Ene 14_2022 “Sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto”, y la única forma en que podéis llegar a ello, es dejándoMe Vivir a Mí, plenamente en vosotros.

Rosario – Mensaje ÚNICO.

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…) Hijitos Míos, habéis sido llamados a vivir eternamente Conmigo, vuestro Dios, después de cumplir vuestra misión en la Tierra.

Muchos de vuestros hermanos se han conformado con la vida terrestre, con lo que ella os da, y es satanás el que está atrás de todo esto.  Es la falta de Fe, Mis pequeños, la que  no os permite ver más allá de lo que conocéis.

Os decía Yo: “el Reino de Dios está por venir”, cuando Yo estuve en la Tierra predicando. Con Mi Muerte, con Mi Donación, os dejé Mi Reino, os dejé la forma y el camino para llegar, nuevamente, a vuestro Hogar Eterno.

Mucha Fe os falta, Mis pequeños, y mucho amor y agradecimiento a todo lo que os daMos y que no sabéis apreciar. No veis más allá de vuestra nariz, y de eso se ha ocupado satanás, os ha puesto un velo que no os permite ver la realidad espiritual en la cual debéis vivir y a donde llegaréis.

La oración, tan importante que es, Yo Mismo oraba, oraba mucho mientras estaba en la Tierra, oraba en todo momento. Ofrecía en todo momento, todo lo que hacía, todo lo que sufría, todo lo que Me alegraba y el Amor que Yo os daba.

¿Quiénes de vosotros, realmente, seguís una vida de perfección espiritual?, ¿una vida en la cual, Yo esté Presente en todos vuestros actos? Prácticamente, nadie. Vuestra vida es monótona, un sin sentido, no vivís de acuerdo a lo que Yo os enseñé ni tratáis de evitar todo aquello que os separa de Mí. Os habéis acostumbrado a vivir de acuerdo a vuestra necesidad, a vuestro querer, a vuestra imaginación y eso está mal, Mis pequeños, no vinisteis a vivir vuestra vida, vinisteis a ser otros Cristos en la Tierra, se os ha dado la vida para ello, para que seáis vosotros los que llevéis Mi Paz, Mi Amor, Mis Enseñanzas, Mis Carismas, Mis Bendiciones y todo lo que Yo hacía y que sigo haciendo en forma individual a vuestros hermanos.

Ciertamente, sigo viviendo en la Tierra, por aquellos que Me llevan en su corazón, por aquellos que quieren hacer de su vida, una perfección Divina. Ciertamente, os he dicho que no sois Divinos vosotros, pero podéis dejar Mis Enseñanzas Divinas, Mi Presencia Divina, Mi Amor Divino, todo lo Mío, a vuestros hermanos. Quiero Ser Yo en vosotros, este es el cambio de los nuevos tiempos que vais a tener.  Dejaréis el hombre viejo, y el hombre nuevo seré Yo en vosotros.

Ese es el ideal que teneMos en el Cielo hacia vosotros, que vosotros hagáis vida, una vida de Cielo en la Tierra. Por eso, ahora veis tanto pecado, tanto mal, tanta permisividad en vosotros, satanás ha hecho esto en vosotros, que vosotros os permitís cosas, acciones, una vida que no es la Mía, una vida que va contra de todo aquello que os enseñé, una vida, que no es vida, pero que os va a llevar a la perdición eterna.

Estáis llamados a cambiar a este mundo, de la maldad a donde os ha llevado satanás, por el Bien que Yo os dejé y que tanto Me costó.

Entended, Mis pequeños, cuán loable es la misión que se os ha dado y cuánto, realmente, habéis logrado de ello. Que se os diga de vosotros que sois hombres de Dios, mujeres de Dios, hijos de Dios. Cuando logréis ello, es que habéis dejado Mi Vida entre vuestros  hermanos. Apartad de vosotros lo que no os lleve a la Virtud, al Amor, a que si os presentarais ante Mí, no tengáis vergüenza de lo que hayáis dicho, de lo que hayáis hecho. que vuestra mente, vuestro corazón estén limpios ante Mí, vuestro Dios.

Actuad en el Bien y el Bien se os regresará a vosotros multiplicado, amplificado, embellecido.

Cuando Yo veo en un alma, que quiere parecerse a Mí y lucha por ello, le ayudo; se alegra esta alma y Me alegro Yo, vuestro Dios.

Ciertamente, sois muy pequeños, pero cuando Yo estoy en vosotros, es cuando el hombre puede hacer grandes obras, grandes Milagros, grandes cosas para el Cielo y para la Tierra.

Sabéis que sin Mí, no sois nada ni nadie, pero cuando Yo entro en vosotros, que Me dejáis a Mí obrar en vosotros, que Me dejáis a Mí guiar vuestra vida, vuestras palabras, vuestros actos, vuestros pensamientos, si Me lo permitís de corazón, y os apartáis vosotros de vosotros mismos, es cuando vosotros empezáis a ser esos hijos Míos, en quienes puedo, Yo, derramar bendiciones, que ni siquiera os imagináis.

La tarea de vosotros es que desaparezcáis a vosotros mismos, y que sea Yo el que aparezca ante vuestros hermanos. Ya no debéis vivir para vosotros mismos, debéis vivir para el Cielo y la única forma en que lo lograréis, es dejándoMe a Mí, vuestro Dios, actuar plenamente en vosotros, pidiéndoMe permiso, pidiéndoMe ayuda, pidiéndoMe, en todo momento, que sea Nuestra Santísima Trinidad la que actúe en vosotros, y ahí es donde entra la Perfección a la que estáis llamados, porque así se os ha dicho: “sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto”, y la única forma en que podéis llegar a ello, es dejándoMe Vivir a Mí, plenamente en vosotros, porque Nosotros soMos Perfectos, y vosotros no lo sois. Un pensamiento vuestro es imperfecto, una acción vuestra es imperfecta, una palabra vuestra es imperfecta, porque no estáis dejando que Nosotros ObreMos en vuestra vida, en todo vuestro ser.

Ciertamente, esto no lo lograréis si no Nos pedís permiso y este es un acto grande de Humildad, dándoos cuenta que desapareceréis para vuestros gustos, para vuestros intereses, para vuestra vida, pero, ¡atentos!, seguiréis viviendo vuestra vida, a la que estáis llamados, a vuestra vida normal, a vuestra vida de todos los días: en vuestra familia, en vuestro trabajo, en lo que hagáis, pero no lo haréis vosotros, no actuaréis vosotros, no hablaréis vosotros, no pensaréis vosotros, todo saldrá de Nosotros. Este es un gran honor que el alma obtiene cuando se olvida de sí misma y viene a pedir ayuda a su Creador, a su Salvador, a su Guía.

Sed perfectos, como Yo, vuestro Dios, Soy Perfecto.

Gracias, Mis pequeños.