Nov 18_2021 Os repito, un alma que está plenamente Conmigo, vive en Paz, y al vivir en Paz, Mi Sabiduría también está en esa alma.

Rosario – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, no dudéis en lo absoluto de Mi Presencia real en vosotros. Pasaréis momentos difíciles en la Purificación que tendréis, cada uno de vosotros que, ciertamente, será diferente en cada uno de vosotros, ya sea por el estado de vuestra alma, ya sea por la vivencia del amor que vosotros deis a vuestros hermanos, ya sea por vuestra donación a Mi Santísima Voluntad. Todos vosotros estáis llamados a poner vuestro granito de arena en la conversión y salvación de las almas. Dejad, Mis pequeños, de veros a vosotros mismos.

Ciertamente, satanás os engaña, pero, también, provoca miedos, y miedos aterradores, en los que una gran cantidad de hermanos vuestros, caen en sus redes, porque se olvidan de venir a Mí, para que Yo les devuelva la Paz que habéis perdido al escuchar al maligno y a aquellos que le siguen.

Un alma que está Conmigo, es un alma llena de Paz, es un alma que puede pensar y razonar sin ningún problema, aún, en los momentos difíciles de vuestra existencia y de todo lo que esté sucediendo a vuestro alrededor. Al tener el Discernimiento alto, y bien utilizado, porque no os distraéis en las cosas del mundo, fácilmente reconoceréis cómo satanás os engaña y cómo os quiere llevar a la desesperación. Ved a vuestro alrededor, cómo se os está atacando, cómo se os está llevando a la desesperación. Habláis más de esa manipulación, de la cual ya os he pedido antes, de no estar elucubrando, porque al estar elucubrando os desesperáis y a eso es a donde os lleva satanás con los medios de comunicación.

Si vosotros, en cambio, os mantenéis Conmigo, orando, intercediendo por vuestros hermanos, haciendo crecer vuestra alma en Virtudes, en Conocimiento, en Amor, estáis viviendo como Yo viví en la Tierra, entonces estaréis Conmigo y cambiará todo vuestro panorama, veréis las cosas como son y no como satanás quiere que las veáis. Al tener el Discernimiento Santo, veréis todo claramente, veréis dónde hay maldad de satanás, veréis dónde está el engaño, hasta de vuestros hermanos que se han dejado llevar por esas elucubraciones que os causan temor.

Os repito, un alma que está plenamente Conmigo, vive en Paz, y al vivir en Paz, Mi Sabiduría también está en esa alma. Y Mi Sabiduría os indica que no debéis desperdiciar vuestro tiempo, que, como os he dicho, vuestro tiempo de vida, misionando para Mí, vuestro Dios, Me pertenece. Vuestros serán los méritos de las acciones que tengáis para con vuestros hermanos, obedeciendo lo que Yo os pida.

Yo vine a serviros, vine a hacer lo que Mi Padre Me dijo que hiciera para vuestra salvación, y así, os lo dije, Mis pequeños, y os pedí que aquél que quisiera venir en pos de Mí, que tomara su cruz y Me siguiera. Pero estos tiempos son tiempos de gran tribulación, son tiempos en que no queréis sufrir por el bien de vuestros hermanos, queréis vuestra propia comodidad y no Me veis a Mí, vuestro Dios, que he confiado en vosotros al daros el Don de la vida, para servirMe. Falláis mucho y no os arrepentís de vuestras fallas. Al no hacer Mi Voluntad, al no ser un apóstol del Amor entre vuestros hermanos, no estáis sirviéndoMe, y no estáis siguiendo la misión encomendada por Nosotros.

Retomad el camino de la Gracia, de la Virtud, del Amor, de la Obediencia hacia Nosotros. Yo obedecí a Mi Padre, y por eso pido que vosotros Me obedezcáis a Mí, vuestro Dios, vuestro Salvador, vuestro libertador. Os dije cómo liberaros de la maldad de satanás, pero si os estáis quejando de sus ataques, quiere decir que no habéis tomado Mi Ejemplo, Mi Vida, para que satanás no pueda contra vosotros. Tenéis todo, pero no lo utilizáis.

Vivid pues, como Yo, vuestro Dios y Yo estaré caminando junto a vosotros, os ayudaré en todo lo que tengáis que hacer para el bien vuestro y el de vuestros hermanos.

Os vuelvo a repetir, el Don de la vida se os dio para servirNos y para servir a vuestros hermanos. PedidMe que os ayude a que el Reino, Mi Reino Celestial, se dé ya, entre vosotros.

Gracias, Mis pequeños.