Oct 20, 2022 La Iglesia, Mi Iglesia, vuestra Iglesia, necesita mucha oración, necesita una gran Purificación. Todo será renovado, todo será purificado.

Rosario – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Habla Nuestro Señor Jesucristo

(Lenguas…) Sí, hijitos Míos, hoy, jueves sacerdotal, ¿cuántos, cuántos de vosotros, realmente, os preocupáis por las vidas sacerdotales y religiosas, tanto física como espiritualmente?

Os he dicho que hasta los Ángeles en el Cielo se asombran del Poder Divino que tienen los sacerdotes, que se les ha confiado en la Transubstanciación, durante la Misa.

Realmente, no los cuidáis, no pedís mucho por ellos, no los tratáis como debierais. Ellos son los únicos que os pueden perdonar vuestros pecados. Ellos son los únicos que os pueden alimentar con el Alimento Divino. Ciertamente, son humanos, como vosotros, pero tienen esa Gracia Divina, el Sacramento, la Unción Sacerdotal.

Los debierais tratar de una manera muy especial, porque son alguien especial en el mundo, pero, desgraciadamente, la gran mayoría caen en soberbia fácilmente. Sí, debierais tratarlos y cuidarlos como joyas, como grandes personajes, aunque ya no tienen Humildad, porque, a pesar de que se les trate como se les debe tratar, por ser quienes son, caen rápidamente en soberbia y van perdiendo toda esa Gracia Sacerdotal, porque empiezan a tomar otra posición que no les corresponde, que es la soberbia, y con eso caen, caen muy fácilmente.

Mis pequeños, hay almitas que mando continuamente al mundo, para seguir manteniendo la vida de la Iglesia entre vosotros; para seguir manteniendo el Alimento Divino que os dan los sacerdotes; para ir manteniendo el perdón que solamente ellos os pueden dar. Pero satanás se adelanta mucho. Antes de que lleguen a ser quienes deben de ser, les destroza sus vidas sacerdotales, los vuelve del mundo; y ellos, van perdiendo el amor por el sacerdocio.

Se aburren, muchos de ellos, de ser sacerdotes, no se defienden con la oración, y especialmente, con el rezo del Santo Rosario, pocos son los sacerdotes que rezan el Santo Rosario. Se les hace monótona su vida sacerdotal, porque no le piden a Mi Santo Espíritu que los ilumine y que los vaya enriqueciendo con el entendimiento de las Sagradas Escrituras, en donde tienen un manantial de Conocimiento que no se acaba.

¡Cuánto desperdicio, aún de ellos mismos, que teniendo el acceso, el tiempo y la obligación, de sacar la Sabiduría a las Sagradas Escrituras, que los va a llevar a la santidad de vida y a ser un ejemplo ante todos los hombres, no lo hacen! ¡Cuánto desperdicio de vida! ¡Cuánto desperdicio de su misión sacerdotal!, no crecen espiritualmente, porque añoran el mundo, quieren mantenerse en el mundo, y no acaban de entender que ellos fueron escogidos, por Nuestra Santísima Trinidad, para ser diferentes a las almas del mundo.

La misma feligresía, antes veía en ellos personajes especiales, llenos de Sabiduría Divina y por eso buscaban su consejo para los tantos problemas que tenéis todos vosotros, pero, al volverse del mundo, ya no acuden a Mi Santo Espíritu, para que los llene de Sabiduría Divina y les ayude a contrarrestar toda la maldad que se vive alrededor vuestro, y aún ellos mismos caen en esas maldades de satanás, y no saben cómo salir de ellas.

Os he dado grandes hombres con una misión sacerdotal, y pocos, muy pocos, hacen de su vida lo que deben ser: sacerdotes, verdaderos seguidores Míos.

¡Cuánto dolor Me causan estas almas que fueron escogidas desde antes del tiempo para que fueran esas almas ejemplares, totalmente cercanas a Mí, vuestro Dios y Salvador! ¡Qué dolor Me causan estas almas por su desperdicio de vida, que con la Sabiduría Divina, si realmente la buscaran y se les diera, podrían mover muchas almas al arrepentimiento y a la conversión. Pero, a veces, ya ni ellos mismos creen en esa vida sacerdotal, ya no creen en la Transubstanciación, ya no creen en el Alimento Divino. ¡Qué dolor Me causan estas almas, en las que puse todo Mi Amor, en las que heredé Mi Vida terrena para luego, volverla Divina!

¡Cuánta maldad!, ¡cuánta maldad hay dentro del medio sacerdotal, del clero, en sus altos niveles!, satanás ha hecho bien su parte, ha destrozado lo que Yo tanto os di y que mucho dolor Me costó.

El actuar de estos sacerdotes, causando mucho mal, mostrando su interior pecaminoso, apartados de la Gracia Divina, hacen que muchos de los fieles se aparten de la Iglesia. Han sido un ejemplo nefasto para el pueblo fiel.

El mal, que ahora, estáis viendo, no viene del exterior, ciertamente, están asesinando a sacerdotes y religiosas, y lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo atrás. Ahora, el mal, viene de dentro de la misma Iglesia, porque han perdido los valores sacerdotales y religiosos. La traición a Mi Sacratísimo Corazón, viene de dentro de la Iglesia; ¡Me duele tanto esto, Mis pequeños!, ¡Me duele tanto! El mismo Vaticano se ha vuelto una cueva de ladrones y asesinos. ¡Me duele tanto decirlo!, y lo tengo que decir, para que los que están Conmigo, los que Me vienen siguiendo, los que son fieles a Mis Enseñanzas, que muchos de ellos que sentían que algo malo estaba ocurriendo dentro de la Iglesia, lo confirmen, porque Mi Santo Espíritu no esconde las verdades que suceden y, lo hace, para que los que estáis Conmigo, oréis, por aquellos que debieran estar haciendo eso.

La Iglesia, Mi Iglesia, vuestra Iglesia, necesita mucha oración, necesita una gran Purificación. Todo será renovado, todo será purificado.

Las nuevas almas sacerdotales y religiosas, no serán afectadas por las insidias de satanás en estos tiempos por venir. Conoceréis los verdaderos sacerdotes, religiosos, religiosas, porque satanás no los estará atacando. Gozaréis las Misas, que no serán dichas a la velocidad que ahora se dicen, gozaréis las palabras, gozaréis los sermones, gozaréis los frutos que saldrá de cada Misa. Los fieles aprenderán mucho, porque, los sacerdotes tendrán ese Carisma Divino, guiados por el Espíritu Santo, para Enseñar lo que se os ha dejado en las  Sagradas Escrituras. Ir a Misa será un deleite, una Escuela diaria de aprendizaje, conocerán el Amor en pleno. Gozaréis, vosotros, los escogidos para las Nuevas Tierras, lo que ahí veréis.

Orad, pues, porque esos tiempos se den ya. Orad, para que se enfervoricen, desde ahora, las almas sacerdotales y religiosas. Orad, para que se arrepientan de su mala vida y retomen el camino que iniciaron desde pequeños. Orad por ellos, para que Mi Santo Espíritu anide en sus corazones; para que las palabras de ellos sean las Palabras de Mi Santo Espíritu y mueva a las almas a un crecimiento espiritual, muy alto.

No tenéis idea, ahora, en estos tiempos, de todo lo que aprenderéis de la nueva generación de sacerdotes que dará Mi Iglesia, Mi Iglesia renovada, Mi Iglesia Santa, Mi Iglesia Divinizada.

Orad y llorad, porque muchos, muchos de Mis sacerdotes Me han causado dolores por sus pecados y muchos de ellos, muy graves. Reparad por sus pecados, orad por ellos, para que se puedan salvar. Orad por las almitas que van llegando a la Tierra, almitas sacerdotales y religiosas, y muchas de ellas, de las actuales, iniciarán, también, las Nuevas Tierras que se os darán. Orad también por aquellos sacerdotes que se han mantenido fieles, que Me aman, que han sufrido mucho, porque han tenido mucho ataque de parte de las filas sacerdotales satanizadas. Todavía quedan buenos sacerdotes, y los protejo, porque son joyas preciosas, orad por ellos y aprended de ellos, los que conozcáis a algunas de estas almas escogidas y amantes de Mi Amor.

Gozad, pues, Mis Promesas que os he adelantado ahora, cuando algunos de vosotros, escogidos, gozaréis en este nuevo tiempo por venir.

Os bendigo, Mis pequeños, y agradezco de antemano todo lo que oraréis por estas almas Sacerdotales y religiosas actuales, para que retomen el camino que perdieron y que tanto dolor Me causaron.

Gracias, Mis pequeños.