El Apostolado de Evangelización en el Amor de Dios Padre

Los Mensajes de Dios Padre a JV


Estas dos Series de Mensajes que nuestro Padre Dios, en Su Santísima Trinidad nos da, tienen como finalidad regresarnos a Él y perfeccionarnos por medio de Sus regalos espirituales.


El hombre se ha separado de Dios y esto es una realidad, cada vez más vemos sectas y filosofías extrañas y por demás, apartadas de lo que Nuestro Señor Jesucristo nos vino a enseñar. Nuestro Padre, en Su Gran Misericordia, vuelve a tomar Su lugar como Padre y Protector de toda la humanidad, porque ve que nos hemos desviado enormemente de lo que Él quiere de y para nosotros y esto aunado a la “mediocridad espiritual” de los que nos decimos católicos-cristianos, está provocando que el demonio se esté apropiando de lo que a Dios Padre pertenece y que es lo más valioso que tenemos, nuestra alma.


Al ser ese Padre amorosísimo, lo último que Él desea es que suframos, aunque le hayamos dado la espalda y por ello, en éstos escritos, nos recuerda nuestra posición, nuestro compromiso y nuestra meta aquí en la Tierra.


En la primera parte de los mensajes –de 1998 al 2003- nos recuerda quiénes somos, cuáles son los pecados que más nos alejan de Él, qué debemos hacer para recuperar nuestra filiación de hijos del Padre y cómo vivir como verdaderos hermanos. Es, en una palabra, dejar nuestra miseria humana, nuestra búsqueda, sólo de lo material, para empezar a buscar y a llenarnos de lo que realmente vale para el alma, lo espiritual. Nos enseña a quitarnos el velo de mentira que nos ha puesto el demonio ante nuestros ojos, nuestra mente y nuestro corazón y así podamos ver, con realidad santa, cómo debemos desenvolvernos en éste mundo y en quién debemos confiar, con fe ciega, para cumplir, lo mejor posible, nuestra misión terrena.


Es tan bello tratar con nuestro Dios, que realmente nos enamora con Su Humildad, con Su Sencillez, con la confianza que nos dá para que nos acerquemos nuevamente a él, sin temores, llenos de confianza al saber que Su Amor todo lo comprende, todo lo perdona, todo lo regresa a la perfección en la que fuimos creados. Él es, realmente, el Padre Perfecto que todos soñamos tener alguna vez.La segunda parte de los Mensajes – del 2004 hasta la actualidad – están destinados a llevarnos a la perfección espiritual, en donde, después de haber entendido que nos habíamos apartado de Nuestro Dios, por infinidad de razones, Él nos hace el llamado amoroso, sin rencores, con puro AMOR, y ya que regresamos nos quiere alimentar con manjares celestiales y es así como nos va llenando de ellos y nos va guiando a la perfección del alma para encontrar la santidad, que es la finalidad última del ser humano y así, con ella, gozar de la herencia prometida a los hijos de Dios.

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