Abr 21_08(vesp) Vuestros actos van a afectar a las almas, pasadas, presentes y futuras.

Rosario Vespertino.

Temas:

  • Ahora es cuando mas necesito testigos de Mi Amor, testigos de que Mi Hijo, Jesucristo, sí estuvo en lo cierto.
  • Vuestro corazón se tiene que soltar totalmente a Mí, para que Yo pueda trabajar libremente en todo vuestro ser.
  • Vuestros actos, aún por más escondidos que los hagáis, van a afectar a las almas, pasadas, presentes y futuras.
  • Vosotros habéis preferido la mejor parte, Me estáis apartado un tiempo para estar Conmigo, con vuestro Dios.
  • Sí, habrá un tiempo en que la Luz del Espíritu Santo os hará ver vuestra finalidad y misión en la Tierra, sabréis perfectamente qué deberéis hacer para agradarMe.
  • Mensajes de Dios Padre a J. V.

    Primer Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Ahora es cuando mas necesito testigos de Mi Amor, testigos de que Mi Hijo, Jesucristo, sí estuvo en lo cierto.

    Hijitos Míos, la santidad es un modo de vida. ¿Por qué os digo, Mis pequeños, que es un modo de vida?, porque debéis cambiar de forma de ser, de una forma humana, de una forma que no os va a dejar nada bueno para vuestra eternidad.

    Mis pequeños, cuando vosotros realmente os dais cuenta de lo que debéis hacer por Mí y por vuestros hermanos, cuando vuestro corazón queda tocado por ésa Gracia, por Mi Gracia Divina, que la hace darse cuenta de la realidad de su vida, en ése momento empieza ya la santidad del alma. El alma tiene que darse cuenta que tiene que expandirse, que tiene que dar.

    Vosotros Mis pequeños, no os imagináis las potencias del alma. Cuando vosotros la liberáis de las ataduras de la Tierra, es cuando vuestra alma empieza a dar lo que debe dar, es cuando empezáis, como os digo, a trabajar en la santidad y es donde empezáis a percibir las potencias reales del alma porque, en Mi Divinidad, Mis Potencias Infinitas se derraman sobre aquellas almas que ya encontraron el camino Verdadero, que es la santidad.

    Mis pequeños, cuando Yo os he dicho que Yo os he creado a imagen y semejanza Mía, es en la santidad del alma, es para que vosotros seáis santos, porque al ser otros Cristos, estaréis buscando la perfección de vuestros actos, de vuestros pensamientos, de vuestro caminar.

    Mis pequeños, cuando vosotros encontráis Mi Divinidad, vosotros, estaréis gozando también de los frutos de la santidad. Ciertamente, el buscar la santidad, no es estar sentado leyendo muchos libros, terminar los libros y mantenerse en oraciones, en estado místico, para que se os vea como un santo de película. Lo digo así, Mis pequeños, porque os imagináis que los santos son personas estáticas, que llevan un corazón muy bonito, limpio, que tienen una aureola que todo mundo puede ver. No, Mis pequeños, la santidad, en la realidad del ser humano, es el trabajo fuerte, es el trabajo en el mundo, es el llevarMe a vuestros hermanos, es la lucha continua contra las potencias del mal, es dejar el sudor y la sangre en el camino, es el olvido de sí mismos, es el vencerse en la concupiscencia y en el pecado, es una lucha continua y difícil, porque satanás trabajará fuertemente para que vosotros no alcancéis ésa santidad que tanto os pido. Por eso, aquellos que llegan a ésa santidad, son alabados en los altares, porque lucharon fuertemente contra el mundo, lucharon contra sí mismos, lucharon contra todo lo adverso que les está quitando la idea de santidad. Sed pues, Mis pequeños, persistentes en la idea de vivir para Mí y por Mí, llevarMe a vuestros hermanos, vivir sumergidos en la Gracia Divina.

    Que tendréis que luchar, es cierto, que padeceréis fuertemente, también es cierto, Mi Hijo no bajó como el Rey que es, como el Creador en todas Sus Potencias. Él, cuando baja, baja pequeñito, desconocido y va dándoMe a conocer al mundo y ésa es una lucha fuerte que vosotros ya sabéis. Cómo el mundo lo rechaza, cómo el mundo lo Crucifica, cómo el mundo no quiso cambiar en un principio, porque Su Doctrina se les hacía difícil. Su Doctrina, que son Mis Enseñanzas, es Doctrina de perfeccionamiento, de purificación, de eliminación de todo aquello que os produce lastre para que podáis volar hacia Mí, libres, de todo lo que contamina o es mundano. Libres, para poder hacer Mi Voluntad entre los hombres, libres, porque no os ponéis las ataduras y cadenas con las que estáis vosotros prisioneros cuando os dais a satanás.

    Cuando estáis en Mí, tenéis libertad total, porque estáis actuando en pureza, en santidad y cuando actuéis así, no hay límites, no hay nada que impida vuestro paso, todo se abre, todo se da a vuestro alrededor, porque estáis Conmigo, y estando Conmigo, no tendréis límites ni nada que se interponga en vuestro paso y en vuestro crecimiento.

    Buscad pues la santidad, Mis pequeños, os lo he pedido muchas veces y estos tiempos, que son tiempos difíciles, tiempos en que no os debéis dejar contaminar, es cuando más deberéis luchar por la santidad en vuestra vida, porque ahora es cuando mas necesito testigos de Mi Amor, testigos de que Mi Hijo, Jesucristo, sí estuvo en lo cierto, porque muchos, muchos de vuestros hermanos, aún dudan de que Él Es todo un Dios, un Dios Verdadero que caminó entre los hombres, un Dios Verdadero que os trajo el Amor, un Dios Verdadero que os trajo el perdón de vuestros pecados, un Dios Verdadero que con Su Sangre, os lavó y os abrió nuevamente las Puertas del Paraíso. Por eso debéis ser testigos, para que la Vida de Mi Hijo se haga patente en vosotros y así se continúe y quemuchos de vuestros hermanos, al veros actuando como Mi Hijo actuó, os sigan y queden también tocados en la Gracia y de ésta forma, cambien a la conversión que tanto se necesita en éstos tiempos.

    Orad, orad por vuestros hermanos, que se creen libres porque no Me tienen en su corazón ni quieren estar bajo Mis Leyes. Orad por ellos, para que realmente sepan qué están haciendo aquí en la Tierra, que los consejos de satanás no hagan mella en su corazón ni en su mente y que ellos tengan en su corazón la necesidad de buscarMe, para que encuentren la perfección en su vida y, de ésta forma, su misión deje huella en la Tierra.
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Vuestro corazón se tiene que soltar totalmente a Mí, para que Yo pueda trabajar libremente en todo vuestro ser.

    Hijitos Míos, ¡Cuánto amor todavía veo que necesita vuestro corazón!, ciertamente Me buscáis, ciertamente hacéis más que muchos de vuestros hermanos, pero vuestro corazón se tiene que soltar totalmente a Mí, para que Yo pueda trabajar libremente en todo vuestro ser.

    Vosotros criticáis a vuestros hermanos que se han satanizado, veis el mal que están haciendo, el mal mismo que ellos están haciendo y ellos trabajan con los poderes satánicos y hacen mucho mal entre vuestros hermanos. ¿Por qué Mis pequeños, vosotros no trabajáis con los Poderes Divinos?, ¿por qué no os llenáis verdaderamente de Mí?, ¿por qué no Me buscáis para que Yo os dé mucho más de lo que ya tenéis? Me estáis limitando, Mis pequeños, Yo os puedo dar tanto, Yo Soy el Infinito y de Mi deberéis tomar para compartir con vuestros hermanos.

    La lucha que se está dando es fuerte, os he dicho que satanás es poderoso, pero nunca más que Yo y vosotros, si realmente estáis Conmigo y queréis trabajar para Mí, deberéis tomar de Mí, para contrarrestar toda ésta maldad que se está dando alrededor del mundo.

    Ciertamente no iréis a misionar a otros países y menos al otro lado del mundo, el mismo temor humano os lo impediría, pero vuestra oración es poderosísima, os lo he dicho, vuestra donación, vuestros deseos grandes, de que otros de vuestros hermanos, alrededor de la Tierra, que ni siquiera conocéis, puedan regresar a Mí. Eso es bello, Mis pequeños, vuestros deseos siempre serán bellos, agradables a Mi Corazón y eso hará también que muchas almas vuelvan a Mí o que Me conozcan, que Me busquen, que se dejen llenar de Mí.

    Tanto, tanto que podéis hacer, Mis pequeños y desperdiciáis Mi tiempo, que es el tiempo que vosotros tenéis de vida, lo tomáis como vuestro y muchos, muchos de vuestros hermanos hablan de Mi tiempo en vosotros, como si os perteneciera, ¡qué necios sois!, porque vosotros no tenéis ningún poder sobre el tiempo de vuestra vida, no podéis alargarlo, no lo podéis acortar, hablando en sentido sano, Yo Soy el Único que puedo alargar ó acortar el tiempo de vuestra misión aquí en la Tierra. ¿Por qué no entendéis esto, y os volvéis más humildes, sencillos y sobre todo, hijos, hijos obedientes, hijos en los cuales Yo pueda confiar plenamente, hijos que por el amor a Mí, vuestro Dios, harán todo lo posible para agradarMe, así como os agrado Yo, en muchos momentos de vuestra vida?

    ¿Cuándo alguno de vosotros ha pensado en hacer algo para agradarMe? Sí, Yo Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Yo también necesito de vosotros, necesito ver que Me amáis, que actuáis para Mí, que Me ofrecéis vuestros actos y vuestra vida. Yo, como Dios, que nada necesita, podría prescindir de vuestra vida y de vuestra presencia, pero no lo hago, Mis pequeños, porque os he creado y os amo y lo que más amo, es que dentro de la libertad que os doy, vosotros vengáis a Mí y tratéis de hacer cosas bellas por agradarMe. Eso es lo que Me agrada de vosotros, Mis pequeños, que Me toméis en cuenta en vuestra vida, que vengáis a Mí a pedir un consejo, que vengáis a Mí a agradecerMe, que vengáis a Mí a compartirMe, que vengáis a Mí a amarMe.

    LlevadMe pues, Mis pequeños a vuestros hermanos, gozadMe, abriendo vuestro corazón plenamente para que Yo os inunde con Mi Presencia, que vuestro gozo sea inmenso, para que vuestros hermanos quieran también tener ése gozo. Vosotros, cuando tenéis un gozo inmenso de algo que obtuvisteis, ya sea en lo espiritual, en lo anímico, en lo material, os llenáis de alegría y queréis compartirlo con vuestros hermanos, con vuestros amigos, con vuestros conocidos y vecinos. Os alegráis a tal grado, que los demás se alegran con vuestra alegría. Cómo quisiera que vosotros os alegrarais de tenerMe, para que ésa alegría la contagiarais, para que ellos también quisieran a venir a tomar de Mí, de Mi Reino.

    No dudéis, Mis pequeños, confiad en que todo lo que os digo es Verdad, porque muchos de vosotros dudáis, de que cómo todo un Dios se pueda comunicar con el hombre, ¿acaso no sois Mis hijos?, ¿acaso no Me comunicaba Yo con vuestros Primeros Padres?, el mismo derecho que tenían ellos en el Paraíso, lo tenéis vosotros. Vosotros debéis venir a Mí, porque el hijo quiero saber del Padre y el Padre quiere saber del hijo, debe ser una comunicación continua de familia. Venid en confianza y veréis que pronto entablaremos el diálogo, pero venid, buscadMe y Me encontraréis, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones, os amo.

    Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Vuestros actos, aún por más escondidos que los hagáis, van a afectar a las almas, pasadas, presentes y futuras.

    Hijitos Míos, en los quehaceres diarios de vuestra vida, en todas las cosas sencillas que hacéis a lo largo del día, en todo lo que os ha tocado ser y hacer de vuestra vida diaria y de vuestras obligaciones de estado, cuando vosotros lo hacéis todo esto con amor, con dedicación, en ofrecimiento a Mí, vuestro Dios y en unión a los Méritos de Mi Hijo, Jesucristo, es cuando vosotros estáis actuando como verdaderos hijos Míos, estáis dando ejemplo a vuestros hermanos y además, con vuestro actuar así, estáis haciendo que muchas almas se salven, porque Mi Hijo actuó de ésta forma y es lo que Yo os pido ahora a vosotros.

    Vuestras obligaciones de estado, en cada uno de vosotros, son diferentes, pero lo que hace realmente la diferencia, es que lo hagáis para agradarMe ó, simplemente, lo hagáis porque tenéis que hacerlo o porque queréis hacerlo para ganar dinero o la admiración de los que están a vuestro alrededor o su agradecimiento, lo hacéis solamente para quedar bien con los demás. Con esto, vuestras obras no tienen ningún fruto de salvación, ni para vosotros, ni para vuestros hermanos, porque lo estáis haciendo por egoísmo o por soberbia, en cambio, cuando todo lo hacéis, como lo hubiera hecho Mi Hijo y Mi Hijo lo hacía con todo Su Corazón para agradarMe a Mí, vuestro Dios, es cuando vuestras obras alcanzan, poder de salvación y de santificación.

    Vosotros, os he dicho, no vivís solos, aislados en el mundo, muchas almas os rodean, muchos ojos os están mirando, Mi Poder constantemente está sobre vosotros, tenéis las capacidades que os ha dado Mi Santo Espíritu. Cuando vosotros estáis actuando así, junto Conmigo, estáis viviendo la realidad de vuestra misión en la Tierra, estáis en la Comunión de los Santos, no estáis actuando solos. Cuando un alma actúa en la Comunión de los Santos, cuando actuáis en el Bien, afecta a todos, cuando actuáis en el mal, también afectáis a todos, no sois individuos aislados en el mundo, estáis unidos todos en Mí Voluntad y lo Bueno os hace crecer, os favorece, lo malo, os hace sufrir y os quita Mi Gracia.

    Tened esto siempre presente, Mis pequeños, vuestros actos malos, aún por más escondidos que los hagáis, van a afectar a las almas, pasadas, presentes y futuras y vuestros actos buenos, también, por más escondidos que los queráis hacer, afectarán en el Bien a las almas, pasadas, presentes y futuras. No os podréis nunca apartar de Mis Ojos, por más que queráis actuar a escondidas, nunca lo lograréis, porque Yo vivo en vuestro interior. Sed consientes de ello, para que cuando actuéis, actuéis siempre en el Bien, buscando el bien de vuestros hermanos.
    Gracias, Mis pequeños.

    Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Vosotros habéis preferido la mejor parte, Me estáis apartado un tiempo para estar Conmigo, con vuestro Dios.

    Hijitos Míos, desde que sois pequeñitos os gusta ser consentidos, os gusta que os mimen, que os amen, os gusta que seáis primera figura en la vida de vuestros padres y aún de vuestros hermanos. Buscáis ser los primeros, pero el hombre debe ir creciendo, vuestra espiritualidad debe de ir madurando y todo lo que vosotros vivisteis, lo debéis hacer a los demás, debéis tener la suficiente madurez para reconocer que no toda la vida seréis los primeros, los consentidos, los que estéis en primer plano y que todo mundo os esté cuidando y viendo por vuestro bienestar. Eso sería lo ideal para el egoísmo del hombre, pero cuando se ha crecido en la madurez espiritual, uno tiene que ser ya segundo plano, es cuando vosotros os debéis dar por los demás, como Mi Hijo se dio por vosotros. Vosotros, primeramente aprendéis de los adultos y éstos adultos, primeramente son vuestros padres. Luego tendréis el ejemplo de vuestros hermanos, si los tenéis antes que vosotros, luego de las amistades o parientes que os rodeen de los compañeritos en la escuela. Vais conociendo el mundo, vais recibiendo aportaciones, en conocimiento de tantos y tantos de vuestros semejantes que conocéis a lo largo de toda la vida y así vais normando vuestra propia conducta. Pero a lo que voy, Mis pequeños, es que todo aquello que vais colando y que os vais quedando con lo mejor para normar vuestro criterio, vuestra conducta, vuestra personalidad. Posteriormente deberéis dar a vuestros hermanos de lo que todos, a vuestro alrededor, os dieron a cada uno de vosotros, cada uno recibiréis diferente, de acuerdo a vuestra propia personalidad y a vuestra propia misión.

    Mis pequeños, lo importante en la vida del hombre, es madurar, es no quedarse en el egoísmo del bebé, de ser primera figura, ser mimado en todo momento, sino lo importante es darse por los demás, dar de lo que habéis aprendido, dar de lo que habéis obtenido, dar de lo que Yo os he dado en dones, en Gracias, en Bendiciones, es el desprenderse de uno mismo para darse a los demás, eso es lo que debéis hacer cada uno de vosotros. Cuando no podáis llegar en lo personal a alguien, lo haréis a través de la oración y de vuestros buenos deseos.

    Vuestra estancia sobre la Tierra, es donación, es intercesión, es ayudar a crecer a vuestros hermanos, es el buscar en cómo ayudar a vuestros hermanos a crecer y a salvarse. Nadie puede dar lo que no tiene, si vosotros no Me tenéis a Mí, no Me podréis dar a vuestros hermanos, si vosotros no os llenáis de Mí, no Me podréis dar a vuestros hermanos. Por eso es tan importante que antes de que Evangelicéis, os llenéis de Mí. El Evangelizar, no necesariamente será el de llenarse de conocimientos profundos de Teología, Filosofía y demás, es el llenarse de Mi Amor, que eso lo podréis obtener desde que sois pequeños. El alma reconoce perfectamente lo que es el Amor y como tesoro inmenso debéis compartirlo con vuestros hermanos y lo más bello del Amor es que, mientras más lo deis, más recibiréis. Si os vaciarais completamente dando Mi Amor a los demás, Yo inmediatamente os llenaría y con creces. Dad, pues, Mis pequeños dad, hasta que os quedéis sin nada, para que Yo os pueda llenar y satisfacer con Mis Bendiciones, con Mis Gracias, pero sobre todo con Mi Amor.

    No Me defraudéis, Mis pequeños, he puesto tanto en vosotros, os he consentido tanto, en bienes espirituales y aún materiales, que no quiero que Me falléis. Ved, ved cómo estáis ahora, unidos, escuchándoMe, recibiendo de Mí enseñanzas. Así estaban los primeros apóstoles de Mi Hijo, así se reunían para escuchar, también, a los apóstoles las personas que querían saber más de Mi Hijo y de Mí, vuestro Padre. Sigo Evangelizando, sigo estando con vosotros, ahora ved a vuestros hermanos, los que están en el mundo, los que no quieren hacer caso de que Yo estoy vivo entre vosotros. ¿De qué les sirve tener las cosas del mundo?, ¿de qué les sirve llenarse de los bienes del mundo, si al momento en que se presenten a Mí, se darán cuenta de que nada de eso sirve y de que desperdiciaron tanto, tanto tiempo? Vosotros habéis preferido la mejor parte, Me estáis dando un tiempo para estar Conmigo, con vuestro Dios. Muchos de vuestros hermanos prefieren estar en sus hogares, viendo la televisión o buscando y estudiando cómo hacer nuevos negocios ó, quizá, buscando el bienestar de su cuerpo y olvidando el de su alma. Tantas preocupaciones que tiene el hombre para estar bien consigo mismo, pero en lo humano y no quiere estar bien consigo mismo, en lo espiritual. Yo ya no estoy, para muchos de vuestros hermanos, en su vida. ¿Qué Soy Yo en la vida de vosotros?, preguntaos, Mis pequeños, ¿Soy lo Primero en vuestra vida? ó ¿realmente Soy nada más ése Dios al que acudís cuando tenéis necesidad de algo y Me olvidáis cuando todo os va bien?

    Yo quiero Ser un Padre de todo momento, no un Dios que solamente acudáis a Él cuando necesitéis algo y que os olvidéis de Mí cuando ya tengáis lo que queríais. ¡Qué triste es esto, Mis pequeños!, buscarMe para la obtención de un bien material y cuando lo tenéis, ni siquiera os acordáis de Mí para agradecerMe, al menos, de que os escuché y os lo otorgué.

    Venid pues a Mí, sed de esos niños, niños necesitados del amor de sus padres. No seáis de esos niños abandonados de éstos tiempos, que sus padres no tienen tiempo ya para platicar con ellos, que ni siquiera los conocen, que no saben cómo piensan ni qué quieren. Orad por ellos, ciertamente, y venid a Mí, vosotros los consentidos, los que habéis apartado un tiempo de vuestros quehaceres para estar Conmigo, con vuestro Dios. Éste tiempo que vosotros apartáis para Mí, veréis cómo os lo pagaré en el Reino de los Cielos y en la eternidad. DadMe más tiempo y veréis Mis regalos, Mis pequeños, os amo.

    Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Sí, habrá un tiempo en que la Luz del Espíritu Santo os hará ver vuestra finalidad y misión en la Tierra, sabréis perfectamente qué deberéis hacer para agradarMe.

    Hijitos Míos, ciertamente por un lado estáis viendo tribulación y veréis cómo se irá acrecentando cada vez más, pero, por otro lado, también estaréis viendo Mi Misericordia y Mis cuidados, porque iré protegiendo y cuidando a los que estén Conmigo. Os he dicho que estos momentos de tribulación se tienen que dar para que el hombre reaccione, para que se dé cuenta de la realidad de su estancia sobre la Tierra. Toda ésta tribulación va a ser un tiempo en que las conciencias se irán dando verdaderamente cuenta del por qué están aquí. SirviéndoMe a Mí, vuestro Dios, muchas almas regresarán, muchas almas querrán saber más al conocer de su verdadera y real misión aquí en la Tierra. Otros, aún a pesar de tener todo claro, aún así Me rechazarán y rechazarán su misión.

    Sí, habrá un tiempo en que la Luz del Espíritu Santo os hará ver vuestra finalidad y misión en la Tierra, sabréis perfectamente qué deberéis hacer para agradarMe a Mí, vuestro Dios y para hacer que Mi Reino se implante sobre la Tierra.

    Muchos cambiarán su forma de vida y buscarán la santidad, en cambio otros, Me atacarán todavía más a Mí y a los Míos. No querrán saber de Mí y aunque estéis rodeados de maldad, Mis pequeños, no os preocupéis, que Yo estaré con vosotros en todo momento. Buscaré vuestro bienestar dentro de la maldad y de los ataques que tengáis a vuestro alrededor, no os puedo prometer que os quitaré el sufrimiento, porque ésa es parte de la purificación, tanto personal, como mundial. El dolor lo veréis realmente como es y sabréis el valor salvífico del dolor, ya no lo despreciaréis, lo querréis, porque sabréis que con él, podréis salvar muchas almas que Yo amo, gozaréis el sufrimiento, pero no con un gozo enfermizo, sino con el gozo Divino, como el que tuvo Mi Hijo, que con Su Dolor y con Su Muerte, os dio vida y así vosotros mismos daréis vida con vuestro sufrimiento y aún con vuestra muerte. No os apartéis, Mis pequeños, de ésta vida espiritual que Yo os voy a regalar en estos tiempos de tribulación. Os sabréis protegidos, conoceréis perfectamente que Yo estoy con vosotros, veréis Mi Sombra junto a vosotros, os abriré puertas, os evitaré peligros y si cayereis, os levantaré. Solamente necesito de vosotros confianza plena en Mí, vuestro Dios, poco tiempo será la tribulación para lo que será una eternidad de gozo.

    Gozad, gozad Conmigo los tiempos venideros, tened en vuestro corazón, presente ya, Mi Reinado sobre la Tierra. Ya vosotros habéis aceptado Mi Reinado en vuestro corazón, éste es un gran principio, es el que debéis lograr en el corazón de vuestros hermanos y así Mi Reinado se empezará a ser patente entre los hombres. Empezará en vuestro corazón y después vuestra actuación, hará patente Mi Reinado entre vosotros.
    Os bendigo, Mis pequeños y os amo.