Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.
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Habla La Santísima Virgen María
Hijitos Míos, recordad, Mis pequeños que todos seréis presentados ante Mi Hijo, Jesucristo, vuestro Salvador. Él, primeramente, vino, como lo sabéis, como vuestro Salvador, vuestro Maestro, vuestro Guía, pero, después, en vuestra muerte, seréis presentados ante Él, y será Justo Juez. Justo Juez, y entonces, ya no tendréis vuelta atrás, lo que hicisteis a lo largo de vuestra existencia se manifestará de frente, ante vuestro Dios, vuestro Creador, vuestro Redentor, vuestro Salvador y en ese momento, vuestro Juez.
Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y cuido de vosotros en todo momento, porque así Me lo pidió Mi Hijo cuando ya estaba en la Cruz. Cuido de vosotros contra los ataques de satanás, y entre esos ataques, satanás, ya ha encarnado en muchos de vosotros y así se vuelve más irreconocible para muchos que están apartados de la oración, de la vida en la Gracia, de la vida Santa que vosotros debéis buscar, debéis vivir y debéis transmitir a los vuestros. Se os ha dicho mucho, que el ejemplo es importantísimo, a veces, ni siquiera necesitáis decir una sola palabra, vuestro ejemplo lo dice todo, puede ayudar a muchas personas a recuperar el bien que han perdido o que, encuentran, por primera vez, el bien que no han conocido, porque no vivieron en un ambiente, en donde se les enseñara a vivir en el bien, y al veros a vosotros, pueden conocer lo que es el bien, pero, también, vuestros actos, si son malos, pueden causar que muchos de vuestros hermanos vayan por el mal camino y se pierdan.
Tened cuidado, y se os ha dicho ya antes, con lo que vosotros decís, también, con lo que pensáis, el cómo actuáis, porque, aquellos que os vean y, sobre todo, si vosotros dais un mal ejemplo y éstos hermanos vuestros, siguen vuestro ejemplo, vosotros tendréis que pagar, en parte, por lo que hicieron vuestros hermanos, porque copiaron de vuestros actos, los vivieron, los transmitieron, y se va haciendo una cadena, ya sea de desamor, de maldad, de error, de pecado. Por otro lado, también se puede hacer una cadena de bienestar espiritual, de santidad, de lo que debéis ser ante los Ojos de Mi Dios y Señor: almas santas que caminen sobre la Tierra, siendo otros Cristos en estos tiempos.
Mis pequeños, estáis viviendo ya, una purificación tremenda, son tiempos en los que deberéis dar un ejemplo Santo. No sabéis ni el día ni la hora, así lo ha dicho Mi Hijo, pero ya sabéis que estos son tiempos de gran tribulación, que os llevarán a un cambio grande, fuerte, entre los hijos de Dios o los hijos del mal.
Vosotros, en vuestro libre albedrío, escogeréis a quién seguiréis en estos tiempos de gran tribulación. Ya no hay medianías, o estáis en el Bien o estáis en el mal. Vuestro Juicio se dará en algún momento, ¿cómo os presentaréis?
En estos momentos, se está separando, se os ha dicho, el trigo y la cizaña; y estáis viendo hermanos vuestros cómo pecan, pero, ya, muy descaradamente, muchos de vuestros hermanos. Por otro lado, estáis viendo, también, cómo destruyen, cómo asesinan a muchos de vuestros hermanos por vivir en el bien. O estáis Conmigo o estáis en contra de él, Mis pequeños, ¿sois verdaderos seguidores de Mi Hijo? O ¿estáis rechazando todo lo que Él vino a hacer para bien vuestro?
Mucho mal hay a vuestro alrededor, y cada vez se irá poniendo peor, la obscuridad está invadiendo la Tierra, llegan momentos difíciles, muy difíciles, y aun así, ¿seguís viviendo en el mal? No entendéis, no acabáis de entender lo que estáis haciendo, va a ser trascendental para vosotros y para muchos de los vuestros. El error, cada vez, se irá acrecentando y aquellos que no tienen un buen soporte espiritual, caerán en estos errores que ahora sobreabundan sobre la Tierra.
Preparaos pues, se os ha dicho, Mis pequeños, preparaos pues, Yo, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, os estaré cuidando, os estaré guiando, os llevareMos por buen camino, pero, si vosotros no queréis, sucumbiréis, y es una muerte eterna, Mis pequeños, a lo que vosotros llegaréis. La maldad es inmensa, satanás ahora se mueve con total libertad, prácticamente, no tiene limitaciones.
Os protejo, y con Mi esposo de la Tierra, San José, os estareMos cuidando, satanás Nos tmee inmensamente, soMos protectores vuestros, entendedlo, Mis pequeños, ya no hay tiempo que perder. Llegaréis a vuestro Juicio con las manos llenas o con las manos vacías, llegaréis con mucho pecado o mostrando el Bien que traéis vosotros y que habéis compartido. No acabáis de entender lo que está sucediendo.
Desde el Cielo podeMos ver Nosotros cómo hay tantas almas que no les interesan estos momentos, simplemente, los esquivan, y muchas de estas almas, precisamente, porque no les interesa, sucumbirán al pecado, se condenarán eternamente. ¡Cuánto error, cuánto error hay a vuestro alrededor!, y vosotros no queréis entender, no hay Discernimiento en vuestros actos, en vuestra vida, en vuestro pensamiento y lo seguís manteniendo en vuestra existencia, el pecado que os rodea, que debierais apartar de vuestra existencia, no lo hacéis, lo acomodáis a vuestros actos de todos los días, gozáis de los pecados propios y de los demás, y llegará el momento, en que ya no los podréis apartar de vuestra existencia, ni pediréis perdón por ellos, ni la bendición de un sacerdote que os quite esta carga pecaminosa.
Entended, vuestro error os puede llevar a una condenación eterna, meditad la palabra: eterna, y significa que ya no habrá vuelta atrás.
Os bendigo, Mis pequeños, y os llevo en Mi Corazón. Seguid adelante, los que sabéis de cómo se están dando todos estos acontecimientos orad, orad incesantemente por todos aquellos que necesitan de alguien que ore por ellos para que se puedan salvar.
Gracias, Mis pequeños.