Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Visión: Veo a Dios, Nuestro Señor, está en la Cruz, veo que ciertamente, las espinas de Su Cabeza, son muy grandes, dice: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Hijitos Míos, estoy aquí por vuestro bien, sufro por vuestro bien, sufro por vuestra salvación, Me doy totalmente, por vosotros, por los vuestros, por los pecados del pasado, del presente, del futuro, pero ¿cuántos, cuántos de vosotros, realmente, aceptaréis con amor y con agradecimiento todo esto que estoy haciendo por vosotros? Me dono por vuestro bien, pero ¡cuánta maldad sigue habiendo en vuestros corazones!
Esta es Mi Donación, vine para donarMe por vosotros, y no apreciáis eso. No habéis abierto vuestro corazón, para entender lo que es Mi Vida en la Tierra, Mis Enseñanzas, Mis Milagros, Mi Amor, para vuestra conversión. Os sigo llamando en todo momento, para que vosotros vengáis a Mí, no hay otra forma de salvación, Mis pequeños, más que viniendo a Mí y Yo os presento a Mi Padre, Le presento Mi Donación, Mis Dolores, Mi Muerte, para que vosotros tengáis Vida.
Ved, Mis pequeños, el sufrimiento, y no solamente es el sufrimiento corporal, es Mi sufrimiento interno, el de Mi Corazón, Corazón muy atormentado, porque vosotros no queréis entender que estáis viviendo para morir, y no para vivir, porque estáis muriendo por tanto pecado que habéis dejado entrar en vuestro corazón.
Os he pedido que seáis otros Cristos, ciertamente, no sufriréis lo que Yo estoy sufriendo, no seréis crucificados, pero os lo pido, para que vosotros reparéis, también, por los pecados de vuestros hermanos y así vuestra vida esté unida a la Mía. Que os deis de corazón, por vuestros hermanos, que os veáis, como Yo os veo, pequeños, necesitados de un cambio, de un cambio drástico de alma, y que vosotros sudéis, también por ellos, que salga de vuestro corazón Mi Amor, Mi Amor que debe vivir en vosotros. Yo quiero que vosotros tengáis ese amor hacia vuestros hermanos, Mi Amor que quiere la conversión y salvación de las almas; eso es lo que quiero de vosotros, de ser otros Cristos, que vosotros reparéis, también, por los pecados de la humanidad.
OfrecedMe a Mi Padre, en todo momento tenedMe en vuestros labios y en vuestro corazón, que vuestros actos, vuestra vida, sea Mi Vida en vosotros, que Me vean a Mí en vosotros y todo aquello que suceda en vuestra vida, unidla a Mis Méritos y vuestros sufrimientos sean reparación por vuestros pecados.
Me he dado por vosotros, ahora os toca a vosotros que os deis por Mí, quitadMe estos dolores, quitadMe pesares, quitadMe sufrimientos, y eso lo haréis, dejando que Mi Corazón habite en el vuestro, que seaMos una sola alma, un solo ser.
¡Cuánto dolor Me causan tantos hermanos vuestros, que no quieren vivir para Mí!, que no quieren darse por vuestros hermanos. Tantos, tantos mueren, y en pecados graves, faltan almas que oren por sus hermanos; faltan tantas almas que sean esos Cristos, como Yo, que no importando los sufrimientos de la vida, no importando la problemática que estáis viviendo, esa, unida a Mis Méritos reparará muchos pecados, muchas faltas que todos, todos vosotros cometéis.
Gracias, Mis pequeños, cuando realmente abráis vuestro corazón, y escuchéis Mis Palabras y aceptéis en vuestra vida lo que Yo os pida, así Me daréis el gusto que tantos hermanos vuestros no Me dan, y todo esto, os lo pagaré con mucho Amor en el Reino de los Cielos.
Daos, pues, Mis pequeños por vuestros hermanos, estoy aquí, en la Cruz, sufro, acompañadMe, Mis pequeños, y así Me quitaréis tantos dolores que Me causan aquellos, que alrededor, siguen gritando blasfemias, siempre gritándoMe que sea Yo asesinado para no seguir produciendo Vida con Mis Milagros, con Mis Enseñanzas y con Mi Amor. Entended que satanás vive alrededor vuestro y él sigue haciendo que muchas almas griten: “crucifíquenLo”, y lo pide por vosotros, pide que seáis vosotros, los que estáis Conmigo, crucificados, eliminados, para que no salvéis almas.
Orad mucho, Mis pequeños, orad mucho, para que satanás no siga destruyendo almas. Yo os protejo, Yo he dado Mi Sangre por vosotros, seguid adelante, seguid adelante y os espero al final del camino. Con gran alegría y un gran Amor, os daré el abrazo de Hermano y pasaréis al Reino de los Cielos, con la alegría en Mis Labios y vosotros, un gran amor hacia Mí.
Gracias, Mis pequeños.