Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de La Santísima Trinidad a J. V.
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Habla La Santísima Trinidad
(Lenguas…)
Hijitos Míos, Yo Mismo quise tomar la naturaleza humana y, al tomarla, pude haber aparecido ante el Mundo con grandes joyas, con gran poder y con gran autoridad, pero, en la Educación que os dejé, con Mi Presencia, con Mis Palabras, quise que os dierais cuenta que esa no era la manera de entrar al Reino de los Cielos. Al Reino de los Cielos entráis con un espíritu renovado, con un alma limpia, pura y santa, con un deseo grande de vivir eternamente Conmigo, vuestro Dios. Pero, ¿qué es lo que hace satanás con vosotros? Os quita todos esos deseos buenos, Santos y os colma, si así se lo pedís, de los bienes de este mundo, y vosotros al tenerlos, desaparezco de vuestra mente y de vuestro corazón.
Ahora estáis padeciendo lo profetizado; que se os iba a ir quitando todo aquello en lo cual confiáis, y os sentís mal cuando no tenéis de los bienes del mundo. Yo os dije que nada os faltaría si estuvierais Conmigo, además de que Yo, vuestro Dios, os he dicho que os proveeré de lo necesario para que vosotros os mantengáis fuertes y sanos, con el alimento del mundo, con el vestido, con todo lo que necesita vuestro cuerpo, tanto como para protegerlo, como para ser vehículo para que llevéis vuestra alma a donde Yo os mande ir. Y así debéis de tomar vuestro cuerpo, como un vehículo, simplemente, un vehículo que lo deberéis mantener puro, limpio, santo, porque es lo que el mundo ve, pero esto se logra cuando vuestro interior es así también: puro, limpio, santo.
Satanás os conoce y conoce el mundo, conoce vuestras desviaciones, porque os ha llevado él mismo a ellas y no entendéis, ¡no entendéis, que mientras más tenéis, más os desviáis! Os voy quitando de los bienes y en lugar de aceptar Mi Voluntad, desfallecéis, porque no los tenéis, y hasta os quitáis la vida porque sentís que en el dinero, que en los bienes de este mundo está todo vuestro bienestar, y entonces, ¿el bienestar del alma en dónde queda?, que es la que va a trascender, es la que va a vivir bien o mal por la eternidad.
Se os olvidan estas realidades espirituales y os mantenéis, nada más, pensando en el momento. Y ya no es tiempo de pensar solamente en el momento, tenéis ya que pensar en la eternidad, puesto que ya estáis en el período de purificación, purificación Universal.
¿Estáis preparados para poder lograr vuestro pase a la vida eterna?, o seguís pensando que eso no existe, que eso no tiene por qué darse en Mi Benevolencia, porque todos han de salvarse, hayan hecho lo que hayan hecho, y no es así, Mis pequeños, porque hay almas buenas, almas malas, almas que se dan por los demás, pero hay almas que destruyen a los demás.
No queréis entender lo que os he enseñado, por temor o por indiferencia, y así, Me habéis hecho a un lado a lo largo de vuestra existencia.
Estáis ciegos, no sabéis entender las Escrituras y ni queréis apropiaros de ellas para hacerlas Vida en vuestra vida. ¡Cuánta maldad hay en vuestro interior! Vivís en soledad y no os queréis dar cuenta de ello, porque el pecado os lleva a esa soledad. Os sentís solos en el mundo, porque, como os digo, el pecado, al alejaros de Mí, no tenéis el apoyo espiritual que necesita vuestra alma. El hombre no está hecho para la soledad, porque si el hombre sabe amarMe, sabe tenerMe en su interior, no necesita el exterior, no necesita a los demás para estar completo.
Me desperdiciáis a Mí, vuestro Dios. Os pertenezco, pero no Me queréis tomar. Os he pedido tanto que Me invitéis a vuestro interior, que seaMos uno, pero no, solamente os acordáis de Mí, a momentos de vuestra existencia y preferís buscar otro tipo de compañía para distraeros o para sentiros acompañados. ¡No, Mis pequeños!, si no os vais preparando desde ahora, si no Me vais amando fuertemente desde ahora, ¿para qué queréis la vida eterna Conmigo?
Son Palabras fuertes, pero reales. No estáis enamorados de Mí. Si no sentís que Me necesitáis, si Yo no Vivo en vuestro interior, entonces, ¿quién vive ahí?
Cuando enamorados estáis en la Tierra, por una persona a la que queréis, que amáis y que deseáis, que comparta su vida con vosotros, y que vosotros también le deis a esa persona vuestro tiempo, vuestro futuro; si realmente os amáis, no sentiréis esa separación, ese ausentismo. ¿Por qué no estáis enamorados de Mí?, si Yo Soy más que cualquier otra persona en el mundo, a las que sí amáis, por lo menos, por un tiempo, porque satanás siempre os va a estar atacando para romper una relación de amor, porque os envidia, porque no soporta una vida de amor.
Cuando, realmente, estáis enamorados de Mí, que Me buscáis, que Me transmitís, que presumís que lleváis Mi Amor, Mi Presencia en vosotros, inmediatamente, satanás os atacará, y fuertemente, para que Me hagáis a un lado de vuestra existencia. Es una realidad que todos vosotros vivís, especialmente, cuando Me buscáis a lo largo de vuestra existencia.
Cuando amáis a alguien, movéis, como decís, todo el mundo, para ir hacia esa persona que amáis. ¿Cómo creéis vosotros, que Me siento Yo, vuestro Dios, cuando no veo en vosotros, ese deseo grande de buscarMe, de amarMe?, y tener coloquios íntimos, bellos, en donde os enseñaré más de Mí, para que os enamoréis, todavía más, y de esta forma, nunca dejaré Yo que Me abandonéis; siempre os enseñaré más de Mí y os mantendré Conmigo, pero vosotros no respondéis, os aburrís de Mi Amor.
Palabras fuertes, nuevamente. ¡Aburrirse del Amor Verdadero, del Amor Santo, del Amor de Todo Un Dios Poderosísimo, que os ama a cada uno de vosotros, con un Amor que no conocéis! Un Amor extraordinario, un Amor Inmenso, pero vosotros, siendo pequeñitos, ínfimas creaturitas, en lugar de estar grandemente agradecidos de que el Dios del Universo se fije en vosotros, y os ame tanto, y vosotros no respondéis a ese Amor, ¿cómo está, entonces, vuestro corazón Conmigo? ¿Dónde está, realmente, el amor que decís tenerMe?
Disculpen que os diga todo esto, pero Me siento herido en Mi Corazón, porque os he dado tanto, ¡quisiera que vosotros estuvierais a Mi alrededor!, que Me contarais cosas bonitas, que Me agradecierais tantas cosas que os he dado, que Me platicarais por mucho rato, que no Me dejarais Solo y, abandonado estoy. ¡Eso Me da tanto Dolor! ¡Tanto Dolor!
En Mi Pasión sentí, muchas veces, esa ausencia de vosotros, esa ausencia de amor hacia Mí, vuestro Dios, y la sigo sintiendo. ¿Cuándo reaccionaréis, Mis pequeños?, ¿cuándo estaréis a la altura de ese honor tan grande que se os concedió, de ser llamados hijos de Dios, hermanos de vuestro Salvador? Si realmente, estuvierais a esa altura, haríais mucho más por agradarMe, por amarMe más, por tenerMe más cerca de vuestro corazón, y compartirMe vuestras cosas bellas, bonitas, y Yo, os compartiría tantas cosas Divinas! Y os enamoraría, también, para que nunca os separarais de Mí.
Soy el Dios Abandonado, el Dios Olvidado, el Dios utilizado para que os cumpla vuestras necesidades, pero no Soy el Dios en el cual confiáis como Amigo, como Hermano, como Padre, ¿ahora Me comprendéis?
Nuevamente, Me disculpo que os muestre Mi Interior, Mis Dolores y que os diga las Verdades que padecéis contra Mí, contra el Amor Divino y os las recuerdo, para que pongáis de vuestra parte, para que enmendéis vuestra vida, vuestra existencia, y que Me deis lo que Me merezco Yo, vuestro Dios Creador, vuestro Dios Salvador, vuestro Dios Amor.
Gracias, Mis pequeños.