Jul 18_08(vesp) Estáis viviendo lo que satanás inculcó en los hombres.

Rosario vespertino

 

Temas:

  • Ese es vuestro pecado, haber destruido almas por el pecado de omisión.
  • Ojala éstas Palabras, que salen de Mi Corazón, hagan mella en el vuestro.
  • Yo Soy un Dios de Paz y de Amor y la paz tiene que haberse dado en la Tierra para que Mi Hijo vaya a Reinar sobre ella.
  • ¡Sed sencillos, Mis pequeños!, y haréis grandes cosas y Mi Sabiduría Santa se derramará sobre vosotros.

 

 

Mensaje de Dios Padre, a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ese es vuestro pecado, haber destruido almas por el pecado de omisión.
Hijitos Míos, estáis viviendo momentos difíciles en la historia de la humanidad. Mucho os quejáis de que quizá no tengáis algo ó mucho de lo material que os alcance para cubrir vuestras deudas, ¡os quejáis tanto de tantas cosas!

Mis pequeños, Mis regalos, en totalidad eran para vosotros, tantos regalos que no bajaron del Cielo porque nadie Me los pidió, por estar embebidos en las cosas de la Tierra. Fuisteis creados en Mi Amor para ser consentidos por Mi Corazón, pero no os acercasteis a él para que gozarais ésos bienes, os distrajisteis demasiado con las cosas del mundo y vuestro corazón se enfrió y ahora estáis viviendo ésa frialdad entre los hombres.

Ved ahora cómo se tratan los unos a los otros, tanta grosería, mala educación, malos tratos, os quejáis tanto de ello, pero ¿qué hicisteis vosotros para evitar esto?, no fuisteis verdaderos maestros para vuestros hijos, no les disteis valores, no les enseñasteis las virtudes, ¿cómo queréis recibir lo que no habéis dado, Mis pequeños?

Por todos lados se os trata mal, estáis viviendo lo que satanás inculcó en los hombres, él sí produjo maestros y ellos enseñaron falsamente a vuestros hijos, vosotros no os tomasteis el tiempo para llenar en la mente y en el corazón de vuestros hijos los valores necesarios para su vida y satanás sí lo hizo y ahora veis el alma destruida de vuestros seres queridos. Ahora les exigís el buen trato, les exigís respeto a vuestra persona, les exigís que se os trate con educación y buenas palabras, cuando vosotros literalmente, los aventasteis al mundo porque no quisisteis haceros cargo de su educación.

Os vuelvo a repetir, satanás los tomó, él sí se hizo cargo de ellos y los destruyó, ahora
estáis pagando las consecuencias. No tomasteis el compromiso para Conmigo, vuestro
Dios, vuestra obligación era haber llenado esa almita, que Yo os di a cuidar, con
verdadera vida de Cielo, con palabras de Cielo, con virtudes y amor de Cielo y no lo
hicisteis, ¿por qué Me reprocháis a Mí lo que os está pasando, cuando vosotros mismos
tenéis la culpa de ello? Si vosotros hacéis algo mal, el resultado será malo, si sembráis
cizaña, cizaña recogeréis.

El tiempo es corto, el dolor será grande, tendréis un tiempo de dolor que se os dará
también para que recapacitéis en el qué hicisteis con ésas almas que echasteis a perder al
no haber tomado ése compromiso Conmigo. Pediréis perdón, pero ¿hasta dónde ése
arrepentimiento servirá para componer ésas almas, para hacerlas fértiles, para hacer de
ellas hijas de Dios? El mal está hecho, ésas almas que se debieron de haber llenado de
Amor, están vacías de Mi Amor y están llenas de maldad. Ese es el resultado de vuestro
olvido ó de vuestra negligencia. Así como vosotros no tomasteis el compromiso y las
llenasteis de cosas vanas, las almas de vuestros hijos, las almas de aquellos que estaban
cerca de vosotros, de la misma forma, otros hermanos vuestros, padres de familia, que
tampoco tomaron el compromiso, también destruyeron las almas de los suyos. Eso es lo
que estáis viviendo ahora, almas sin amor, almas sin virtud, almas sin ocupación, estáis
viviendo eso, Mis pequeños y vosotros fuisteis los culpables. Ciertamente todo eso lleva
una consecuencia y esa consecuencia es el que estáis viendo a vuestro alrededor. El
ambiente letal, espiritualmente hablando, el ambiente al que vosotros mismos le teméis,
porque éste viento satánico que se está viviendo, ésta fetidez satánica que os está
envolviendo, se ha apoyado en vuestros hijos, sí, en lugar de haberMe dado hijos a Mí,
vuestro Dios, le disteis hijos a satanás y todo eso se va a revertir contra vosotros. Yo
reclamo esas almas, un alma tiene un valor infinito para Mí, vuestro Dios, algo valioso que
Yo os di para que Me cuidarais y Me regresarais con vida más bella, que estuviera llena de
Mi Amor, por vuestro ejemplo, por vuestra educación, pero ya Me echasteis a perder ésas almas.

Ese es vuestro pecado, haber destruido almas por el pecado de omisión. No disteis lo que debisteis haber dado, tuvisteis hijos, pero no Me disteis a Mí ésos hijos, seréis juzgados por éste pecado tan grave, el pecado de omisión. Perderé muchas almas por vuestra culpa, muchas se condenarán por vuestra culpa, os quejáis del dolor que éstas almas os están provocando porque satanás las maneja, pero no pensáis en el dolor que tendré Yo cuando éstas almas se condenen. Mi dolor también lo padeceréis vosotros, conoceréis Mi dolor, conoceréis el dolor de vuestro Padre, por vuestros hermanos que se condenan, porque Yo no habito en su corazón.

Orad, orad el tiempo que os quede sobre la Tierra, orad en Mi Amor y arrepentíos por el mal que habéis hecho con las almas que Yo os di. Arrepentíos de corazón y ayudad a vuestros hermanos en ese arrepentimiento y si es posible, dad ejemplo bueno, aún a pesar que vuestra vida haya sido un desastre. Cambiad y enseñad a vuestros hermanos que todavía se puede lograr la conversión a través de vuestro arrepentimiento. Os amo a todos, Mis pequeños y quiero la salvación de todos vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Ojala éstas Palabras, que salen de Mi Corazón, hagan mella en el vuestro.
(Lenguas…) ¡Tanto que se os ha dado!, Mis pequeños, tanto que Yo os he dado a través de Mi Santísima Trinidad y vosotros os queréis sentir niños consentidos, con derechos grandes, como si todo lo que hubierais hecho hubiera sido bueno y agradable a Mis Ojos.

Qué equivocados estáis, Mis pequeños, queréis mucho, exigís mucho, como niños consentidos y cuando os he pedido que dierais algo a Mí, vuestro Dios, simplemente Me hacéis a un lado de vuestra vida, no Me tomáis en cuenta. Pero aún así, seguís insistiendo y aunque Yo os dé, seguís insistiendo.

Tiempo malo tendréis, tiempo para que podáis reflexionar, cuando pudisteis haberlo hecho en la paz, en la armonía, en el amor. Tendréis que luchar contra la adversidad, vosotros, que exigisteis ser consentidos.

Cuánto error en vuestro corazón, cuánto error en vuestra vida, os llamaba la atención, os reprendía y no quisisteis hacer caso.

Mis pequeños, no os imagináis cuánto os amo, con todo el Amor que el Padre tiene a los hijos y que saben que tienen que ser regañados y castigados porque un mal han hecho. Por ese Amor que os tengo y porque merecéis el castigo por vuestra maldad, lo tendréis, y no es por maldad, Mis pequeños, es por el deseo de que recapacitéis y Me pidáis perdón por vuestro mal proceder.

Cerrasteis vuestra mente, vuestros ojos, tapasteis vuestros oídos, endurecisteis vuestro corazón a todo lo que venía de Mí, vuestro Dios. En cierta forma, hasta Me atacasteis, para que Mi Palabra no se difundiera cuando les prohibisteis a vuestros hijos orar, hablar de Mí ó leer sobre Mí, todo esto ahora se volverá a vosotros como castigo y dolor, porque Me negasteis a Mí, directamente, si vuestra obligación era el vivirMe y transmitirMe y no lo hicisteis en vosotros y no ayudasteis a otros a hacerlo, ése es vuestro pecado. Tanta maldad en el corazón del hombre, el tiempo que se os dio era tiempo para la salvación de las almas, ¿cuántas se quedaron sin vuestra ayuda por vuestra falta de donación?

Y viendo todo esto, Mis pequeños, Me duele el Corazón por lo que tendréis, porque ya vosotros Me habéis hecho mucho daño. He soportado vuestra grosería y vuestra traición, ésta maldad ahora os reclamará el daño que Me hicisteis a Mí, vuestro Dios, Padre, Creador de todos vosotros. Mi Bondad siempre está ante vosotros, pero vosotros no la habéis apreciado, cuando el dolor os cubra, cuando el dolor sea lo normal en vuestra vida, es cuando buscaréis bondad, con Mi Misericordia.

El dolor os hará recapacitar y bendito dolor que salvará vuestra alma de la perdición, el bendito dolor que hará que vosotros regreséis a Mí, el bendito dolor que purificará vuestros pecados, el bendito dolor que os hará nuevamente hermanos e hijos Míos, el bendito dolor que os abrirá las Puertas de Mi Nuevo Mundo.

Estoy otorgando Mi Perdón ya desde ahora, Mis pequeños, para que veáis cómo Mi Misericordia se sigue derramando por cada uno de vosotros. Pero Mi Perdón tiene que caer en tierra fértil y esto será cuando vuestro corazón se arrepienta. Mi Perdón está ya, Mis pequeños, porque conozco vuestra pequeñez, porque conozco vuestra distracción y vuestro pecado, pero ¿tendréis la suficiente humildad de reconocer vuestro pecado para que os arrepintáis y Mi Perdón haga su obra?

Os amo y os bendigo, Mis pequeños y ojala éstas Palabras, que salen de Mi Corazón, hagan mella en el vuestro, para que os arrepintáis a tiempo, para que reparéis vuestra vida y así podáis, de ésta forma, disminuir el castigo y el dolor que tendréis.
Os bendigo, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo Soy un Dios de Paz y de Amor y la paz tiene que haberse dado en la Tierra para que Mi Hijo vaya a Reinar sobre ella.
Ciertamente, Mis pequeños, que no todo es dolor, aún en estos tiempos de dolor, habrá alegría, veréis Mis Portentos, veréis actuando nuevamente a vuestro Dios y eso alegrará a las almas que Me han llevado en su corazón, que han creído en las Escrituras, que Me han tomado como lo Primero en su vida, almas agradecidas que verán los Portentos del Amor destruyendo la maldad, destruyendo todo aquello que ha echado a perder Mi Creación.

Alegraos, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, porque veréis esos Cielos Nuevos y esas Tierras Nuevas pero si no es así, si vosotros tenéis la Gracia del martirio, si tenéis la Gracia de ser ejemplo ante vuestros hermanos, de que Mi Amor habita plenamente en vosotros, también habrá un regalo grande para vosotros. La Fe siempre es recompensada, la Fe siempre os traerá alegría, la Fe, en el ser humano, le da una fortaleza infinita. Llenaos de Fe, Mis pequeños, confiad en Mí, vuestro Dios. BuscadMe, para que os enamoréis de Mi Amor, conocedMe y llevadMe ya en vuestro corazón, para que podáis caminar, aún en el paraje obscuro y peligroso, sabiendo que Yo, en Mi Promesa, os he dicho que no tropezaréis. Esa es la Fe de un verdadero hijo Mío, dejarse llevar, aún a obscuras y saber que nada os pasará, aún a pesar de que todo lo que esté a vuestro alrededor os pueda producir grandes temores. Satanás es así, Mis pequeños, nunca va a querer dejar en paz a vuestra alma, un alma que tiene paz, que vive en paz ha ganado un gran regalo, porque la Fe le da esa paz. Tratará de atacar ésa paz, tratará de evitar que vosotros os llenéis de Mi Amor y de Mi confianza, esa confianza que viene precisamente del trato del Padre con el hijo, del hijo con el Padre, que os digan lo que os digan, vosotros conocéis perfectamente al Padre y os mantengáis firmes en la Fe, en el Amor y en la confianza.

Venid a Mí, Mis pequeños, dejadMe que Yo os llene de esa alegría santa, pero para ello, primeramente, la Fe en vuestro corazón tiene que crecer. El fruto que tendréis, primeramente, será esa paz, paz que tendréis vosotros, paz que desearéis para vuestros hermanos, paz que iluminará la Tierra entera, paz que hará que Mi Hijo retorne a la Tierra.

Yo Soy un Dios de Paz y de Amor y la paz tiene que haberse dado en la Tierra para que Mi Hijo vaya a Reinar sobre ella. Vosotros, por eso, deberéis ser portadores de Mi Paz, buscadMe, gozadMe y así vuestro corazón entrará en la paz que tanto necesitáis y que tanto necesitan vuestros hermanos.
Os bendigo, Mis pequeños y que Mi Paz quede con vosotros.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: ¡Sed sencillos, Mis pequeños!, y haréis grandes cosas y Mi Sabiduría Santa se derramará sobre vosotros.
Hijitos Míos, hay muchos, entre vosotros, que creen que ya han visto todo, que no puede haber algo más, porque no creen en Mí, no creen en Mi Providencia Divina, no creen en Mi Omnipotencia, se encierran en su mentira y en su falsedad y al encerrarse así, se apartan del mundo, se apartan de Mis Verdades y, además, no permiten que Yo actúe sobre ellos, porque su soberbia hace que Mi Gracia no haga mella en ellos.

Mis pequeños, ¿cuándo os daréis cuenta de que apenas estáis creciendo, que apenas vais en vías de crecimiento, en todos sentidos, que vuestra espiritualidad está apenas levantándose?, a vuestras capacidades intelectuales y aún físicas, les falta mucho por crecer y todo se ha atrasado por el pecado que dejasteis que tomara vuestra vida y vuestro mundo.

Si leéis las Escrituras, podréis ver que el hombre fue hecho como lo más perfecto de la Creación. Vosotros, los soberbios, los que os creéis tanto, ¿os sentís perfectos?, ¡no Mis pequeños!, no os hagáis tontos, aún dentro de vuestra soberbia, existe la razón. Todavía os enfermáis fácilmente, todavía hay problemas graves en vuestra vida que no sabéis resolver, todavía hay problemas alrededor del mundo que no sabéis distinguir y solucionar. Hay tantas y tantas cosas que si con inteligencia y sabiduría las empezáis a estudiar, os daréis cuenta de que vuestra soberbia no tiene razón de ser. Podréis llegar a niveles mucho más altos, si en lugar de poneros en esa posición soberbia os ponéis en posición humilde y os acercáis a Mí.

El soberbio cree tener todo y no necesitar a nadie. Vuelvo a repetir, seréis soberbios pero no tontos y, si os dais cuenta, necesitáis de muchos, alrededor vuestro, para poder sobrevivir en éste mundo, ¿en dónde queda entonces vuestra soberbia? Quizá sea solamente una pose que mantenéis para sentiros alguien en el mundo, os pido mejor, que os bajéis a la humildad y así seréis grandes ante el Cielo entero. En la humildad encontraréis grandes cosas que aún no conocéis y en la soberbia, vosotros mismos impedís que Mi Sabiduría se dé en vosotros. Sed sencillos y veréis que grandes cosas aprenderéis de Mí, vuestro Dios. Vosotros no tenéis Mi Omnipotencia, vuestra vida sigue su curso, envejecéis, padecéis enfermedades, morís, ¿de qué os sirve vuestra posición soberbia?, necesitáis a vuestros hermanos en todos sentidos de vuestra vida. No podéis estar solos en éste mundo.

¡Sed sencillos, Mis pequeños, y haréis grandes cosas y Mi Sabiduría Santa se derramará sobre vosotros! Os amo, Mis pequeños, amo a las almas sencillas, a las almas pequeñitas, a las almas que Me llaman para que les enseñe a crecer.
Gracias, Mis pequeños.