Dic 02_08 Si viene ésta petición envuelta en amor, lo tendréis.

Rosario vespertino.

Temas:

  • ¿Qué significa para vosotros una Navidad más?, ¿será nuevamente un intercambio de valores mundanos?
  • Todos vosotros tenéis dones y capacidades que en mayor ó menor grado debéis transmitir a vuestros hermanos.
  • Todo lo que Me pidáis para vosotros ó para vuestros hermanos, si viene ésta petición envuelta en amor, lo tendréis.
  • Mi Hijo viene como “parte aguas” de la historia y se podría decir, antes de la Luz, después en la Luz.
  • Buscáis el bien en vuestra vida, la comodidad, lo mejor que podéis comprar, pero vivís en el mal, en lo podrido, en lo putrefacto para vuestra alma.
  • Cuando vosotros os veis a vosotros mismos, antes que ver a vuestros hermanos, escogéis lo mejor para no sufrir.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: ¿Qué significa para vosotros una Navidad más?, ¿será nuevamente un intercambio de valores mundanos?
(Lenguas…,) Mis pequeños, Yo, vuestro Dios y vuestro Padre ¡cómo quisiera que Mis creaturas, Mis pequeñitos, todos Me rodearan, todos estuvieran Conmigo, todos fueran Mis hijitos consentidos!

Mis pequeños, Mi Amor se derrama sobre cada uno de vosotros, pero vuestro corazón tiene diferente recepción a Mi Amor. He ahí la Parábola que os dio Mi Hijo, de cómo Él va arrojando la semilla, en unos cae en tierra fértil, en otros queda en la superficie, en otros ni siquiera llega a la tierra y se la comen las aves del campo.

Mis pequeños, ¡cómo quisiera que cada uno de vosotros fuerais la semillita de la tierra fértil y que dierais el ciento por uno! Pero veo, veo la humanidad entera y como Padre de todos vosotros, siento dolor en Mi Corazón.

Mis pequeños, no sabéis valorar el Amor de vuestro Dios, no lo sabéis valorar. Tenéis un tesoro frente a vosotros y no lo queréis tomar, pasáis de largo y no lo aprovecháis, queréis seguir viviendo en el fango, en la suciedad, en la discordia, en el desamor, ¡cuando Yo os estoy ofreciendo el Cielo aquí entre vosotros y aún dentro de vosotros!, ¿qué necesitáis pues, Mis pequeños, para entender lo que Yo os quiero dar?

Voy tras cada uno de vosotros, os voy poniendo oportunidades a lo largo de vuestra vida para que regreséis a Mí. ¡En lo personal, os voy buscando a cada uno de vosotros!, algunos entendéis, os tardáis poco tiempo, pero logro tomar vuestra alma nuevamente, pero muchos otros de vosotros, sois difíciles, insisto, y os mantenéis dándoMe la espalda, negando Mi ayuda, no queriendo voltear a verMe, negando los Bienes que Yo os regalo y no los queréis tomar.

Ciertamente viene nuevamente la Navidad, el recuerdo del Nacimiento de Mi Hijo entre los hombres y os pregunto, ¿qué significa para vosotros una Navidad más?, ¿será nuevamente un intercambio de valores mundanos?, ¿un regalar a aquellos con los cuales queréis quedar bien?, ó ¿será el inicio de una nueva vida espiritual, en donde encontraréis vuestro verdadero camino?

¿Qué significa para vosotros éste regalo que Yo os he dado con el Nacimiento de Mi Hijo entre vosotros?, ¡Dios entre vosotros!, un regalo inmenso, infinito, inconmensurable. ¿Qué es para vosotros la Presencia de Mi Hijo, con Sus enseñanzas, con Su Vida, con Su donación, con Su Sacrificio?  ¿Qué es para vosotros, Mis pequeños, el haber recibido tanta Gracia de Mí, vuestro Dios, a través de Mi Hijo?

Os pido reflexionéis, os pido os deis cuenta real de este regalo tan grande que os he dado, que prometí desde el Principio del tiempo y se dio entre los hombres. ¿Cómo habéis aprovechado en vuestra vida éstos regalos del Cielo? ¿Los habéis tomado y los habéis transmitido? ¿Dejaron huella en vuestro corazón? ¿Os ayudaron a crecer y a ganaros el Cielo nuevamente? ¿Qué habéis hecho con todo lo que Mi Hijo os legó?

El hombre se distrae fácilmente con las cosas del mundo, el hombre no deja lo material, se encadena a ello, se olvida de lo espiritual y se encadena a satanás.

Sí, Mis pequeños, al no estar Conmigo, estáis con satanás, le seguís, aceptáis lo que él os da y en vuestro corazón no hubo ningún cambio beneficioso para vuestra salvación y por la de aquellos con los cuales tenéis contacto u oráis por ellos. ¡Tanto, tanto podéis hacer y lo dejáis de hacer por estar distraídos con las cosas del mundo! Fuisteis elegidos para bajar a servirMe y ¿qué habéis hecho con ésta elección de Mi Amor?

Mis pequeños, os tenéis que dar cuenta ya del por qué de vuestra vida aquí en la Tierra, del por qué de vuestra misión, del por qué de la salvación de vuestra alma y la de vuestros hermanos. Vivís una realidad que día a día se va marcando cada vez más, la lucha entre el Bien y el mal. Llegará a su momento álgido y ¿cómo estaréis preparados para recibir ésa lucha en vuestra vida? ¿De qué lado estaréis? ¿Podréis resistir las tentaciones que os pondrá satanás, ó ya desde ahora estáis de su lado? ¿Ya os disteis por vencidos? ¿Ya no lucháis por la virtud ni el amor? ¿De qué lado estáis, Mis pequeños? ¿Qué pretendéis para vuestro futuro y el de los vuestros?

Conocéis la maldad que se va desarrollando a vuestro alrededor, os he dado Luz para que podáis ver lo que muchos otros no ven y ¿cómo estáis, Mis pequeños?

Debéis resistir a los embates de satanás, Me tenéis a Mí, vuestro Dios, tenéis las Gracias de Mi Hijo, tenéis las Bendiciones de Mi  Santo Espíritu, tenéis todo, Mis pequeños, para poder vencerle en sus ataques, pero ¿cómo os vais preparando para ello? ¿Tendréis un nuevo nacimiento en vuestro interior ó pasaréis éstas fechas solamente como una fiesta más de intercambio de regalos materiales?

Orad, Mis pequeños por vuestros hermanos y por vosotros mismos y os pido por vosotros mismos y enfatizo en ello, para que os deis cuenta de que Yo, como vuestro Padre y vuestro Dios, al conocer los corazones, sé que podréis caer todavía en la tentación si Mi Gracia y Mi Amor no están con vosotros. Tenéis que velar continuamente para no caer en la tentación, tiempos difíciles se vienen y debéis estar muy pendientes, Mis pequeños, de no caer en la tentación de satanás. Sois débiles pero, estando Conmigo, os fortalecéis tremendamente, no dudéis en ello, Mis pequeños, venid a Mí y confiad en Mi Presencia en vuestro corazón.

Os Bendigo, Mis pequeños, os Bendigo de corazón y os quiero así reunidos, fortaleciéndoos unos a otros, protegiéndoos unos a otros, cuidándoos unos a otros.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Todos vosotros tenéis dones y capacidades que en mayor ó menor grado debéis transmitir a vuestros hermanos.
Hijitos Míos, ya os he hablado de la docilidad que debéis tener a Mi Llamado. Sí, Mis pequeños, en todo momento debéis ser dóciles a lo que Yo os pida. Ciertamente esto se hace difícil en el hombre, porque para escucharMe, debéis acallar las voces del mundo y entrar en vuestro interior y estar Conmigo, vuestro Dios.

¡Qué difícil es para el hombre negarse a sí mismo! La soberbia es grande en el hombre, busca siempre ser protagonista y nunca siervo. Mi Hijo también en esto os dio ejemplo y os dijo que aquél que quisiera ser mayor en el Reino de los Cielos, debía ser el pequeñito aquí y servir a los demás, como Él os sirvió a todos vosotros. Todo un Dios sirviendo a la creatura.

Así debéis ser, Mis pequeños, a cada uno de vosotros os he dado dones, regalos, capacidades, inteligencias, que debéis compartir con vuestros hermanos y sabéis que lo que tenéis no es vuestro y debéis compartirlo. A veces doy dones extraordinarios y os adueñáis de ellos, os creéis superiores, a tal grado, de que en lugar de servir, hacéis que os sirvan y esto se da a todos niveles de las capacidades humanas. A veces será en destreza manual, a veces será en capacidades intelectuales, ó habilidades corporales, ó aún espirituales.

Pero recordad, Mis pequeños, que aquellos que han recibido más, más se les pedirá y si tenéis más, debéis darlo a vuestros hermanos, porque debéis ser maestros para vuestros hermanos. No es vuestro el don, os lo vuelvo a repetir, ¿cómo podréis unir el Cuerpo Místico si vosotros mismos lo estáis apartando?, porque os sentís mejores y os apartáis de los demás para que os sirvan, en vez de estar unidos a ellos en humildad, en obediencia, en servicio, en amor, en docilidad, Mis pequeños.

Cuando Yo os doy algo, inmediatamente debéis darlo a vuestros hermanos, sois portavoces, a menos que os dé algo en lo individual. Ya os he explicado que el pueblo judío iba a ser el portavoz de Mis enseñanzas, de Mi Sabiduría y de todos los cambios benéficos que la humanidad iría teniendo, pero negaron a Mi Hijo y no quisieron tomar ésa responsabilidad. Por eso ahora, alrededor del mundo, de repente escucharéis de alguno por aquí, otro por allá, otro por acullá, son las almas dóciles que han aceptado el servir, para que Yo Me muestre a los hombres.

Todos vosotros tenéis dones y capacidades que en mayor ó menor grado debéis transmitir a vuestros hermanos. Lo que vosotros tenéis, no lo tienen muchos de vuestros hermanos y debéis darlo y es así como la fraternidad mundial se irá dando al compartir de Mis Bellezas, de Mi Sabiduría y de Mi Amor, que Yo quiero repartir a todos los hombres.

Vosotros sois los artífices, Yo os voy guiando, Yo os voy llevando a unir Mi pueblo, pero sed dóciles, daos, daos a vuestros hermanos y no os fijéis en vosotros mismos, porque Yo Me estoy fijando en vosotros. Yo como Padre os conozco mejor que vosotros mismos y Yo os daré lo que necesitéis, Mis pequeños, vosotros dad lo que Yo os he dado y compartidlo con amor y sin reservas.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Todo lo que Me pidáis para vosotros ó para vuestros hermanos, si viene ésta petición envuelta en amor, lo tendréis.
Hijitos Míos, en las Palabras de Mi Hijo, Palabras que os dejó al regresar al Reino de los Cielos, el “amaos los unos a los otros”, tenéis la respuesta a toda vuestra problemática, tanto personal como mundial.

Mis pequeños, el amor, el amor verdadero resuelve todo, cuando hay amor verdadero en los corazones, sabéis perdonar, os sabéis dar a los demás, sabéis ayudar, evitáis todo mal para vuestros hermanos y todo pecado hacia Mí. En el amor verdadero, vosotros crecéis. En el amor verdadero vosotros os volvéis verdaderos hijos Míos. En el amor verdadero, vosotros sois lo que Yo creé en un Principio, en la presencia de Adán y Eva, vuestros Primeros Padres, creé al género humano para que se amaran los unos a los otros.

Con el amor todo lo lográis, Mis pequeños, especialmente, cuando venís Conmigo. Cuando me pedís algo envuelto en amor, Yo no os lo puedo negar. Puede ser una oración de intercesión por algún hermano vuestro y si esa petición va envuelta en amor, Yo os la voy a conceder. Si es una oración de arrepentimiento por vuestros pecados y viene envuelta en amor, Yo no os lo voy a negar. Y así, Mis pequeños, todo lo que Me pidáis para vosotros ó para vuestros hermanos, si viene ésta petición envuelta en amor, lo tendréis, Mis pequeños, porque Yo Me venzo ante el amor. Yo Soy el Amor, Yo os enseñé a amar y cuando estáis así, ante Mí, siendo otro Yo en el amor, Yo no Me puedo negar a Mí Mismo, Yo os doy lo que queráis, porque trabajáis en el amor. Yo conozco vuestra intencionalidad, conozco vuestro interior y si vosotros vivís en el amor, recibiréis abundantes Bendiciones de Mí, vuestro Dios. Dad amor, Mis pequeños y recibiréis Mi Amor.

Ciertamente el hombre no ha aprendido a agradecer lo que debiera. Cuando vosotros también agradecéis de corazón y con amor, Yo gozo inmensamente. Con esto os estoy queriendo decir, Mis pequeños, que vuestra vida debe estar envuelta en amor, hagáis lo que hagáis, siempre que sea para Bien vuestro ó para los demás, siempre tendréis una respuesta Mía si ésta viene envuelta en amor.

Os Bendigo, Mis pequeños, y que Mi Amor, os cubra, os proteja y os guíe.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mi Hijo viene como “parte aguas” de la historia y se podría decir, antes de la Luz, después en la Luz.
Hijitos Míos, Mis pequeños, os he mandado a Mi Hijo para que Él fuera el instructor del mundo. En el Antiguo Testamento, en los profetas, se anunciaba la venida del Mesías, los profetas de ése tiempo deseaban verlo, deseaban estar con Él y se les dio a vuestros hermanos de una época en el tiempo.

Mi Hijo viene a la Tierra, se hace presente para ser el instructor del mundo en los momentos en los que había gran oscuridad espiritual, satanás había tomando las riendas del mundo, mucha maldad había en los corazones, mucho alejamiento espiritual, mucha manipulación de aquellos que eran las autoridades. Se os dio la Luz, se os dio la Verdad, se os dio una verdadera Vida y ésta es una herencia del Cielo para los hombres. Herencia de Amor (Lenguas…,) Mi Hijo viene como “parte aguas” de la historia y se podría decir, antes de la Luz, después en la Luz.

Sí, Él viene a traer Luz, la humanidad vivía en tinieblas, Sabiduría Celestial se os dio, se os convidó, fue el postre, el postre grande que Yo os regalaba a través de Mi Hijo.

Mis pequeños, el mundo no entendió, el mundo atacó a Mi Hijo, el mundo lo crucificó, el mundo lo hizo a un lado y para muchos, la vida de Mi Hijo, Sus Enseñanzas, la Luz que os vino a traer, la Salvación prometida, quedó a un lado. ¡Cuánto dolor y cuánta desgracia! Dolor en Mi Corazón y desgracia para vosotros mismos.

Con toda ésta Vida y Enseñanzas que os dio Mi Hijo, era para que la humanidad creciera a grados infinitos en todo sentido, pero prefirió mantenerse en el pecado, la fascinación del pecado sigue haciendo su obra en el corazón del hombre. Le queréis seguir dando gusto al cuerpo, queréis seguir gozando lo pecaminoso, lo horrendo a Mis Ojos, la maldad que os destruye, en vez de darle fuerza a vuestra alma, de darle poderío espiritual a vuestro ser.

Desperdiciáis mucho, Mis pequeños. ¡Tanto que le costó a Mi Hijo y le sigue costando!, porque las generaciones siguen y siguen llegando, pero éstas en lugar de volverse hacia la Luz, se mantienen en la obscuridad. Son pocas las almas que entienden Mi Llamado y que a pesar de estar en la obscuridad, luchan por ellas mismas para entrar en la Luz. Pocas son éstas almas que se afanan en vivir en Mí y éstas son las almas que amo más.

Pero quiero con todo esto, Mis pequeños, que entendáis la problemática espiritual que existe, sois Mis hijos consentidos, conocéis y aceptáis lo que os digo, pero quiero, Mis pequeños, que oréis por vuestros hermanos que se quieren mantener en la obscuridad. Esa fue la tarea de Mi Hijo, venir a dar Luz a los que estaban en tinieblas y es también ahora vuestra posición, dar Luz a aquellos que están en tinieblas.

Ciertamente en la lucha, también vosotros podréis caer, sois de diferente naturaleza que la de Mi Hijo, Él, como todo un Dios, nunca cayó en el pecado ni en la maldad, pero vosotros en la lucha, sí caéis, pero aquí estoy Yo, para levantaros, está Mi Hijo, que Él vivió entre los hombres y también os ayuda a que sigáis adelante. Tenéis a Mi Santo Espíritu en vuestro interior, que os grita, que os levanta, que os anima, “seguid”, “seguid” y así debe ser vuestra vida, Mis pequeños, una continua lucha, levantarse a pesar de las caídas, seguir sirviéndoMe, como lo hizo Mi Hijo, seguir salvando almas, que mucho os agradeceré al final de vuestro tiempo.

Entended por aquellos que no entienden, amad por aquellos que no aman, responded como hermanos mayores por el mal de vuestros hermanos menores. Sí, es difícil esto, Mis pequeños, porque podréis decir que ni conocéis a vuestros hermanos que cometieron tal ó cual mal ó pecado grave y que vosotros no podéis responder por él, porque ni lo conocéis, pero sois hermanos y Mi Hijo os lo enseñó, porque Él respondió por todos vosotros.

Sí, esto es hermandad, esto es Amor y os lo pido por favor, Mis pequeños, para que toméis el alma de vuestros hermanos como propia y les ayudéis en su crecimiento y en su salvación. Luchad, luchad por ellos, luchad por vosotros mismos, luchad por el mundo entero.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Buscáis el bien en vuestra vida, la comodidad, lo mejor que podéis comprar, pero vivís en el mal, en lo podrido, en lo putrefacto para vuestra alma.
Hijitos Míos, vosotros sois muy dados a apartar todo aquello que está podrido, veis una fruta podrida y la elimináis, veis un cuerpo putrefacto y lo hacéis a un lado. En el tiempo en que Mi Hijo bajó, estaban los leprosos y la misma sociedad y el Templo los apartaba.

Vosotros hacéis a un lado todo aquello que no os gusta, todo aquello que veis feo, desagradable a vuestra vista o a vuestros sentidos, (Lenguas…), apartáis todo aquello con lo que no queréis estar y ahora os pregunto, ¿por qué estáis en el pecado? si es todo lo contrario de Mi Gracia, es todo lo contrario al Amor, es todo lo contrario a lo bueno que debe tener el hombre. ¿Os dais cuenta del error en el que vivís?, cómo no sois congruentes en vuestra vida, queréis el bien, pero aceptáis el mal.

Buscáis el bien en vuestra vida, la comodidad, lo mejor que podéis comprar, pero vivís en el mal, en lo podrido, en lo putrefacto para vuestra alma. ¿Sois ó no sois? ¿Estáis Conmigo ó estáis contra Mí? ¿Aceptáis realmente lo bueno? Entonces ¿por qué no lucháis contra lo malo y lo podrido? ¿Por qué aceptáis la maldad en vuestra vida y en vuestro corazón cuando ésta os está destruyendo y está destruyendo a vuestros hermanos y al mundo entero?

Si realmente buscarais el Bien, si fuerais congruentes con ésta idea, desecharíais todo aquello que no es bueno y saludable para vuestro crecimiento físico y espiritual.

¡No!, Mis pequeños, no sois verdaderos en vuestra forma de ser. Os he dicho que aún coqueteáis con la serpiente antigua, con satanás, no se puede servir a dos amos y lo estáis haciendo y eso solamente os va a llevar a vuestra destrucción eterna. Si estáis Conmigo deberéis luchar contra todo aquello que está en contra de todo lo que Yo os he dado y eso cuesta, Mis pequeños, cuesta mucho, duele, pero al final obtenéis Mis Bendiciones y la vida eterna. Pero no os gusta luchar, no os gusta estar en contra de la corriente. Cuando vuestros hermanos están aceptando algo negativo, para que no digan nada sobre vosotros, preferís estar como ellos y no luchar con lo que ellos traen y que es negativo, no tenéis fuerza de voluntad, no sois verdaderos,  no sois de una sola pieza, sois veletas y tibios y ¡a éstos los vomitaré!

Luchad, Mis pequeños, os he dicho, contra todo aquello que os pueda quitar Mis tesoros de vuestro corazón, para que seáis verdaderos, para que el Cielo entero os reciba con alegría al final de vuestro tiempo. Luchad por el Bien y recibiréis un gran Bien. Ayudad a vuestros hermanos y ayudándoles vosotros mismos recibiréis Mi ayuda.

Gozad en el Bien y no gocéis el mal que le ocurra a vuestro hermano, ¡eso es amor! Se os vino a dar toda una revelación en el Amor, tomadla pues, Mis pequeños, si es que queréis estar Conmigo y venid en pos de Mí, vuestro Dios.

Os Bendigo, Mis pequeños, os Bendigo con todo Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando vosotros os veis a vosotros mismos, antes que ver a vuestros hermanos, escogéis lo mejor para no sufrir.
Hijitos Míos, os preguntaréis por qué insisto cuando os digo que no os veáis a vosotros mismos. Cuando vosotros os veis a vosotros mismos, antes que ver a vuestros hermanos, escogéis lo mejor para no sufrir y en ése momento, os volvéis egoístas, desperdiciáis el tiempo que Yo os concedí para vivir y para darMe vuestro trabajo aquí en la Tierra.

Cuando os veis a vosotros mismos, vais a ver vuestra comodidad antes que el trabajo que debéis hacer para Mí en vuestros hermanos.

Os debéis olvidar de vosotros mismos, Me debéis tener a Mí, frente a vosotros, en todo momento, estar pendientes, Mis pequeños, de lo que Yo quiero que hagáis vosotros. A eso vinisteis, Mis pequeños, a servirMe, Soy vuestro Dios y vosotros la creatura, que debe gozar en servirMe, como los Ángeles lo hacen y gozan en servir a su Dios, a Mí, vuestro Dios y vuestro Padre. Habéis cambiado los papeles y queréis tener todo el tiempo para vosotros, vosotros queréis seguir siendo servidos, como lo son los niños chiquitos.

El niño pequeño es egoísta, sin saberlo, necesita ciertamente ser servido por los padres o por la gente mayor, pero tiene que llegar el tiempo en que se pueda valer por sí mismo, pero vosotros, Mis pequeños, que ya habéis recibido mucho de Mí, ya no os podéis ver a vosotros mismos, os debéis dar a vuestros hermanos y servirles y vuestro gozo debe estar en ello, en servir a vuestros hermanos.

Muchos de vosotros, Mis pequeños, habréis experimentado ya un agradecimiento de algún hermano vuestro después de que le hayáis ayudado, quizá en lo material, quizá en lo espiritual, y cuando ellos os agradecen, y os dicen: “que Dios te Bendiga”, si realmente estáis Conmigo, ésa frase paga todo vuestro trabajo, porque sabéis cómo pago Yo, cómo Bendigo a las almas que hacen bien su trabajo.

Vosotros debéis tener ésa dedicación, Mis pequeños, buscar por el Bien de las almas, por su salvación eterna, por su crecimiento aquí en la tierra, para que dejen estela, para que dejen historia buena, para que dejen ejemplo, para que dejen vida, que cuando ya no estéis todos vosotros en la Tierra, se os recuerde por el Bien que dejasteis y eso es bello y bien lo sabéis, Mis pequeños.

Imaginad cómo Yo, vuestro Padre Me gozo en ello, así como vosotros os gozáis con vuestros pequeños cuando ellos son reconocidos en la Tierra por algún bien que hicieron a sus hermanos. Quiero que seáis ejemplo, que dejéis historia buena, que dejéis vida, ¡dadMe ése gozo, Mis pequeños, a Mí, que Soy vuestro Padre!
Gracias, Mis pequeños.