Ene 11_2022 Los que estáis Conmigo, venid, acompañadMe al Huerto de los Olivos, oreMos juntos por la conversión de aquellos que abrieron su corazón a satanás.

Rosario  – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, el Mundo está dormido, acompañadMe, los que queráis, al Huerto de los Olivos. SaliMos, después de la Última Cena hacia allá. Ha habido oración entre Nosotros, alegría, pero la tristeza estaba en Mi Corazón. Doble traición se iba a dar en esos momentos: Judas, sale antes para ir a negociar Mi entrega, y poco después, los demás Discípulos, también Me dejarán solo. ¡Cuánto dolor, Mis pequeños!

¿Cuál es la entrega, pues, que debéis tener vosotros?, ¿por qué no Me dejáis habitar en vuestro corazón?, por eso corréis y por eso Me dejáis solo cuando veis que las cosas se ponen difíciles, son pocos, muy pocos, los que realmente (Lenguas…) Me apoyan.

(Lenguas…)

Os he pedido oración, os he pedido que Me acompañéis en esos momentos difíciles. Sentid, Mis pequeños, esa desolación, ese abandono, el sentimiento de la traición. Os puedo decir que cualquiera podría decir que sí eran Mis amigos, sí eran los escogidos ¿por qué no Me acompañaron en los momentos difíciles?

Muchos de vosotros, en momentos de vuestra existencia, habréis sentido, también, la traición, la gente querida a vuestro alrededor, y si no traición, soledad, cuando quisierais que alguien os acompañara en momentos difíciles, en momentos de dolor, en momentos en los que quisierais que  hubiera alguien que os entendiera y que os diera la mano, pero no hay, no hay, prácticamente, hermanos vuestros que piensen como vosotros, y que os den la mano, al contrario, mientras menos los molestéis, más tranquilos estarán.

¡Padre!, aquí estoy, vengo a cumplir Tu Voluntad, a pesar de que el Mundo no Me quiere, que son tan pocos los que Me quieren acompañar.

(J.V. entra en oración más profunda)

¡Padre!, Me siento solo, Me siento abatido, Yo quisiera que todos, todos Tus hijos comprendieran, vivieran, aceptaran, este Sacrificio Divino, que voy a hacer para que ganen el Reino de los Cielos.

¡Padre!, estoy solo, Tú estáis Conmigo, lo sé; Mi Madre está Conmigo. Pero en unos momentos Me dejaran solo a los que he preparado, a los que Tú Me diste. Me siento abatido, adolorido. Tú Me pediste esta Donación y aquí estoy, la voy a llevar a cabo, por obedecerTe, pero no sé cuál Dolor más fuerte será: el de la traición, o el Dolor tan fuerte de los verdugos.

Tengo un gran Dolor en Mi Corazón, no quieren venir a Mí, les he dado lo que Tú Me dijiste que les diera, pero no quieren venir a Mí. Veo el futuro, veo el presente que estoy viviendo, veo el pasado y el hombre sigue igual.

¡Padre!, Te obedezco, porque Tú Me lo pides, porque los amo, como Tú los amas, pero no quieren responder, no quieren tenerTe en su corazón. Satanás ha hecho su obra, y a pesar de todo el Amor, Tu Amor, que Me has dado para repartirlo en Milagros, en Palabras Santas, en Palabras de crecimiento espiritual, no son aceptadas.

Estoy viendo el presente, y las almas están igual que en ese momento. Cuando llegaron los soldados, corrieron a los que Yo estuve enseñándoles el Amor, y ahora, corren también, no quieren saber de nada más que de ellos mismos. Se repiten esos dolores, se repite esa angustia de que cuando llegue el momento crucial, el momento más doloroso, ¿vendrán a Mí, o nuevamente Me dejarán solo en la Cruz? ¡Cuánto dolor!

Pero Me sigo dando por ellos, Padre, Me vuelvo a dar por ellos, porque los amo como Tú los amas y vuelvo a sufrir, porque su corazón está seco, no han cultivado el Amor. Os vine a dejar Tu Amor, les mostré Tu Amor y despreciaron todo lo que Yo les dejé, muy pocos han tomado Nuestro Amor y lo han cultivado.

¡Tantos, tantos que han pasado por el Mundo!, ¡Tantos hijos Tuyos, Padre, y  son tan pocos los que han entendido estas lecciones de Amor! No hay Fe, no hay Esperanza, simplemente, ellos han hecho su propia  vida y creen que es mejor que lo Nuestro, Padre. ¡Qué errados están!

Ciertamente, satanás va ganando la batalla, son muchos más los hombres que se condenan que las almas que se salvan, ¿por qué no entiende esta humanidad? ¿Por qué no entiende esta generación? ¡Es tanto lo que se os ha dado!, y no queréis responder.

Los que estáis Conmigo, venid, acompañadMe al Huerto de los Olivos, oreMos juntos por la conversión de aquellos que abrieron su corazón a satanás y no a Nuestro Amor, que es Amor Verdadero, Amor Santo, Amor Salvífico.

¡Tarde se dan cuenta éstas almas que siguieron el camino del error, de la maldad, el camino de satanás! ¡Tarde se dan cuenta de ello!, y su condenación se da.

¡Perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen! ¡Perdónalos, Padre, perdónalos!, Me vuelvo a dar por ellos, Me entrego  nuevamente por ellos, sufro nuevamente por ellos.

Gracias, Padre, gracias, por Tu Paciencia y Tu Amor. Bendice a los que Me han seguido, Me llevan en su corazón, a los que quieren vivir eternamente Contigo, bendícelos Padre.

Gracias, gracias, Padre.