Ago 15_2022 Venid a Mí, Mis pequeños, uníos a Mí, en este día, en especial, que así, como subí al Reino de los Cielos, os quiero llevar también Conmigo.

Rosario – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.

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Habla La Santísima Virgen María.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Soy vuestra Madre, y una madre siempre está buscando lo mejor para los hijos. Sabéis que por la Misericordia Infinita de Nuestro Padre Dios, todos, todos vosotros, buenos y malos, tenéis derecho a regresar al Reino de los Cielos.

La Humildad, la Humildad es la que os va a hacer ver vuestros errores, aceptarlos y con el espíritu de Discernimiento os daréis cuenta qué tanto habréis dañado el Corazón de vuestro Padre, de vuestro Dios.

Mis pequeños, Mi Hijo se dio por todos. Todos vosotros, buenos y malos, no importando raza, todos, todos sois hijos del mismo Padre y todos tenéis derecho a regresar al Reino de los Cielos, Él juzgará por el amor que llevéis en vuestro corazón.

Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor habita en cada uno de vosotros, en cada alma que ha bajado a la Tierra. Todos vosotros, no importando en donde estéis y qué creáis, podéis producir amor.

Mi Hijo os vino a Enseñar cómo os debéis amar los unos a los otros, y al final de Su estancia en la Tierra, eso es lo que os pidió, que os amarais los unos a los otros. El Amor, Mis pequeños, se os ha dicho, es el arma más poderosa que existe en toda la Creación, y con ella podréis vencer fácilmente a satanás.

Acercaos a Mi Hijo, pedidLe de corazón que os lleve hacia el Amor, que os haga ver vuestros errores, que os dé el Espíritu de Humildad, de arrepentimiento, para que obtengáis Su Perdón y podáis regresar a vuestro Hogar Eterno.

Recordad que el cuerpo que tenéis no es lo que os hace mejores o peores, sino el alma que lleváis en vuestro interior, que se haya dejado llevar por las inspiraciones (Lenguas…) de Mi Santo Espíritu, es lo que hace la diferencia entre buenos y malos, no vuestro exterior, ni os ganaréis el Cielo por vuestro exterior, sino que, os lo ganaréis por el amor que llevéis en vuestra alma, porque ésta es la que se presentará al final de vuestra existencia ante Mi Hijo, vuestro Juez.

Yo, vuestra Madre, Madre de todos los hombres, de toda la humanidad y de todos los tiempos, estoy velando por vuestro bien, estoy velando para cuidar vuestra alma, para llevarla nuevamente, a Mi Hijo. Ciertamente, hay almas que han entendido muy bien, desde pequeños, lo que es el Amor, lo que es vivir para Mi Hijo, vuestro Dios, y así lo habréis hecho a lo largo de vuestra existencia, y ciertamente, tendréis un lugar especial en el Reino de los Cielos. Pero aquellos, que, aunque sea que, al final de su existencia, entiendan lo que es el Amor, se arrepientan de sus maldades, también regresarán al Reino de los Cielos, seréis juzgados y obtendréis el lugar que os merecéis en el Reino de los Cielos, y no por esto os quiero decir que envidiaréis el lugar que os haya tocado con el que les haya tocado a vuestros hermanos, todos seréis plenos en el Amor de Dios y esto será dependiendo del Amor con el que lleguéis al final de vuestra existencia, al presentaros ante Mi Hijo, vuestro Juez.

Lo que importa, Mis pequeños, es que deseéis, de todo corazón, regresar a vuestro Hogar Eterno, que con Humildad y con mucha entereza, regreséis, pidáis perdón, de corazón y obtendréis esa entrada, que muchas almas desean, pero que, muchas, muchas otras, no les importa, porque ya han perdido la Fe y el Amor a Nuestro  Dios y Señor.

Venid a Mí, Mis pequeños, uníos a Mí, en este día, en especial, que así, como subí al Reino de los Cielos, os quiero llevar también Conmigo. Desead este momento también para vosotros, pedídMelo, Mis pequeños, y estaréis Conmigo, eternamente.

Gracias, Mis pequeños.