Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, estáis viviendo una época de hedonismo, en donde, vuestro cuerpo, al que más amáis, le dais de todo: lo arregláis muy bien, y presumís con él y os estáis olvidando vuestra parte más importante, que es vuestra alma.
Si pudierais ver vuestra alma como la veMos desde el Cielo, la veríais raquítica, fea por los pecados que cometéis y, además, porque no vais hacia el sacerdote para que os los perdone. Os asustaríais de ver vuestra alma, y a pesar de todos los problemas que se ven a vuestro alrededor, no os ocupáis de ella, estáis asustados por lo que sucede a vuestro alrededor y a vuestra alma, no la atendéis.
Sois muy tontos, Mis pequeños, muy tontos, porque el bienestar de vuestro cuerpo no os va a dar la salvación eterna.
Aun sin ser ciertos, los problemas que estáis viviendo a vuestro alrededor, y suponiendo que fueran verdaderos, si fuerais, realmente, almas buscando vuestro futuro eterno, lo primero que debierais cuidar sería el estado de ella. Eso se llama Sabiduría, Mis pequeños.
Si realmente, esto, a lo que llaman “pandemia”, estuviera haciendo los estragos que aparentan que suceden, debierais correr, rápidamente a la Iglesia, a poneros en bien espiritual Conmigo, vuestro Dios, porque se os ha dicho que en cualquier momento os puedo llamar para que Me rindáis cuentas de vuestra vida sobre la Tierra y os puedo asegurar que la gran mayoría de vosotros, si en este momento, os pidiera que regresarais a Mí, os perderíais.
Estáis viviendo en pecados graves, por acción y omisión, y de eso, ni os preocupáis, Mis pequeños, del estado de vuestra alma, la que os va a dar la salvación eterna, si os mantenéis en Mis Verdades, en Mi Amor, en la vida en la Gracia, ¿cuántos, cuántos de vosotros, buscáis realmente la vida en la Gracia, ahora, cuando más pecado hay? Y muchos de ellos, ya ni siquiera los confesáis, porque “como todo el mundo los comete”, así decís, pues ya no es pecado la maldad que cometéis.
Satanás os ha llevado a manipular hasta esto, Mis pequeños, que creáis que los pecados que son graves, no los toméis en cuenta ni sintáis la necesidad de confesarlos, para que vuestra alma quede limpia y preparada para bien morir, cuando Yo os llame a rendir cuentas de vuestro actuar en la Tierra.
¿Qué habéis hecho con vuestra vida, Mis pequeños? ¿Qué habéis hecho? Os di un tiempo para que vosotros actuarais entre vuestros hermanos, vivierais lo que Yo os di, y murierais como un alma justa, pero no ha sido así.
No ha sido así, Mis pequeños, habéis vivido como se os ha dado la gana, estáis muertos en vida, porque estáis muertos a la Gracia. Vivís en pecado grave y aun así, os mantenéis como si nada pasara en vuestra vida. Hasta ese grado os ha llevado satanás, a evitar escuchar vuestro interior, evitar escuchar a Mi Santo Espíritu, que Vive en vosotros y que está normando vuestra existencia, pero ya no queréis escuchar. Vuestra Fe, está prácticamente nula, ya no creéis, prácticamente, en todo lo que Yo os dejé para vuestra salvación, ya no creéis en todas las Verdades que Yo viví y que estaban escritas en las Sagradas Escrituras.
¿En qué pensáis pues, Mis pequeños? ¿Acaso creéis que no seré Yo vuestro Juez al final de vuestra existencia? No, Mis pequeños, no quisiera que murierais en estado grave, pero a vosotros no os importa ya esto. No os importa, Mis pequeños, presentaros ante Mí, como ahora estáis. Satanás os ha llevado por caminos equivocados, por caminos de maldad y vosotros, los habéis aceptado en vuestra vida.
PedidMe el espíritu de Discernimiento para que se os haga ver el estado de vuestra alma, para que se os haga ver en qué condiciones estáis ante Mí, ante el Cielo, ante las almas que ya están en el Reino de los Cielos.
¡Cuánto error! ¡Cuánto error y cuánta maldad hay en vosotros! Pero ha llegado el momento en que esto tiene que llegar a un fin. Se os dieron muchas oportunidades para enmendar vuestra vida. Yo os di, hasta la Última Gota de Sangre de Mi Divino Ser, y vosotros, no os movéis ni os conmovéis a realizar un cambio en vuestra existencia.
¡Cuánta maldad, y no os percatáis de ello! Os quejáis cuando algo malo os sucede, pero no os dais cuenta que vosotros mismos estáis atrayendo ese mal a vuestra vida, porque sabéis que si vivís en el mal, éste, tarde o temprano, regresará a vosotros.
He sido Misericordioso, he sido Paciente, Me he dado por vosotros, pero vosotros no respondéis.
Muchos mensajes alrededor del Mundo se os han dado, para que hagáis un cambio verdadero a vuestra existencia, pero veo a las almas, almas nauseabundas, almas llenas de pecado, sucias.
Venid a Mí, Mis pequeños, os puedo perdonar vuestros pecados todavía, Mi Misericordia Existe, porque Soy vuestro Dios, pero vosotros no queréis tomarla. ¡Cuánto error! ¡Cuánto error hay en vuestra manera de actuar y de pensar!
Venid, venid arrepentidos y os perdonaré. ¡Venid, Mis pequeños, Me duele veros así! Me duele muchísimo veros en el pecado, caídos y lo peor, sin deseos de que os arrepintáis.
No habéis aprovechado tantas Bondades, tanto Amor, tanto Sacrificio de parte de Nuestra Santísima Trinidad. Nos traéis Dolor en vez de traerNos alegrías para seguiros consintiendo en este Valle de Lágrimas, pero ya os acostumbrasteis a vivir en él, en el Valle de Lágrimas, y sentís que pertenecéis a él, a este Valle de Lágrimas, porque a vuestro alrededor, muchos de vuestros hermanos están así.
Yo os vengo a levantar de vuestros errores, os vengo a dar nueva vida si venís a Mí, pero no puedo hacer nada sin vuestro libre albedrío; no escogéis el vivir en Mí y para Mí. Vuestra maldad, vuestros errores, vuestros pecados, son graves, ¿qué haréis cuando llegue el final de vuestros días y os presentéis a Mí? Ya no habrá oportunidad de un cambio si no lo hicisteis en vida, ya no lo podréis hacer en muerte.
Recapacitad, Mis pequeños, Yo veo vuestras almas y una gran mayoría de vosotros, estáis perdidos, entended el mensaje que os envío, porque os amo, os quiero salvar, entended, Mis pequeños.
Gracias, gracias, Mis pequeños.