Mensaje.
Habla Dios Padre,
Sobre: La soberbia es más factible que os lleve a la condenación.
Las almas sencillas y amorosas siempre van a atraer Mi atención, Mis pequeños, es la sencillez de corazón, es la confianza en Mi Amor, y es vuestro amor unido al Mio lo que hace que Yo atienda vuestras súplicas, que atienda vuestras necesidades, que atienda vuestra vida sobre la Tierra.
Mis pequeños, entre más pequeñitos sois y más os protegéis con Mi Providencia y con Mí Amor, vosotros recibís mas de Mi.
Es la sencillez y la humildad lo que hace que vosotros estéis siempre bajo mi resguardo de Padre Amoroso. Cuando la soberbia llena vuestro corazón y vuestra mente, ya no puedo estar con vosotros, porque vosotros mismos Me hacéis a un lado.
La soberbia os hace creer autosuficientes y la soberbia os aparta de Mí, ya no necesitáis de Mí, hacéis vuestro propio mundo, y vosotros mismos, os apartáis de todos, porque os creéis superiores a todos ellos.
Mis pequeños, la humildad, la sencillez, la pequeñez siempre va a hacer que vosotros estéis bajo Mi amparo.
El humilde se sabe necesitado y Me busca. El humilde busca a sus hermanos porque sabe que en ellos se complementa de lo que a él le hace falta. El humilde busca la unidad con sus hermanos, mientras que el soberbio se mantiene independiente, se siente que nadie le llega a su altura, o que nadie le entiende.
¡Oh! Mis pequeños, cuanto sufro con aquellos que se sienten así, independientes y alejados de Mi Providencia, Me hacen más daños ellos que el pequeño que se sabe pecador. El pequeño se acerca cada vez más a Mí, porque en su humildad, tarde o temprano, viene para buscar Mí ayuda y Mí perdón. En cambio el soberbio difícilmente se acerca a Mí, justifica su maldad, justifica su pecado, porque al sentirse superior a los demás, y a veces, hasta de Mi mismo, siente no necesitar el perdón de sus pecados.
La soberbia es mas factible que os lleve a la condenación eterna, que al pequeño humilde y pecador. Tratad de entender esto Mis Pequeños porque os quiero pequeñitos, os quiero humildes, os quiero necesitados de Mi, vuestro Dios.
Si Mi Hijo, siendo todo un Dios, se hizo pequeñito para serviros ¿de dónde os sentís vosotros superiores, hasta de Mí Mismo, cuándo tenéis tantos defectos, empezando con vuestra soberbia? Buscad más a vuestros hermanos, tratad de obtener de ellos lo que os falte, porque con ellos iréis reconociendo también la valía de vuestros hermanos, porque están a vuestro nivel.
No sois dioses, y ellos tampoco, todos vosotros estáis luchando por la perfección, y la lograréis primeramente en la fraternidad humana y esto os llevará a la perfección Divina.
Mis pequeños, tratad de entender esto bien y ponedlo en vuestro corazón.
Quiero almas humildes, sencillas, obedientes a Mis Mandatos y llenas de Mi Amor.
Gracias Mis pequeños.