestra vida podría ser más agradable y verdadera? Cuando vosotros transmitís el Bien, se os abren las puertas de todos lados, solamente quedarán cerradas aquellas puertas, en las cuales, satanás está atrás de ellas. Ésas almas, ya satanizadas por el pecado, no os abrirán sus puertas, pero aparte de ésas, tendréis todas las puertas abiertas, porque estaréis llevando Mi Presencia ante vuestros hermanos y, aquellas almas que os acepten, Me están aceptando a Mí y recibirán Mis Bendiciones, porque os aceptaron a vosotros. Lo que hagáis con vuestros hermanos, Me lo haréis a Mí, os ha dicho Mi Hijo y es Verdad, Mis pequeños, llevadMe a Mí y gozaréis Mi Amor también en aquellas almas que os están cuidando, abriéndoos sus puertas, pero sobre todo, abriendo su corazón a vuestras enseñanzas, vosotros recibiréis y al recibir, tendréis la obligación de dar también y así, se va dando ésa cadena de Amor, lo que vosotros habéis hecho con vuestros hermanos, más tarde lo recibiréis también y hasta con creces y al final, la puerta final también se abrirá para vosotros, la Puerta del Reino de los Cielos, que con gusto os recibiré. Recibiréis el Amor en pleno, porque buscasteis el Amor, disteis el Amor, y al final tendréis en premio al Amor, que Soy Yo, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros os donasteis a Mí, cuando teníais el libre albedrío, Yo Me donaré a vosotros cuando estáis en vuestro Hogar de regreso, en el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, cuando estudiáis vuestros primeros años en la escuela, se hace un resumen muy breve, pero ciertamente muy breve, de lo que pudiera ser la vida del hombre, según ellos, según los científicos, es el nacer, crecer reproducirse y morir.

Ciertamente esto no cabe para vosotros, Mis pequeños, hijos Míos, eso más bien es para el mundo animal. Vosotros, que tenéis un alma, vuestra responsabilidad es mayor, tenéis otro tipo de vida que la animal, tenéis frutos diferentes que recibís y que dais, nacéis, pero vuestro nacimiento va siempre cuidado por Mí, por vuestro Dios, nacéis sí, a la vida del mundo pero, con el Sacramento del Bautismo, vuestra alma nace también. Vais creciendo, pero vuestro crecimiento no es el que tienen los animales, que ellos se van guiando por instinto que Yo he impuesto en cada género de vida animal, ellos tienen que seguir ése patrón de vida, de acuerdo a su especie, vosotros no, Mis pequeños. Vais creciendo, vais recibiendo educación, pero no estáis obligados por un instinto, porque además tenéis el libre albedrío, podéis tomar o podéis negar la educación que se os está dando. Vais creciendo y vais, como os dije, también creciendo un vuestro interior, no solamente creceréis en cuerpo, sino debéis crecer en alma.

Vuestros mismos padres, deben seguir dándoos ese alimento de vida, porque ellos mismos deben ya de haber crecido y madurado en Mis Leyes de vida y en Mi Amor, deben ser maestros en Mis Enseñanzas, en las Enseñanzas que os dejó Mi Hijo. Vais creciendo, vais teniendo ataques de satanás, pero sí tuvisteis un buen alimento, podéis ir venciendo éstos ataques, éstas tentaciones, ciertamente caeréis, pero siempre vosotros teniendo en vuestro interior esa búsqueda, la de la perfección espiritual, que es la Mía. Os levantaréis, vuestras caídas no durarán mucho tiempo ni afectarán tremendamente vuestra alma, os levantaréis, porque estaréis constantemente viéndoMe a Mí, vuestro Dios.

Si llegáis al Matrimonio, al Sacramento del Matrimonio, entonces daréis fruto, es fruto verdadero el que dais, porque, así como un árbol frutal da éstas exquisiteces para vuestro paladar, en su interior, en la semilla, al ser sembrado, se producirá un árbol o un arbusto igual de aquél que tomasteis ese fruto. Vuestros hijos son el fruto, son Mi deleite, porque esos pequeñitos, a los cuales les estáis enseñando acerca de Mí y que están llenándose de Mi Amor y lo están dando, ése amor infantil, ése amor pequeñito, ese amor honesto, Me deleita, Mis pequeños, como el fruto jugoso de ésos árboles o de ésos arbustos. Ese pequeñito que también crecerá, estará guiado por vosotros y vosotros, siempre buscando también la perfección en ellos, a la vez darán fruto y así haréis una familia, que se irá llenando de Mí, de Mis Bienes y de Mi Amor. Crecerán vuestros hijos, seguiréis creciendo vosotros, os seguiré llenando de Mí, de Mi Amor, de Mis Virtudes, de Mis Enseñanzas. Si Me amáis realmente, gozaréis de todo aquello que es espiritual, que os da vida interior ya no solamente enseñaréis a los vuestros, sino ese Amor, que os va llenando, lo transmitís a vuestros hermanos, porque esa es la Ley del Amor.

Os he dicho que el Amor es dinámico y la Ley del Amor es que llegue a todos vuestros hermanos, que rodee al mundo entero, que os perfeccione. Ciertamente, también  tendréis un final, pero no será el final como el de los animales, todavía vuestro final tiene poder de salvación, tiene poder de vida para otros, aún vuestros últimos momentos de sufrimiento o si tenéis enfermedades largas, que son para ofrecimiento, para rectificación de vuestro camino o para ayuda espiritual de muchos, todavía tenéis un poder grande de salvación cuando os unís a los Méritos de Mi Hijo.

Y así podéis ver que la vida del hombre no es estéril, no es la vida de un animal que se ha dejado llevar por su instinto. Si vosotros os dejáis llevar por Mi Voluntad, haréis una vida muy fructífera de gran salvación para las almas y también será un regalo tremendo para vuestra propia alma y así entraréis al final de vuestros días sobre la Tierra, a Mi Reino, que será una vida eterna, llena de Bendiciones y allí es donde Yo os consentiré grandemente por el poco tiempo que vosotros pasasteis sobre la Tierra,  tendréis una eternidad bellísima. Vosotros os donasteis a Mí, cuando teníais el libre albedrío, Yo Me donaré a vosotros cuando estáis en vuestro Hogar de regreso, en el Reino de los Cielos. Por eso os pido que pongáis todo vuestro empeño en buscar la santidad de vuestros actos y esto es, principalmente, dando amor a los vuestros. Ésa es la principal finalidad de vuestra vida sobre la Tierra, enseñar a vuestros hijos, a vuestros hermanos, a todos aquellos que entren en contacto con vosotros a amarMe y al tenerMe a Mí, tendrán todo.
Gracias, Mis pequeños.