Feb 29_08 Proseguid vuestra misión con Amor y traedme muchas almas.

Rosario

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Temas:

  • Proseguid vuestra misión, Mis pequeños, proseguidla con Amor y con entrega y traedMe muchas almas
  • El enseñar, el instruir a los demás, es un don Divino, muy delicado, lo podéis volver un arma de dos filos.
  • Primer Primer Misterio, Habla Dios Padre
    Sobre:Proseguid vuestra misión, Mis pequeños, proseguidla con Amor y con entrega y traedMe muchas almas.

    Hijitos Míos, cuando Yo os he dado a cada uno de vosotros diferentes dones y capacidades, esto lo he hecho de la misma forma con la finalidad como creé en la naturaleza la diversidad de las flores, de los árboles frutales, de los animales, etc., cada uno de vosotros aceptaréis las ense&natilde;anzas venidas de aquella persona con la cual os podáis comunicar de la mejor forma. Esto puede ser desde la escuela, puede ser en el hogar, pueden ser las enseñanzas de la Iglesia y así tendréis diversidad de opiniones, pero todas deberán tender siempre hacia lo que Mi Hijo os ha enseñado y hacia Mi Amor infinito.

    Tenéis el ejemplo en los grandes santos de la Iglesia, cada uno se dejó guiar por diferentes dones, escogieron de Mi Hijo la diversidad de dones y se dejaron guiar por uno. Muchos de vosotros seréis afines al pensamiento de ése santo o de esa santa, otros lo seréis de otros y así, tendréis afinidad por diferentes maestros, si os lo puedo decir así.
    Mis pequeños, lo que os quiero decir, es que no importa por quién os dejéis guiar, pero lo que hagáis, lo hagáis con amor, que toméis de las Enseñanzas que os dio Mi Hijo, para que vosotros mismos después podáis enseñar lo que se os ha dado con Amor.

    Mi Hijo se dio por todos vosotros, llegó a todos los corazones, todos ó muchos de los que le oyeron, tuvieron afinidad a Su Amor, porque el Amor es uno y a todos los corazones llega. Eso es lo que os va a unir al final, no la inteligencia humana, no el conocimiento humano, sino el Amor Divino. A eso debéis tender, Mis pequeños, por eso vuestra misión es esa, unirse todos en el Cuerpo Místico de Mi Hijo, en el Amor que Él os enseñó, con las Enseñanzas que Él os trajo.

    Todas las almas, os repito, tienen afinidad al Amor, porque ésa es vuestra esencia de vida, el Amor.

    Vosotros mismos, al llenaros de Mi Amor, tendréis seguidores, pero dependiendo de vuestra forma de ser, de vuestro carácter, algunos serán afines a vosotros y otros no. No os sintáis por ello, todos estáis llamados a venir a Mí. ¿Tenéis la suficiente humildad, Mis pequeños, para reconocer esto que os digo?, y éste es el punto al que quería llegar, la humildad, aún en la enseñanza.

    Llevad, llevad a vuestros hermanos lo que se os dé en vuestro corazón y reconoced, como os he dicho, que no todos os seguirán a vosotros, otros seguirán a hermanos vuestros, los cuales serán afines, también, al carácter de aquellos.

    Proseguid vuestra misión, Mis pequeños, proseguidla con Amor y con entrega y traedMe muchas almas, para que sean llevadas, como vosotros, al Reino de los Cielos.
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: El enseñar, el instruir a los demás, es un don Divino, muy delicado, lo podéis volver un arma de dos filos.
    Hijitos Míos, el enseñar, el instruir a los demás, es un don Divino, muy delicado, lo podéis volver un arma de dos filos. Os he dicho que las almas llegan a la Tierra dispuestas a servirMe, pero las almas adultas, igual podrán llenarlas de Bien o podrán llevarlas al mal.

    Un alma que enseña, un alma que instruye, debe ser un alma que esté Conmigo, un alma que haya pedido Mi Sabiduría, un alma que se deje llevar por Mi Voluntad. Aunque sea un alma que instruya a nivel escolar, enseñando lo del mundo, debe enseñar lo correcto y no debe meter enseñanzas negativas que destruyan a ésa alma en lo espiritual. Más aún, más responsabilidad tendrán aquellos instructores, en la vía espiritual, que deberán llenar a las almas con Mi Sabiduría, con Sabiduría Divina y no con sabiduría de hombres, que los puedan desviar y destrozar eternamente.

    Mis pequeños, vosotros, los que instruís a vuestros hermanos en cualquier campo que, podréis ser padres de familia, podréis ser maestros de escuela, podréis ser educadores ó instructores universitarios, podréis ser sacerdotes ó misioneros, podréis tener cargos elevados en los gobiernos de la Tierra, tenéis una grave responsabilidad Conmigo, con vuestro Dios, os deberéis dejar guiar por Mi Santo Espíritu, para que con la enseñanza y el ejemplo que deis, vayáis dejando vida, vida real, vida Mía, en las almas de vuestros hermanos. Si vosotros destruís las almas que están a vuestro cargo, que dependen de vosotros, en cualquier etapa de su vida, vuestro castigo será grande. Pero vuestro premio va a ser inmenso si las llevasteis por el camino correcto y les disteis de Mi Vida y les ayudasteis a crecer, porque ellas a su vez, harán crecer a otros.

    Ved la responsabilidad ahora, Mis pequeños, ved qué tan grande es vuestra responsabilidad al enseñar. Muchos, muchos de vuestros hermanos se han condenado por una mala instrucción que recibieron a lo largo de su vida, en alguna etapa de su vida, pero aquellos que también la enseñaron mal y que por su culpa, ésas almas se perdieron, también recibirán un castigo eterno.

    Tened cuidado pues, Mis pequeños, en lo que digáis o en el ejemplo que deis, vuestra responsabilidad es muy grande. Y ahora haced un examen de conciencia, repasad vuestra vida, repasad los momentos de vuestra vida en los cuales, vosotros instruisteis en alguna forma a vuestros hermanos, ¿les disteis un Bien y ellos lo aprovecharon y son ahora grandes entre los hombres ó les disteis un mal ejemplo ó una mala palabra y ellos a su vez, ahora están haciendo que otras almas se vayan por el camino del mal y se están condenando? Repasad bien vuestra vida, meditad vuestro pasado y mejorad vuestro futuro. Gracias, Mis pequeños.