Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.
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Habla La Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María y se os ha dicho repetidas veces que éstos son Mis tiempos, que debéis acudir a Mí, vuestra Madre, especialmente, vosotros, Mis hijos mexicanos, que estáis pasando una Purificación, de la cual saldrá vuestro país victorioso contra las fuerzas de satanás que se ha introducido en la sociedad y en la misma Iglesia.
Mis pequeños, vuestro país fue escogido por Nuestro Padre Dios para que fuera un ejemplo ante todas las Naciones, pero como niño consentido, vosotros os sentisteis poderosos y os apartasteis del Bien, como antiguamente el pueblo judío, que se sentía poderoso por tener el respaldo de Nuestro Dios.
Mis pequeños, un guerrero sale a luchar para vencer al enemigo con sus fuerzas, sufre, es atacado, quizá herido, pero, al final, sale victorioso y así es ahora con el pueblo de México, es atacado por el dragón apocalíptico, satanás.
Sabéis, y se os ha dicho, que vuestra fuerza radica en la unión de todos vosotros, y esto es en la oración que tanto se os ha pedido y, sobre todo, que como estáis todos vosotros, bajo Mi Protección, en Mi Advocación de Guadalupe, debéis acudir a Mí, vuestra Madre, vuestra Maestra, vuestra guía para salir victoriosos.
Satanás sabe perfectamente, que si os unís y pedís Mi Protección Virginal, él será vencido. Y a eso le teme, Mis pequeños, le teme a Mi Santo Nombre, le teme al Santo Rosario, le teme a vuestra unión, a vuestra unión Conmigo, vuestra Madre, vuestra Capitana de este ejército mexicano que saldrá victorioso contra este dragón que os viene causando tanto desastres espirituales, económicos, sociales, desde hace muchas décadas, muchas décadas.
La masonería os ha venido aplastando desde hace muchos años y este pueblo sufriente, pronto tendrá su éxito, pero será porque os uniréis en oración y en buenas obras contra las fuerzas de satanás. Debéis actuar como hermanos, que lo sois, debéis luchar juntos contra las fuerzas de satanás y, sobre todo, contra su ideología satánico-masona, que os han tratado de introducir poco a poco, pero por Gracia de Dios y con Mi Ayuda, no se le ha permitido que actúe fuertemente contra vosotros.
Ciertamente, está perdiendo poder, porque os estáis uniendo y estáis orando, pero os debéis mantener unidos, ya no detener el paso, debéis seguir adelante, Mis pequeños, para cumplir vuestra misión, ante vuestro Dios, que os ha dado un lugar preponderante ante el Mundo entero.
Vais a ser ejemplo ante el Mundo entero de todos los cambios venideros y esto se dará, porque lucharéis por vuestra Patria, lucharéis porque se dé el Triunfo de Mi Bendito Corazón sobre esta tierra escogida desde antes de todos los siglos.
Debéis estar orgullosos, Mis pequeños, de que vuestro Dios, Mi Señor, os haya escogido, pero no habéis dado el ancho. Os habéis desviado de lo que teníais desde muchos años antes, en donde se vivía plenamente la espiritualidad entre vosotros, pero empezasteis a aceptar, como el antiguo pueblo judío, culturas de otros lados que os desviaron hacia el ateísmo, hacia el materialismo, hacia el error, que no existía entre vosotros tan fuertemente como ahora.
Sois un pueblo unido, pero mucho de lo malo de otros pueblos y naciones habéis aceptado en vuestra cultura y habéis hecho a un lado Mi Presencia entre vosotros. Soy vuestra Madre, os protejo y os seguiré protegiendo contra la maldad de satanás, pero si no ponéis más de vuestra parte, os seguirá dañando cada vez más, y vuestro dolor será inmenso.
EstaMos con vosotros, el Cielo está con vosotros, os estaMos protegiendo, pero debéis poner de vuestra parte para poder triunfar, si no, se alargará el tiempo de vuestra penitencia, las fuerzas de satanás no podrán contra este pueblo, os lo aseguro y os lo prometo.
Orad, Mis pequeños, manteneos unidos en el Santo Rosario, buscad el estado de Gracia, buscad ese amor fraterno que teníais décadas anteriores, sois el pueblo escogido por Dios, agradecedlo y dadLe a vuestro Dios, lo que Él se merece de parte vuestra, por esa Gracia tan grande que ha derramado sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.