Mzo 07_08 Yo tengo la Sabiduría, Yo sé hacia dónde vas.

Rosario.

Mensaje de Dios Padre, a J. V.

Primer Misterio,Habla Dios Padre,
Sobre: así como el primer alimento que toma el bebé de parte de su madre, también vosotros, en lo espiritual, el primer alimento lo tomáis en el hogar.
Hijitos Míos, así como el cuerpo necesita alimentarse y necesita agua para apagar su sed, el alma también necesita alimentarse y agua para apagar su sed. Si el alimento del cuerpo será material, el alimento del alma será espiritual. Ciertamente podréis conseguir de una u otra forma el alimento del cuerpo mientras estáis en la Tierra, ya sea con vuestro trabajo, ya sea a través de la ayuda de algún hermano vuestro, actúa la Caridad de los hermanos para ayudarse entre sí, aunque a veces, también esto falla, y resulta en muchas muertes alrededor del mundo por la falta de alimento del cuerpo y ahí es donde veis cómo el hombre falla en Caridad para ayudar al hermano en otros países. Os he dado suficiente para que el alimento del cuerpo no faltara. La intervención del hombre en Caridad, en ayudarse los unos a los otros, compartiendo de lo que tiene un país con el otro país, debiera ser suficiente, pero el hombre falla en Caridad y muchos siguen muriendo porque no compartisteis de lo que os sobra, pero Mis pequeños, esto también lo quiero poner ejemplificando la necesidad espiritual de vuestros hermanos.

Ahora más que nunca estáis viendo la necesidad espiritual en vuestros hermanos, cómo vuestros hermanos necesitan alimento, cómo necesitan agua espiritual para apagar su sed. Así como buscáis imperiosamente el alimento para sobrevivir en vuestro cuerpo, también el hombre busca imperiosamente esa necesidad a cubrir para vuestra alma. Este alimento se pasa de generación en generación, los padres deben transmitir éste alimento a los hijos y ése es el primer alimento que toma el alma en el hogar. Así como el primer alimento que toma el bebé de parte de su madre también vosotros, en lo espiritual, el primer alimento lo tomáis en el hogar.

Cuando no lo tenéis, vais creciendo muy lentamente y débilmente, el alma sigue buscando imperiosamente éste alimento y lo va encontrando a veces, verdaderamente, cuando se allega a Mí y tiene buen ejemplo a su alrededor, si no es de sus padres, de alguna amistad o de algún hermano que, al verlo sin alimento, le comparte de lo suyo. Pero a veces caerá con malos ejemplos, con malos hermanos vuestros, que destruirán su alma ó la desviarán por caminos que no le serán favorables. El alma sigue buscando alimento, pero ¿qué tan bueno será ése alimento que habréis adquirido, Mis pequeños?, ¿cómo os ayudará ese alimento a crecer?, ¿qué beneficios traerá para vuestra salud espiritual? De ahí empiezan las desviaciones, desde la niñez, se van acentuando en la juventud y acaban por desviarse en la madurez y así ellos, desviados, desviarán a otros.

Todo lo que el hombre crea, como reglas o leyes, están afectadas por su concupiscencia, por su libertinaje, por su inmadurez espiritual. No buscáis la Justicia, no buscáis la santidad, no buscáis el respeto para vuestros hermanos y, así, la juventud se va desviando. La niñez, a veces desde muy temprana edad, queda destrozada interiormente y eso le causará problemas fuertes, emocionales y espirituales en lo futuro y esto es causado por la falta de amor y de respeto hacia Mí, vuestro Dios, por no tomar de Mis Leyes y Preceptos, que siempre os llevarán a la perfección. Todo lo que Yo creo, Mis pequeños, es para vuestro bien, todo lo que viene de Mí, os dará perfección de vida, paz interior, libertad, apoyo total para vuestra vida, pero os separáis y creáis vuestras propias leyes y os hacéis creer a vosotros mismos que lo que estáis haciendo es lo mejor, cuando realmente no tenéis el suficiente juicio verdadero en donde vuestras acciones, palabras, vuestra forma de vida, sea realmente la correcta.

Mis pequeños, os pido oréis por todos vosotros y por vuestros hermanos, para que realmente os dejéis llevar, os dejéis conducir, os dejéis aconsejar por Mis Leyes, por Mis Decretos, por Mis Palabras en las Escrituras. Ahí os he dejado la Verdad, os he dejado la vida, os he dejado la verdadera guía para que alcancéis la perfección en vuestra vida, tanto espiritual, como humana.

Ciertamente, que si vuestro interior se deja guiar por lo correcto, vuestro exterior manifestará las obras buenas que debéis hacer y así el mundo sabrá que vosotros os estáis dejando guiar por la Verdad, por Mi Verdad y no por los errores que el mismo hombre crea, las mismas reglas, a veces perversas e incorrectas que el hombre crea para desviar al hombre.

Buscad pues, Mis pequeños, la realización en vuestros actos, en vuestra vida, para que seáis perfectos y santos como Mi Hijo. Solamente siguiéndole a Él, porque Yo os lo di como Modelo de Vida, es como podréis llegar a la perfección que necesito de cada uno de vosotros. Lo necesito, para que vosotros vayáis dejando ejemplo de vida para otras generaciones y lo necesito también para que vosotros podáis ser regalados con Mis Regalos de Vida por toda la eternidad. Solamente viviendo en Mí es como gozaréis eternamente de los Bienes Celestiales y Yo necesito recuperaros para consentiros por toda la eternidad. Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,< br<> Sobre: Os prevengo, Mis pequeños, Yo tengo la Sabiduría, Yo sé hacia dónde vais y por eso os lo estoy diciendo, porque os amo, estoy viendo vuestra destrucción inminente
Hijitos Míos, vosotros sabéis que el soporte de una casa o de un edificio, está en sus cimientos. Si los cimientos son fuertes, si son profundos, ésa casa ó ése edificio, podrá defenderse contra los temblores o terremotos, pero si no se le han puesto unos cimientos fuertes, ésta caerá tan pronto empiecen los temblores y, aunque no necesariamente sean tan fuertes, porque no tienen soporte.

En el hombre, éste soporte que vosotros debéis tener, está en vuestra vida espiritual, en vuestro interior, en vuestra alma. Si no tenéis un soporte fuerte, un soporte poderoso, también, en los primeros embates del enemigo contra vosotros, os hacen caer, porque no habéis buscado una fuerza espiritual grande de donde sosteneros para no caer cuando satanás os ataca y estos ataques, Mis pequeños, no solamente se dan en una etapa de vuestra vida, sino son a todo lo largo de vuestra vida. Por eso, estos cimientos fuertes para el alma tienen que empezar desde la más tierna edad, así los padres les van dando este soporte para irlos protegiendo. Aquellos padres que no han sabido dar o no han querido dar un buen soporte espiritual a sus pequeños, son los culpables de que éstos vayan cayendo a lo largo de su vida. Pero a donde quiero llegar, Mis pequeños, es también a vuestro mundo.

Cuando Yo os he creado, cuando creé a vuestros Primeros Padres, les di el mando y autoridad para todo lo creado. Vosotros sois el alma del mundo, vosotros debéis tener un soporte espiritual fuerte, el mundo, la creación entera, también debiera tener un soporte espiritual fuerte y éste soporte sois vosotros. Di la orden a vuestros Primeros Padres de que cuidaran de todo lo que Yo había creado, pero habéis descuidado la Creación y ahora la veis derrumbándose. Sí, todo lo que estáis viendo, en destrucción, en cambios climatológicos, en falta de alimentos, es vuestra culpa Mis pequeños, no es culpa Mía, Yo les di a vuestros Primeros Padres el mando y autoridad, el cuidado sobre todo lo creado vosotros, como descendientes de ellos, es vuestra obligación y la debierais haber tomado con respeto, porque en vosotros recae ésa obligación. Es Mi Creación, pero puesta a vuestro cuidado. Me echáis la culpa de lo que está sucediendo, cuando vosotros la habéis descuidado.

Si a vosotros se os pide a cuidar algo, que no os pertenezca, vosotros estáis a cargo de ello, no el dueño. Porque se os da a vosotros ese cuidado, se os otorga la autoridad y así estáis vosotros con el mundo Yo os otorgué la autoridad de vuestro mundo y si está decayendo, si se está destruyendo, es por vuestra culpa, porque vosotros mismos no buscáis el bien para vuestro mundo, porque vosotros mismos no tenéis respeto por vuestro mundo, porque vosotros mismos no estáis cuidando lo que os pertenece, no habéis tomado la responsabilidad, no sois maduros en respetar lo que se os dio. No es vuestro, estáis cuidando lo que es Mío, pero para vuestro bien. Si vosotros mismos no enmendáis el camino, si vosotros mismos no os dais cuenta de lo que estáis causando y ponéis los medios para que esto se detenga, os quedaréis sin hogar, sin vuestro mundo. Me habréis fallado, porque no estáis cuidando lo que Yo os pedí que cuidarais.

Recapacitad en esto, Mis pequeños, poned orden en vuestra vida, poned orden en vuestro mundo y solo así lo recuperaréis. Pero si cada uno de vosotros está viendo por su propio interés, sin poner vuestro granito de arena, si no cuidáis lo que no os pertenece, pero que es para vuestro bien, muy pronto veréis las consecuencias de vuestro descuido. Ya estáis viendo que los alimentos empiezan a fallar, ya hay pueblos que sufren escasez de alimentos, las enfermedades se empiezan a diseminar por el desorden que tenéis, habéis vuelto un basurero mundial lo que debiera ser el paraíso que Yo creé y en los basureros se empiezan a producir las enfermedades y las epidemias, porque hay desorden, hay suciedad y así estáis vosotros, en vuestro interior también hay desorden y suciedad, no estáis buscando vuestra santidad de vida, no estáis buscando la justicia con vuestros hermanos y entre los pueblos, no estáis buscando equidad y ayuda a vuestros hermanos necesitados, os habéis vuelto individualistas, no estáis uniéndoos en grupo de ayuda para vuestros hermanos, ¿qué esperáis pues, entonces?, si no estáis sembrando, ¿qué vais a cosechar?, estáis dejando que todo vaya a la deriva. Un campo de cultivo no lo podéis dejar a la deriva, sin cuidados, si no abonáis, si no regáis, si no ponéis insecticidas, ése campo pronto será destruido. Así estáis vosotros, si en vuestro interior no os estáis alimentando con Mis Palabras, con Mis Virtudes, con Mi Amor entonces, vuestras acciones no serán buenas y no buscarán el bien, ni el propio, ni el de los demás. Os habéis descuidado vosotros mismos de crecer en la perfección y, si vosotros mismos no estáis bien, ¿cómo podréis ayudar a los demás?, seréis un ciego guiando a otro ciego.

Sí, Mis pequeños, la obscuridad se ha dado en vuestro mundo ya, la obscuridad y las tinieblas os están cubriendo porque vosotros mismos, en vuestro interior, ya sois obscuridad y tiniebla, no estáis dejando que Mi Luz se dé en vuestro interior y, al estar en vuestro interior, se manifiesta en los hombres. Vosotros mismos habéis destruido vuestro interior, no lo habéis alimentado, ¿por qué exigís a los demás actuar en el bien, cuando vosotros mismos no lo estáis produciendo?

Mis pequeños, si no detenéis toda esta maldad que habéis provocado, empezando por vosotros mismos y manifestándola a los hombres, estáis irremediablemente yendo hacia un desfiladero, moriréis inevitablemente, porque vosotros mismos habéis sembrado vuestra destrucción. Cuando actuáis en la verdad, se os da Sabiduría y con ésta Sabiduría vuestro futuro se os hace claro y sabéis cómo actuar, sabéis cómo manejar vuestra vida y la de los vuestros y os vais preparando a lo largo de vuestra vida, para que en la época, en la cual ya no sois capaces de producir, lo que guardasteis os servirá para bien morir pero ahora solamente estáis viendo por el día que estáis viviendo, no tenéis la Sabiduría para prever vuestro futuro y el de los vuestros. Queréis buscar solamente los bienes del momento y no os dais cuenta de cómo éstos os están destruyendo.

Enmendad el camino ya, Mis pequeños, con Mi ayuda y con vuestro arrepentimiento, si venís a Mí y pedís Mi Sabiduría, Sabiduría Divina, podréis todavía recuperar lo perdido pero, primero, deberéis entrar en vuestro interior, meditad vuestro error, meditad vuestro futuro y, entonces, tendréis la Sabiduría Santa para saber cómo encarar vuestro futuro y el de los vuestros y que no tengáis problemas. Pero solamente es a través de Mí, vuestro Dios, que podréis obtener la respuesta a todos vuestros males, vuestra ayuda para vuestro presente y para vuestro futuro, pero, si persistís en vuestra necedad, os iréis derrumbando, como ya se está derrumbando vuestro mundo.

Os prevengo, Mis pequeños, Yo tengo la Sabiduría, Yo sé hacia dónde vais y por eso os lo estoy diciendo, porque os amo, estoy viendo vuestra destrucción inminente, pero no queréis entender, os aviso que ya estáis en el borde del desfiladero, ahora escoged, Mis pequeños, ¿queréis recuperar la vida ó caeréis irremediablemente a una muerte eterna? Recapacitad, os amo, Mis pequeños.