Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, estáis en vísperas de ese recuerdo en donde Yo Nazco.
Satanás sigue queriendo destruir Mi Obra, especialmente Mi Amor entre los hombres y también la misión que cada uno de vosotros traéis, que es la de compartir del Amor que ya tenéis Nuestro, en vuestro corazón, a vuestros hermanos.
Si vosotros orarais más profundamente, entenderíais fácilmente, cuáles son los caminos de satanás contra vosotros, que generalmente él os lleva a la separación de Nuestra Trinidad Divina. Ataca a Nuestras Personas, os pone otros sentimientos que vosotros buscáis en otras religiones, sectas, y os lleva a que os emocionéis en todo aquello que no es Nuestro, porque cuando vosotros, tontamente, tomáis otro camino diferente a lo enseñado por Mí, ya estáis traicionando Nuestra Obra y, además, vosotros mismos estáis perdiendo muchísimo, porque perderéis mucho tiempo al haber cambiado de rumbo y tiempo más, a que entendáis que no era el rumbo correcto y que volváis a Mí. Esto en el mejor de los casos, porque hay otros hermanos vuestros que se quedan ya acostumbrados a lo nuevo que acaban de aprender, les resulta emocionante, piensan que ese es el camino correcto y cuando ya creen que lo encontraron, les ayudo a través de Mi Santo Espíritu, a que se den cuenta que estaban errados.
Ese sería el primer punto en donde satanás os ataca, que es la separación de Mí, que fue lo que hizo, primeramente, con Adán y Eva, después de que él mismo, como Luzbella también se había separado de Nuestro Padre Dios. Enseguida, dar la espalda a los Mandamientos que se os dieron a través de Moisés.Realmente, los Mandamientos serían como los focos rojos en donde vosotros no debéis caer, no debéis incursionar. El Primero, y el más importante: “Amar a Dios sobre todas las cosas”, amar a Nuestra Santísima Trinidad, amar todo aquello que os heMos dado, y sobre todo, pedir perdón por lo que habéis dejado de amarNos.
Cada uno de los Mandamientos conlleva toda una preocupación espiritual, y así os lo digo, porque os tenéis que preocupar en no caer en el pecado que representa cada uno de los Mandamientos, porque esos son pecados a donde vuestra propia naturaleza o el medio os llevan a cometer esas faltas.
Meditad bien esto, Mis pequeños, y veréis cómo cada uno de vosotros caéis en faltas, graves o ligeras, en dos, tres, o cinco de los Mandamientos. Y así, siguiendo con cada uno de los Mandamientos, vais viendo que no sois constantes, que no buscáis vuestra perfección; cuando creéis que vais por buen camino, os dais cuenta de que no era así, que habéis errado, pero ahí es donde está vuestro mérito, en luchar para que no caigáis en ellos, y así, la perfección de vuestra vida y de vuestros actos, será, se dará.
“Amar a padre y madre”, ¡cuánto mal hacéis en familia!, estos son tiempos en que se os ha pedido que hagáis de vuestro hogar lo mismo que se hizo en Mi Familia con Mi Madre, María, San José y Yo, como Pequeñito, Hijo al que cuidaron con todo Su Corazón. ¡Ya no se busca a la familia!, satanás ha hecho bien su obra, desgraciadamente, ya el Sacramento del Matrimonio, en muchos, ya no existe, no se dio, viven en pecado grave y no les importa.
Satanás os ataca, también, por la búsqueda de lo que no tiene valor, pero que vosotros le dais mucho valor, porque son las cosas del Mundo, y él se las ingenia, porque os conoce bastante bien, en lo que buscáis, en lo que os podéis perder eternamente. Os va poniendo pruebas, va adivinando, y por fin, reconoce en qué estáis fallando y por ahí los lleva, os lleva, para que no os llenéis ni viváis lo que Yo, Jesucristo, os di, para que llevarais una vida correcta, sana y santa. Ya no estáis viviendo como debierais. Ciertamente, hay momentos en los que escucháis a Mi Santo Espíritu dentro de vosotros, porque tocó zonas precisas, porque Él, conociéndoos, os hace meditar en donde estáis fallos. A veces reaccionáis, y la gran mayoría no reaccionáis en lo que estáis fallando.
Ya no hay amor entre vosotros, hay desprecio hacia Nuestra Santísima Trinidad. Lo que antes era bueno, porque fue lo que Yo os enseñé, ahora lo ridiculizan y crean nuevas religiones, nuevas formas de pensar, y desgraciadamente, caéis y eso transmitís a vuestros hermanos, ¡puros errores, falsedades!, pero sobre todo, traición a Nosotros, a Nuestra Santísima Trinidad.
Todo, todo lo que ocurre en vuestra vida, que os pudiera llevar hacia las Virtudes, hacia un amor, limpio, puro, ya no lo seguís. Muchos de vosotros, que vivís en el mal, os voy tomando, para que recapacitéis y volváis a Mí, pero ¡sois tan necios!, ¡tan cabeza duras!, que preferís seguir viviendo en vuestros errores.
Podríais preguntaros ahora, ¿de qué sirvió que Yo, Le pidiera a Mi Hijo que bajara a ayudaros a buscar vuestra salvación eterna? Hay tantas y tantas almas, miles, millones, que han hecho su vida muy a su gusto, sin importarles nada, y menos, servirMe a Mí, vuestro Dios.
Pedid pues, Mis pequeños, para que el Espíritu de la Navidad, que realmente es el Milagro de la Navidad, llegue a cada uno de vosotros, a todo el Mundo, aún al Cielo, al Purgatorio, que seáis transformados por Nuestra Santísima Trinidad, para que viváis una verdadera Navidad, o sea, el Natalicio de vuestro Salvador, de vuestro Dios Redentor.
¡Es tan grande ese Milagro, tanto lo que Nos costó, y no le dais el valor que tiene, realmente, la venida de Dios Salvador a la Tierra! Aun cuando estuve en la Tierra, actuando para los hombres, ayudándoles, se Me despreció, se Me atacó en múltiples formas.
Os pido, pues, Mis pequeños, que os toméis un momento antes de empezar vuestras reuniones en estos días, y recapacitéis. Dejad que Mi Santo Espíritu os explique, y os haga sentir y vivir estos momentos Celestiales, que ya no os dejéis engañar por satanás, porque estos momentos son del Cielo y satanás os ha llevado a hacer fiestas terrenales.
Se os ha dado un gran regalo. Os he traído un gran regalo a todos vosotros, el Milagro de Mi Nacimiento, llevándoos a vuestra salvación, si Me siguierais.
Meditad, y dadMe un regalo también a Mí. Yo os he dado Mi Vida, Mis Dolores, os he dado la Palabra, la Sabiduría, os he dado Ejemplo de Vida Espiritual, Ejemplo de Vida de Donación, dándoos Mis Enseñanzas del Cielo y Mis Milagros a todos aquellos que se acercan y se acercaban a Mí.
DadMe un regalo, Mis pequeños, meditad desde lo más profundo de vuestro corazón, ¿qué Me vais a dar mañana?, Yo ya os di Mi Regalo: os abrí las Puertas del Cielo nuevamente, y os he dado toda la ayuda, para que si la seguís, podáis llegar a la Santidad Perfecta y os ganéis el Reino de los Cielos. Y lo que Me deis, repito, que salga de lo más profundo de vuestro corazón. Si realmente vais a darMe un regalo, en donde creáis que va a ser difícil vuestra donación para dárMelo, pedidLe, inmediatamente, a Mi Santo Espíritu que os ayude, para que podáis cumplir con ese regalo que Me queréis dar, y bien podría ser: que os apartarais de cualquier forma de mal y que buscarais la perfección en el Amor y muy agradecido estaría Yo, vuestro Dios, con ese gran regalo que Me dierais, porque cambiaríais vuestra vida, que eso es lo que quiero para cada uno de vosotros: un nuevo vivir en Mi Amor, en Mi Presencia, purificados y sobre todo, evitando el pecado lo más posible.
Os bendigo, Mis pequeños y que Mi Regalo, nuevamente, caiga sobre vosotros y vuestros hijos, que esto es: la salvación de cada uno de vosotros y de los vuestros, Mi Sangre Preciosa os purifique, os lleve por buenos caminos en lo que os reste de vida, y que podáis mover a muchas almas mediante vuestra intercesión, y así, Me daréis un gran regalo, nuevamente os lo pido y agradezco.
Gracias, Mis pequeños.