Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, a pesar de que estáis viviendo la purificación, como se os anunció hace algún tiempo, Mi Corazón sigue abierto para recibir a todos aquellos que quieran vivir el cambio, un cambio verdadero, en donde el mal que habéis vivido, se convierta en un bien eterno para vosotros.
Ciertamente, regresarán a Mí, vuestro Dios, muchas almas en estos tiempos de purificación; pero, como os repito, con el Don del Discernimiento, que será esparcido por todo el mundo, tendréis la oportunidad, todos vosotros, de entender Mis Misterios de Amor, desde Mi Nacimiento hasta Mi Muerte por vosotros. Mi Amor se ha derramado inmensamente por vuestro bien, pero pocos, muy pocos, han querido entender esta Obra de Amor del Cielo.
Entended, Mis pequeños, que a vosotros no se os dio el Don de la vida para sufrir, que, aunque, ciertamente, el sufrimiento viene para acrisolaros y que tengáis un lugar predilecto en el Reino de los Cielos, se os dio el Don de la vida para vivir Mi Amor, el Amor del Cielo, el Amor de las almas triunfantes, el Amor de las almas que ya conocen lo que Mi Nacimiento os vino a traer.
Mucho Amor hay en Mí, vuestro Dios, y no es un Amor egoísta, es un Amor de Donación total, y para eso vine, Mis pequeños, para darMe en totalidad por vosotros, para que entendierais cuál es el bien que vosotros debierais alcanzar.
Satanás se ha encargado de desviar vuestra atención del bien que debéis buscar, y vosotros habéis caído en sus trampas a lo largo de vuestra existencia. Yo, continuamente, de una forma u otra, os hago reaccionar en lo espiritual, para que volváis al Bien Supremo. Vosotros vinisteis a la Tierra a servirMe, como los mismos Ángeles lo hacen. Vuestra presencia en la Tierra es importantísima, vosotros no alcanzáis a vislumbrar ni a entender lo que es vuestra misión, porque os falta vida de oración, porque vivís muy apegados al Mundo. Pero cuando empezáis a orar, cuando empezáis a tener una comunicación íntima Conmigo, vuestro Dios, empezáis a entender los Misterios de Amor que el Cielo os ha brindado para vuestro propio Bien y para el de los demás.
Vuestra presencia en la Tierra, es para amar; debéis amarMe primeramente a Mí, vuestro Dios, enseguida, a vuestros hermanos, a quienes los debéis ver con el Amor Divino que hay entre Nosotros, Amor del Cielo, Inmenso, Inconmensurable, Amor Inmenso que se derrama sobre vosotros, pequeñas creaturitas. Cuando en Humildad entendáis este Misterio de Amor, abajaréis vuestra soberbia y encontraréis vuestra verdadera tarea y misión específica, en cada uno de vosotros, aquí en la Tierra.
La relación entre Mí, vuestro Dios, y vosotros, creaturitas, es Amor, Puro Amor, pero como distraídos estáis en el Mundo, no habéis aprovechado ese Tesoro tan grande, que sólo se ha dado a los que lo han buscado.
¡Cómo quisiera que entendierais esto, Mis pequeños!, porque mucho Amor que esparzo en todo lo Creado, se desperdicia, porque no lo entendéis, porque no lo apreciáis, porque es un Amor que tiene Vida Propia en Sí Mismo, y que transforma los corazones, los lleva hacia un Bien, un Bien tan grande, que si no estáis Conmigo, no lo entendéis.
Aprovechad, pues, este tiempo de grandes Obras Divinas. Aprovechad este tiempo que estáis viviendo, que ciertamente, es una guerra espiritual, no es una guerra humana, es el ataque fuerte del enemigo contra el Bien Supremo, que Yo os doy que es el Amor.
Entended esto, Mis pequeños, antes de que sea demasiado tarde para vuestra salvación y la de los vuestros. Cuando entendáis esta gran Obra de Amor que os he traído, se os abrirán vuestras capacidades espirituales, y entenderéis y gozaréis tantas, tantas Bendiciones y regalos que tengo para vosotros. Los obtendréis, porque Yo doy a las almas en abundancia, cuando ya acrisoladas están, porque confío en ellas, sabiendo que Mi Amor se reproducirá en vuestros corazones y lo daréis a vuestros hermanos, como Yo os lo he dado.
Soy vuestro Dios, Soy vuestro Salvador, he nacido para traeros Paz, Amor, conversión y una Transfiguración que pronto se dará, y se dará para los escogidos, los que Me han buscado, los que quieren estar, ya desde ahora, en vuestra misión en la Tierra y eternamente.
No os imagináis, Mis pequeños, los Tesoros del Cielo que se han de derramar sobre aquellas almas que Me han buscado, que han entendido que el estar Conmigo, es una puerta abierta para un gran gozo futuro y eterno.
No temáis, pues, a lo que se venga, porque ya sois Míos, al Amor no se le puede vencer con la maldad que está dispersa a vuestro alrededor, es más, el Amor destruye esa maldad y cambia corazones hacia el Bien.
Entended que teniendo Mi Corazón, Mi Amor, Mi Vida en vosotros, tenéis el arma más poderosa que pueda haber en el Universo.
Vosotros mismos habéis sido transformados por Mi Amor, no os dais cuenta de ello, pero si lo meditáis, antes de estar como ahora estáis: protegidos, bendecidos por Mí, vuestro Dios, erais diferentes, vivíais para el Mundo, no Me contabais en vuestra vida, era un Ser lejano, y ahora que Me tenéis, comprendéis lo que os he dicho, y que ahora vivís con gran gozo y que ya, enamorados de Mí, difícilmente os apartaréis de Mí.
Que este día, para vosotros, sea el comienzo de una nueva vida, una vida de Amor, tanto para vosotros, como para aquellos a quienes vosotros compartáis el gran regalo que se os ha dado.
Os Bendigo, Mis pequeños, os Bendigo con Mi Corazón abierto, para que sigáis tomando de Mí, Amor, Sabiduría, Paz, Entendimiento, Virtudes excelsas, que todavía vendrán hacia vosotros, porque esa será la Transfiguración, gozar plenamente lo que el Cielo tiene reservado para las almas que quieren vivir el Amor pleno que os quiero heredar.
Gracias, Mis pequeños.