Feb 28_08 Llegará el momento que Me buscaréis y ahí estaré.

Rosario Vespertino.

Mensaje de Dios Padre, a J. V.

Temas:

  • No despreciéis el dolor, porque Mi Hijo no lo despreció y a través de Su Dolor, hubo salvación para todos vosotros.
  • ¿Os estáis alimentando correctamente, para que la añadidura, que es el alimento del cuerpo, os llegue sin problema?
  • No juzguéis, no pongáis títulos, simplemente, dejaos guiar por el amor que debe existir en cada corazón.
  • Un tiempo vendrá, en que se os dará claridad de conciencia y todos, todos vosotros, que estáis o no Conmigo, conoceréis Mi Voluntad.
  • Llegará el momento con vuestras lágrimas que Me buscaréis y ahí estaré, Mis pequeños, ahí estaré.
  • Primer Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: No despreciéis el dolor, porque Mi Hijo no lo despreció y a través de Su Dolor, hubo salvación para todos vosotros.
    Hijitos, muchos de vosotros actuáis como aquella muchedumbre que seguía a Mi Hijo, cuando Él, sobre la Tierra, predicaba, hacía Milagros y curaba a la gente.

    Muchos, muchos de vosotros, Me pedís vuestra curación, Me pedís estar bien en vuestro cuerpo, sanos, así como se acercaban a Mi Hijo, pero realmente, ¿cuál era el cambio interior?, no lo había, querían estar sanos para sentirse bien y seguir pecando, no tener molestias en su cuerpo, pero para seguir pecando. Os he dicho que el dolor, la enfermedad, en muchos de vosotros, llega para vuestra purificación, o para la de muchos, cuando vosotros os donáis a través de Mi Hijo.

    Mis pequeños, es tiempo en que os deis cuenta de esto, debéis tener un cambio en cuerpo y alma cuando pedís curación, cuando venís hacia Mí. Ciertamente Yo os quiero sanos, pero vosotros debéis estar sanos íntegramente, en cuerpo y alma. ¿De qué os va a servir, para vuestra vida eterna, el estar solamente sanos de cuerpo y enfermos del alma?

    Yo Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios y si Yo veo que necesitáis mantener algún tipo de molestia, dolor, enfermedad, en vuestro cuerpo, para que con ello os limitéis y no pequéis más y eso os sirva para vuestra salvación eterna, lo haré, Mis pequeños.

    Cuando Yo veo que habéis crecido en la virtud y en el amor, que ya sois maduros en el amor, en la vida íntima Conmigo, puedo aminorar vuestros dolores, porque sé que vosotros mismos daréis, a través de vuestra propia donación, en el sacrificio y en la penitencia. Os he dicho que el dolor ofrecido, aquel que vosotros mismos os procuréis, siempre será menor que el que Yo permita en vuestra vida y, además, dará más frutos, porque vosotros mismos os estáis ofreciendo, como Mi Hijo se ofreció.

    Cuando Yo permito que haya dolor en vuestra vida, penas, enfermedades y vosotros aceptáis esto en vuestra vida, ciertamente, el dolor será mayor, pero también os servirá a vosotros para vuestra purificación y la de otros muchos de vuestros hermanos.

    No despreciéis el dolor, porque Mi Hijo no lo despreció y a través de Su Dolor, hubo salvación para todos vosotros. Esto no lo olvidéis nunca, Mis pequeños, Él transformó ése dolor, que satanás hizo que entrara al mundo a través del Pecado Original, Mi Hijo lo transforma en salvífico, en vivificador y no quedó como muerte, como satanás quería.

    Ahora, a través del dolor, del sufrimiento, de la donación, a través de la penitencia, del sacrificio, podéis vosotros mismos, unidos a los Méritos de Mi Hijo, ayudar a tantos, tantos de vuestros hermanos que rechazan el dolor, blasfeman Mi Santo Nombre por el dolor que tienen, rechazan todo aquello que les pueda quitar toda ésa comodidad a la cual los ha llevado satanás.

    Aceptad con amor, aceptad Mi Voluntad cuando os venga todo esto a vuestra vida, porque estaréis sanando vuestra alma y la de muchos de vuestros hermanos. Llegará un tiempo, Mis pequeños, en que estaréis ya sin molestias, sin dolores, gozando del Reino de los Cielos, esperad ése momento que llegará pero, mientras tanto, dadMe la alegría de la salvación de vuestros hermanos que necesitan, necesitan de vosotros. No despreciéis lo que Yo permita en vuestra vida, siempre será bueno, os lo aseguro. Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: ¿Os estáis alimentando correctamente, para que la añadidura, que es el alimento del cuerpo, os llegue sin problema?
    Hijitos Míos, el hombre duda mucho de Mi Palabra y esto os lo digo, Mis pequeños, porque tiempos vendrán, como os he dicho, que se os quitará todo aquello en lo que confiáis. Estáis viendo estos momentos ya alrededor del mundo, ciertamente, se padecerá el hambre, sed, falta de alimentos, muchos problemas tendréis para poder tomar el buen alimento, pero Mi Providencia estará presente para Mis elegidos.

    Mis pequeños, teméis a quedar sin nada, a padecer hambres, a padecer sufrimiento, nuevamente os estáis viendo primeramente a vosotros mismos, esto os lo digo, porque siempre buscáis el tener, para vuestro cuerpo, para poder alimentarlo, para que se mantenga en bienestar. Vuestra alma, que es lo más importante en vuestro ser, no le hacéis ese caso, no le dais el alimento debido, no lo buscáis y, por eso, dudáis de Mis Palabras y teméis a lo que pueda venir. Procuráis tener alimentos almacenados, creéis que con eso cubriereis vuestras necesidades, nuevamente os digo que sois necios, eso se puede echar a perder, os lo pueden robar o, simplemente, no servirán para el momento que los queráis, porque ya no estarán o estaréis en otro lado y no los podréis tomar.

    ¿Porqué dudáis de Mí, vuestro Dios?, hasta el mismo satanás, al tentar a Mi Hijo, le decía que podía convertir una roca en pan y así es, tenéis a lo largo de la historia ejemplos grandes en hermanos vuestros, que recibieron alimento para el cuerpo, de muchas formas, Ángeles, que venían a ellos, aún animales que les proporcionaban alimento, o alimento que aparecía de repente, como el maná. Tantas formas en que Yo puedo alimentar al hombre y aún dejaros sin alimento y no necesitarlo, ¿por qué buscáis alimentar lo que se va a quedar aquí en la Tierra y tierra se convertirá? Estos hermanos vuestros tuvieron ésos ejemplos Míos de Mi Providencia Divina, porque primeramente Me tenían en su corazón, vivían de acuerdo a Mis Leyes, a Mis Preceptos, pero confiaban en Mi Amor, principalmente.

    Yo alimento al bueno y al malo, como al pueblo de Israel, pero estaban siendo guiados por Mí, vuestro Dios, buenos y malos recibieron Mi alimento y vosotros estáis muy preocupados por tener lo suficiente para vuestro cuerpo y os vuelvo a preguntar, ¿cómo está alimentada vuestra alma?, ¿os estáis alimentando correctamente, para que la añadidura, que es el alimento del cuerpo, os llegue sin problema?

    Aquellas almas que están Conmigo, que están buscando Mi Reino, la añadidura les llega fácilmente, pero si buscáis primeramente la añadidura, Mis pequeños, estáis en un problema.

    Buscad pues, Mi Vida en vosotros, Mi Reino en vosotros y no os preocupéis por la añadidura, que Yo proveeré, porque Soy vuestro Dios. Gracias, Mis pequeños.

    Tercer Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: No juzguéis, no pongáis títulos, simplemente, dejaos guiar por el amor que debe existir en cada corazón.
    Hijitos Míos, todos, todos vosotros, contáis con dones, porque para eso habéis venido a la Tierra, para que os cuidéis los unos a los otros con los dones que se os han dado, con los dones que os concedí, para llevar a cabo la misión, la misión más grande que tenéis para Conmigo, la unidad en el Amor.

    Mi Hijo os enseñó a amar, Él se dio por el Amor, ésa es la misión del hombre, que os améis los unos a los otros como Yo os amo, como Mi Hijo os amó, esa es realmente la misión del hombre, el futuro del hombre y a eso debéis tender, Mis pequeños.

    Vosotros mismos decís que, de acuerdo a vuestro actuar, sabéis qué hay dentro en vuestro corazón. Un árbol malo, no puede dar fruto bueno y viceversa, entonces, ¿por qué juzgáis sin saber, Mis pequeños?

    Hija Mía, contesto tu pregunta, ¿por qué juzgáis por nombres, cuando debéis ver el fruto?, si hay fruto bueno, hay interior bueno, estoy Yo dentro, si hay fruto malo, Yo no estoy en esos corazones, vuestra obligación, tanto de las almas actuales, como de las futuras, Me refiero a las almas militantes, es la de la transformación de la Tierra, del odio que ha esparcido satanás, en Amor. Para eso estáis y si Yo envío almas a la Tierra, es para llegar a éste punto, el Amor. ¿Por qué ponéis nombres?, ¿por qué ponéis trabas?, Yo puedo transformar lo malo en bueno, el hombre es el que escoge la transformación del vivir el bien a escoger el mal, tenéis el libre albedrío, pero aún así el hombre, que ha sido afectado por el mal, puede escoger nuevamente vivir en el Bien y ahí es donde entráis cada uno de vosotros, en vuestra oración, en vuestra donación, en vuestra vida de ejemplo en el amor.

    Os vuelvo a repetir, no juzguéis, no pongáis títulos, simplemente, dejaos guiar por el amor que debe existir en cada corazón y avivadlo en las almas nuevas que Yo envío a la Tierra, proteged ese amor que llega a darse, para que pueda cumplir su misión. Cuando un alma pierde el Amor se llora aquí en el Cielo, porque esa alma ha perdido su esencia primaria, debéis ayudar a ésas almas, para que regrese a esa esencia Divina, porque el Amor es esencia Divina y vosotros debéis vivir así, en la esencia Divina.

    Cuando vosotros no estáis produciendo amor, estáis actuando para el mal, estáis traicionándoMe, estáis traicionando ésa esencia Divina que debe vivir en vosotros y si vive y actuáis en el mal, Me estáis traicionando a Mí, vuestros Dios.

    Así pues, Mis pequeños, entended bien vuestra misión, ayudad a todas las almas que no vivan y no produzcan amor, ayudadlas de corazón, porque todos vosotros tenéis lugar en el Reino de los Cielos, ahí pertenecéis y Yo las espero al final de vuestro tiempo sobre la Tierra, cuando un alma no regresa a su lugar, se llora aquí en el Cielo.

    Os amo, Mis pequeños, y no traicionéis más Mi Esencia Divina, que es el Amor. Gracias, Mis pequeños.

    Cuarto Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Un tiempo vendrá, en que se os dará claridad de conciencia y todos, todos vosotros, que estáis o no Conmigo, conoceréis Mi Voluntad.
    Hijitos Míos, a veces se permite que se os perdone, cuando realmente no conocéis las reglas de algún lugar, las leyes de algún país, especialmente, si vais de paso. Podéis intuir, en un momento dado, que algo estaréis haciendo mal y os llamarán la atención. Esto os lo digo, Mis pequeños, por vuestros hermanos que no están siguiendo lo enseñado por Mi Hijo, pero ellos también tienen derecho a su salvación.

    Un tiempo vendrá en que se os dará claridad de conciencia y todos, todos vosotros, que estáis o no Conmigo, conoceréis Mi Voluntad. Esto es Mi Justicia, pero también es Mi Misericordia. Sí, Mi Misericordia actuará para que conozcáis el Amor Verdadero en que os debisteis haber guiado. Se os dará un tiempo para que reflexionéis, para que toméis verdaderamente Mi Amor en vuestro corazón, si lo aceptáis, si lo mantenéis en vuestro interior y luego lo prodigáis a vuestros hermanos, Mi Benevolencia llegará a toda la Tierra, pero si a pesar de haber vivido ésos momentos de éxtasis en Mi Amor, lo despreciáis, no lo guardáis en vuestro corazón ni lo prodigáis a vuestros hermanos, grandes males tendréis, tanto para vuestra persona, como para aquellos que hayan despreciado Mi Amor. Mi Justicia llegará a vosotros, Mi Santa Justicia pondrá orden a la Tierra, pondrá orden al género humano.

    Aceptad pues y agradeced los momentos de Misericordia que se os darán. Todo esto, se dará también con escasez de alimentos, con los desastres anunciados y ya profetizados y ahí es donde la caridad del hombre se tendrá que ver. ¿Habrá fraternidad entre vosotros o guerra, para quitarse el uno al otro de los pocos bienes que habrán? Son los momentos en los cuales se verá realmente si Yo Vivo en vuestro interior, se hará patente Mi Promesa de que mientras más deis, más recibiréis. Sí, es difícil para vosotros esto, muy difícil para muchos de vosotros que vivís para el mundo, estáis acostumbrados a tener y además almacenar, estos serán los tiempos en que solamente tendréis y apenas tendréis y si realmente amáis, eso daréis a vuestro hermano, o compartiréis de lo poco que tengáis, pero Mi Promesa se realizará en aquellos que actúen en Mi Amor, en la donación de vuestros bienes.

    Sí, padeceréis por un lado, pero por otro lado, grandes Milagros también veréis, Mi Mano Poderosa se verá en esos tiempos. Vuestra Fe, ¿en dónde estará, Mis pequeños?, será puesta a prueba vuestra Fe, vuestra confianza en Mí, vuestro Dios, ¿pasaréis vuestra prueba?, ¿buscareis nada más los bienes del mundo, lucharéis por ellos y hasta mataréis para quitarle al hermano de esos bienes o sacrificaréis por el bien de los demás, os daréis en cuerpo y alma, para que otros vivan, como se dio Mi Hijo por vosotros?

    Será el tiempo de separar el trigo y la cizaña, las ovejas y los carneros, lo bueno y lo malo, permanecerá lo bueno, se quemará lo malo, el fuego vendrá, como está anunciado, un Fuego Vivificador purificará la Tierra entera (Lenguas…) y después conoceréis en pleno Mi Amor, después de la prueba, en donde el Amor vencerá, el Amor se dará purificado en el crisol y las almas, las almas que queden, serán vivificadas, en Mí, vuestro Dios. Gozo tremendo habrá en la Tierra, Mi Vida se dará plenamente entre vosotros, Cielos Nuevos y Tierras Nuevas se darán gracias a vuestra donación, a vuestro sacrificio a vuestro cumplimiento en vuestra misión. Gozad, no os entristezcáis, gozad Mis pequeños, esos momentos ya desde ahora y pedidMe, pedidMe lo necesario que cada uno lleva en su corazón para poder salir triunfantes de la Gran Prueba Divina que se os dará, la prueba definitiva que se os dará para entrar al Nuevo Reino, al Reino del Amor. Gracias, Mis pequeños.

    Quinto Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Llegará el momento con vuestras lágrimas que Me buscaréis y ahí estaré, Mis pequeños, ahí estaré.
    Si, hijo Mío, esto es lo que estás viendo. Es la Tierra, envuelta en obscuridad, en nubes que obscurecen la entrada de Mi Gracia, nubes de maldad, nubes satánicas que no permiten, aparentemente, que Mi Gracia llegue hasta vosotros, pero ves ahora, esos lugares donde se ve fuego, fuego grande, explosiones, que empiezan a producir el fuego en las almas de vuestros hermanos.

    Sí, os he dicho que Soy un Dios de Amor, pero vuestra necedad ha creado ésta nube densa que cubre a la Tierra entera. El pueblo judío Me daba la espalda y así como ellos se cubrían con esa nube densa de obscuridad, porque permitían la entrada de la maldad a su corazón, maldad que se reflejaba en los ídolos que aceptaban en su culto, la prostitución con otros pueblos idólatras, tanto mal que aceptaban ellos, cuando habían sido escogidos para lo grande, vosotros estáis igual ahora, os habéis prostituido, habéis prostituido vuestra alma, habéis dejado entrar en vuestra alma la maldad, el error. Otros ídolos os han llevado a vuestra muerte espiritual, tendréis que padecer la maldad que permitisteis en vuestro corazón tendréis que entrar en la realidad que aceptasteis en vuestra vida.

    Así como Yo iba cuidando al pueblo judío de los enemigos a su alrededor, Yo os he prometido que os cuidaré de los ataques satánicos cuando estéis Conmigo. Ahora satanás va tomando el mundo, sentiréis sus golpes, sentiréis dolor, llegará el momento en que no soportaréis más sus ataques y es cuando voltearéis nuevamente hacia Mí, vuestro Dios, para pedir Misericordia, para pedir perdón. Es cuando os daréis realmente cuenta de vuestro pecado, de vuestra maldad, del olvido hacia Mí, vuestro Dios. Mucho mal habéis hecho a Mi Corazón Divino, cuando Yo os daba todo, os proveía de todo y vosotros mismos preferisteis el vivir la vida que satanás os daba. No sabíais al principio lo que habíais permitido, pero creció éste mal y no lo quisisteis detener, aún a pesar de que ya sentíais el sufrimiento y la escasez.

    Ciertamente que os levantaré en el momento en que pidáis perdón de corazón, pero ahora, todavía ahora, no os queréis dar cuenta de lo que está sucediendo y de lo que sobrevendrá por vuestra negligencia.

    Llegará el momento, llegará el momento, con vuestras lágrimas, que Me buscaréis y ahí estaré, Mis pequeños, ahí estaré. Aceptaré vuestro sufrimiento, enjugaré vuestras lágrimas, os levantaré y viviréis nuevamente bajo el Amparo de Mi Amor. ¡Cómo quisiera que entendierais ya, que os arrepintierais antes de que viniera lo más grave!, ¡ojala, Mis pequeños, entendierais ya!

    Os amo, os amo infinitamente, os amo, Mis pequeños y Me duele vuestra negligencia y vuestro pecado en vuestra vida. Os amo, Mis pequeños.