Feb 11_08 La prudencia es una virtud que todos vosotros debéis cultivar.

Rosario.

Mensajes de Dios Padre y La Santísima Virgen María a J. V.

Temas:

  • ¡Os amo tanto, Mis pequeños!, ¡os amo tanto, cómo quisiera, Mis pequeños, que entendiérais Mi Amor!
  • La prudencia es una virtud que todos vosotros debéis cultivar para mantener la paz, tanto en vuestro interior, como alrededor de vosotros.
  • Todos vosotros seréis renovados en Mi Amor, todo será renovado, vuestra alma, vuestro cuerpo, vuestro alrededor.
  • Todos vosotros tenéis una misión Divina, entended esto, Mis pequeños , con vuestra mente y con vuestro corazón.
  • Sois los hijos pródigos que estoy esperando, renovaos pues en Mi Amor, para que obtengáis de Mí, lo que es vuestro, lo que os pertenece.
  • Primer Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: ¡Os amo tanto, Mis pequeños!, ¡os amo tanto, cómo quisiera, Mis pequeños , que entendierais Mi Amor!
    (Lenguas…) ¡Oh!, hijitos de Mi Corazón, ¡cuánto os amo!, las manifestaciones que Yo os concedo para que estéis Conmigo, para que Me escuchéis, para que Me acompañéis, son manifestaciones de Mi Amor para que Me conozcáis, para que entendáis cómo vuestro Padre y vuestro Dios os ama, os ama hasta el delirio. Sí, Mis pequeños, no podéis entender Mi Amor, os amo con locura, es el delirio santo, que solamente un padre, que ama de de veras, puede sentir por el hijo amado.

    ¡Oh!, Mis pequeños, si entendierais cuánto os amo y correspondierais a ése Amor, sería el Paraíso y a eso os quiero llevar, Mis pequeños, a regresar al Paraíso, que eso era el Principio, cuando Yo creé a vuestros Primeros Padres, era un delirio de Amor. Ellos conocían Mi Amor en pleno, ellos se deleitaban con él y se entregaban en pleno, también, a Mí, su Padre y su Dios, su Creador, el que les dio vida, pero sobre todo, él que les dio su Amor. Sí, Mi Amor, dado completamente a ellos y que Yo quiero ahora darlo a todos vosotros.

    Abrid, Mis pequeños, vuestro corazón para que Yo pueda entrar en pleno, para que podáis gozar de todas las maravillas que tengo para vosotros. Sois hechura de Amor, Mis pequeños, y estáis destinados a producir Amor, a reproducir Mí Amor, que debe habitar entre vosotros y así, viviendo entre hermanos, compartiendo de Mi Amor a los niveles que cada uno de vosotros debe crear, así regresaréis a la Creación Primaria, en donde todo era Amor, armonía, belleza infinita.
    ¡Cuánto estáis desperdiciando, Mis pequeños!, al no dejar que Mi Amor se dé en vosotros, se reproduzca y se comparta, tenéis que hacer un esfuerzo, Mis pequeños, para ganar Mi Bien Supremo, el Bien que tenéis en vuestro corazón, pero no lo dejáis brotar, no lo dejáis germinar, no lo estáis regando, para que crezca y dé fruto. Dejad pues, que Mi Amor que habita en cada uno de vosotros, se dé, se d&eacute, en pleno, Mis pequeños y veréis cómo todo cambia, porque el Amor transformará todo.

    ¡Os amo tanto, Mis pequeños!, ¡os amo tanto, cómo quisiera, Mis pequeños, que entendierais Mi Amor!
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: La prudencia es una virtud que todos vosotros debéis cultivar para mantener la paz, tanto en vuestro interior, como alrededor de vosotros.
    Hijitos Míos, la prudencia es una virtud que todos vosotros debéis cultivar para mantener la paz, tanto en vuestro interior, como alrededor de vosotros.

    Sí, Mis pequeños, para tener prudencia, debéis tener mucha humildad. Sí, la humildad debe ser reconocer que a pesar de que tengáis razón, en ciertas situaciones que se os presenten, por prudencia, deberéis callar, para mantener la paz. Pero sí, deberéis, por otro lado, con sabiduría, hacer entender, en lo privado a aquél hermano vuestro que erró, decirle, con amor sus errores y por otro lado, también vosotros, saber reconocer vuestros errores, cuando alguien más os los haga saber.

    Mis pequeños, si el hombre utilizara la prudencia la prudencia en virtud, como debe ser, tantos, tantos problemas se resolverían en los hogares, en la sociedad, entre los pueblos, en el mundo entero. Pero no, a veces queréis hacer saber al hermano vuestro en qué está errando y no, no utilizáis la prudencia, esto os lleva al pleito. Tendréis problemas mayores que con los que empezasteis y todo, muchas veces, por soberbia, que quisisteis que se os viera a vosotros como el “perfecto” y al otro, como al que ha errado.

    Mis pequeños, sed prudentes en vuestra vida, pero sed sabios también, para poder mantener la paz a vuestro alrededor y en vuestro interior.

    Meditad ésta virtud, Mis pequeños, en vuestro corazón, dejadMe a Mí que Yo os guíe, para que la uséis debidamente, que os ayudéis vosotros mismos y ayudéis a vuestros hermanos. La prudencia, os repito, os llevará a la paz, paz a vuestro alrededor, paz interior y de ésta forma iréis contagiando ésta paz a vuestros hermanos y trabajando todos en ésta virtud, mantendréis la paz en el mundo que tanto lo necesita. No os dejéis llevar por vuestro amor propio, por vuestra soberbia, por vuestra falsedad. Deteneos, pensad un momento, lo que Mi Hijo llevaba a los pueblos era paz y, con prudencia, iba guiando a todos, a todos los que se acercaban a Él, haciéndoles entender la Verdad, la verdadera Verdad Divina, a la que todos vosotros estáis llamados. Buscad Mi Verdad y encontraréis todas las virtudes y, especialmente, el Amor. Gracias, Mis pequeños.

    Tercer Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Todos vosotros seréis renovados en Mi Amor, todo será renovado, vuestra alma, vuestro cuerpo, vuestro alrededor.
    Hijitos Míos, todos vosotros seréis renovados en Mi Amor, todo será renovado, vuestra alma, vuestro cuerpo, vuestro alrededor.

    Sí, Mis pequeños, os he dicho que necesitáis ya una renovación en todo. Satanás os ha atacado tremendamente y vosotros no habéis querido deteneros, le disteis el paso libre y ahora os ha llenado su falsedad, estáis sufriendo un verdadero castigo, castigo que os habéis ganado, porque os apartasteis de Mis Leyes y de Mi Amor.

    Quisisteis hacer vuestra voluntad y, al estar apartados de Mí, os tomó satanás, Mi enemigo, vuestro enemigo. Él os ha llevado, con mentiras, a creer que tenéis un bien mayor al que Yo os puedo dar, que al tener la libertad que ahora creéis vivir y que habéis vuelto un libertinaje, éste os ha llevado a perder los grandes valores que solamente pueden venir de Mí y son los que adornan vuestra alma y vuestra vida.

    Sí, ahora habéis llenado vuestro corazón de la podredumbre que solamente puede salir de satanás, podredumbre fatal que ha hecho que muchas almas se condenen y no alcancen su salvación eterna.

    Queréis seguir teniendo los ojos cerrados a Mi Gracia, a Mi Amor y los abrís al libertinaje, a la mentira y al error y estáis viendo ahora ésos resultados, no vivís en paz, no vivís con amor, las virtudes han desaparecido en vuestra vida y en la de vuestros hermanos, vivís como en la selva, atacándoos unos a otros, la ley del más fuerte, sin respetar al débil.

    Esto es lo que queríais, ahora lo tenéis y ahora lo estaréis padeciendo, hasta que vosotros mismos entendáis vuestra lección, que el estar apartados de Mí, nunca os va a traer el Bien y siempre estaréis rodeados de mal.

    Tenéis que regresar a Mí, Mis pequeños, a llenar vuestro corazón de amor. Vosotros creéis que cuando vivís en la Caridad, cuando vivís en el respeto, cuando buscáis el bien del necesitado, del que es menos que vosotros, os hacéis débiles y es un error, Mis pequeños, ante Mis Ojos sois grandes cuando más pequeños os hacéis. Cuando os volvéis servidores de vuestros hermanos, con los dones que Yo os he concedido, es cuando más grandes seréis y mejor estaréis acomodados en el Reino de los cielos.

    Sí, Mis pequeños, con vuestra humildad obtendréis Mi soberanía y estaréis Conmigo más cerca de Mi Corazón mientras más pequeñitos os hagáis en la Tierra, sirviendo a vuestros hermanos, ayudándoles a ser grandes en la Gracia, en el Amor, en las Virtudes, en la ejecución de Mis Mandamientos, Mandamientos de Amor que os perfeccionan, que os hacen grades ante Mis Ojos y grandes ante vuestros hermanos.

    Ved la diferencia, Mis pequeños, entre las enseñanzas de satanás y las Mías, satanás os lleva a la soberbia, a haceros grandes ante los ojos de los hombres, os aprovecháis del débil, del desamparado, del que no tiene o le quitáis a aquél que tiene y que vosotros ni siquiera lo trabajasteis, sino que lo robáis. Os aprovecháis de vuestros hermanos para que se os alabe vuestro mal y no buscáis el Bien, sino simplemente queréis estar por sobre todos para que resaltéis ante el mundo.

    En cambio, Yo os pido vuestra pequeñez, vuestra humildad, vuestro amor, el servicio, el engrandecimiento de los demás y vuestro abajamiento, para que podáis servir de escalón para que los demás crezcan y así, en la pequeñez, seréis grandes ante Mis Ojos en el Reino de los Cielos.

    Escudriñad en vuestro corazón y poneos ante Mí, ante vuestro Juicio personal, ¿en qué situación estáis, Mis pequeños?, o sois Míos, actuando como os lo pido, o sois de satanás, actuando como él os pide y así, vosotros mismos, en Sabiduría Santa, sabréis por qué camino vais y qué tendréis cuando realmente estéis ante Mí, al final de vuestra existencia. Sed honestos con vosotros mismos y si necesitáis de Mí, que todo hombre lo necesita, acudid, Mis pequeños, que Yo os ayudaré a que alcancéis los bienes eternos. Gracias, Mis pequeños.

    Cuarto Misterio,
    Habla La Santísima Virgen María,
    Sobre: Todos vosotros tenéis una misión, una misión Divina, entended esto, Mis pequeños, con vuestra mente y con vuestro corazón.
    Hijitos Míos, Yo voy ayudando a Mi Hijo, Jesucristo, a ir cuidando el rebaño que Su Amor va uniendo. Yo voy pastoreando a éste rebaño escogido, sois Mis hijos, Mis pequeños, Soy vuestra Madre y Yo os voy llevando también a ésos pastos verdes, pastos verdes que es el Amor de Nuestro Dios, que es la Sabiduría Santa, que es el Cielo mismo. Vosotros, todos vosotros, Mis pequeños, estáis llamados a vivir en el Reino de los Cielos, de ahí salisteis y ahí debéis volver.

    Todos vosotros tenéis una misión, una misión Divina, entended esto, Mis pequeños, con vuestra mente y con vuestro corazón. Todas las almas, todos vosotros, ahora como seres humanos, al haber tomado un cuerpo para misionar en la Tierra, la misión que tenéis es Divina, no es cualquier cosa, Mis pequeños, estáis sirviendo a vuestro Dios, como Yo Misma le serví para ser medio, para que viniera el Salvador a la Tierra para la Redención del género humano. Todos vosotros, Mis pequeños, tenéis una misión en la Tierra, por el que el Divino Ser, Nuestro Dios, os lo pidió.

    Cómo quisiera, Mis pequeños, que entendierais esto de corazón, porque gran respeto debierais tener con vuestra vida y con la de los demás. Cuidar vuestra vida, llevar a cabo vuestra misión lo más perfecto posible y cuidar la misión de vuestros hermanos y compartir como verdaderos hermanos, la ayuda y los bienes que tengáis cada uno de vosotros, para rehacer el Reino de Mi Hijo sobre la Tierra. Sí, Mis pequeños, estáis llamados a ello, vuestra misión Divina, dará por resultado que la Divinidad se muestre sobre la Tierra, que venga a Reinar sobre todos vosotros y así gozaréis inmensamente de los bienes de Nuestro Dios, de Mi Hijo en Su Trinidad, para el Bien de todas las almas, de todos los seres humanos.

    Es un honor muy grande el que ha hecho Nuestro Padre con cada uno de vosotros y Conmigo, Su Sierva, ser tomados para servirle en Su Divinidad.

    Gozad pues, Mis pequeños, en ésta realidad, ésta realidad Divina que os alcanza también a vosotros y mientras más la vais llevando con amor y la vais cumpliendo, con cariño, con dedicación, gozaréis grandemente de los Bienes que tiene Nuestro Dios para cada uno de vosotros.

    Ciertamente, siempre, recibís ayuda Divina para llevar a cabo vuestra misión, no os apartéis, Mis pequeños, de la Fuente Divina que es Nuestro Dios, para que Él os vaya dando la Sabiduría, la Fuerza, el Amor necesarios y todo lo que necesitéis para cumplir con vuestra misión.

    Sois grandes ante los Ojos de Nuestro Dios, no desperdiciéis la oportunidad Divina que se os ha permitido tener aquí en la Tierra, para servir a Nuestro Dios, el Creador del universo entero. Gracias, Mis pequeños.

    Quinto Misterio ,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Sois los hijos pródigos que estoy esperando, renovaos pues en Mi Amor, para que obtengáis de Mí, lo que es vuestro, lo que os pertenece.
    Hijitos Míos, en las Escrituras se os pide que vosotros debéis reproducir la Imagen de Mi Hijo en vosotros. Quiero pediros que la próxima vez que os veáis ante un espejo, no esperéis ver vuestra imagen, sino la de Mi Hijo reflejada, que sea Mi Hijo al que veáis vosotros y no os veáis a vosotros mismos. Esa es la imagen que necesito de cada uno de vosotros, que seáis el reflejo fiel de Mi Hijo sobre la Tierra.

    Sí, Mis pequeños, es una misión grande, una misión bella la que tenéis sobre la Tierra, una misión santísima, loable, ser otros Cristos sobre la Tierra, eso es lo que necesito de cada uno de vosotros, que os quitéis vuestro “yo”, que os apartéis de vuestro “yo”, que enterréis vuestro “yo”, para que sea Mi Hijo el que resurja de vuestro interior, el que se muestre a los demás, el que dé vida a los demás, que vuestra presencia a donde vayáis sea la de Mi Hijo, que las palabras que uséis, sean las de Mi Hijo, que el ejemplo que deis, sea el de Mi Hijo.

    Sí, Mis pequeños, que traigáis paz a aquellos que la necesitan, que deis sabiduría y crecimiento a aquellos que se acerquen a vosotros, que seáis esos Cristos que salvan a los demás y no que destruyan a los demás.

    Mis pequeños, os he regalado Mi Vida, os he regalado Mi Presencia en vosotros, os he regalado Cielo en vuestro interior, os he regalado de Mi Sabiduría Divina, ¿qué tenéis vosotros, para regalarMe a Mí, vuestro Dios? Quiero almas, estoy ávido de almas, necesito recuperación de almas, que se han perdido en el mar del pecado. Sí, Mis pequeños, ahora es un mar de pecado el que está cubriendo la Tierra, la maldad ha tomado posesión prácticamente de toda la Tierra, estáis rodeados de una nube obscura, vuestro mundo, prácticamente, no quiere ya recibir Mis Rayos de Luz Divina, habéis cerrado vuestro corazón a todo lo que viene de Mí, satanás está tomando posesión y reinando por sobre todos los hombres.

    Me tenéis, Me tenéis, Mis pequeños, no estáis muertos todavía, aunque estéis muertos al pecado Yo os puedo resucitar a la vida, a la verdadera vida de la Gracia. PedídMelo, pedid que venga Mi Luz a la Tierra y que toda ésa maldad, que ya está corrompiendo a los hombres y está reinando, prácticamente, en todos los pueblos de la Tierra, Mi Amor la venza y os renueve como almas Divinas que sois.

    Estáis llamados, os he dicho a la Divinidad, a la vida Conmigo, con vuestro Dios, no desperdiciéis el ser hijos Míos, no desperdiciéis Mi llamamiento para que regreséis a Mí, que satanás no os haga creer que todo está perdido, él nunca os va a dar ésa luz para que podáis entender. Mi Misericordia todo lo puede, por eso os digo, Mis pequeños, aún por más perdidos que creáis estar en el pecado y en la maldad, tenéis Mi Misericordia, contáis con ella y con Mi Perdón para que regreséis a Mí, como verdaderos hijos que sois. Sois los hijos pródigos que estoy esperando, renovaos pues en Mi Amor, para que obtengáis de Mí, lo que es vuestro, lo que os pertenece. Gracias, Mis pequeños.