Ene 14_2021 AtraedMe almas, Mis pequeños, os lo pidió Mi Hijo en la Cruz, atraedMe almas, porque os amo a todos, buenos y malos.

Mensaje ÚNICO- al Final de la Santa Misa

.

=====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=====================

.

Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, se os dio el don de la vida para que Me sirvierais, se os dio el don de la vida para que cumplierais una misión. Ciertamente, tenéis autonomía porque tenéis el libre albedrío, pero tenéis obligaciones también, Mis pequeños, obligaciones que debéis cumplir, primeramente, con los Mandamientos que Yo os he dado para que vuestra alma se mantenga limpia, sana y, sobre todo, que sea fácil comunicarMe con vosotros y que vosotros os comuniquéis Conmigo. Si esa comunicación está limpia de parte vuestra, Me escucharéis perfectamente, escucharéis Mi Voz, os guiaré por caminos seguros y estareMos siempre unidos, como un padre y un hijo, y un hijo con un padre.

Vuestra misión, Mis pequeños, os he dicho tantas veces, es la salvación de las almas, empezando por la vuestra. Además, si vosotros no estáis limpios, si no hay pureza en vosotros, fallará la comunicación. Es como un tubo que debe estar limpio por dentro para que pueda pasar un líquido fácilmente sin que lo detengan las impurezas que tenga en sus paredes, así debe de estar vuestra alma, sin impurezas, para que Nuestra comunicación sea fácil, efectiva, amorosa, y que podáis cumplir, debidamente, lo que Yo os pido.

El don de la vida no se os ha dado para que vinierais a pasar un rato agradable en este valle de lágrimas, y lo quiero remarcar así, como lo tenéis en esa oración para Mi Hija, ya que estáis viviendo realmente en un valle de lágrimas. Ciertamente, cuando sois pequeños no os dais cuenta de esta frase, “el valle de lágrimas”, pero os vais dando cuenta cuando vais creciendo. Si ciertamente Me amarais y estuvierais Conmigo, evitaríais esas lágrimas que Me causáis por vuestros pecados, por vuestras maldades, por vuestros olvidos, por vuestras distracciones, y también por los dolores que os causáis entre vosotros mismos, y entonces entraríais en esa realidad humana, humana espiritual, en la que os daríais cuenta de que no estáis actuando en la Tierra solamente para que vuestro cuerpo goce, sino que estáis actuando realmente bajo Mi Divinidad, o sea, en una Espiritualidad Divina guiada por Mí, pero que tenéis toda la libertad para aceptarla o rechazarla.

Satanás se ha encargado de que la estancia en la Tierra, para las almas, sea dolorosa, pero por eso Mi Hijo bajó y tomó Naturaleza Humana, para que vosotros de Él tomarais ejemplo, para que esa realidad Humana, Divina, dolorosa, también fuera gozosa, porque al uniros a Él salvaríais muchas almas, como Él lo ha hecho con Su Donación y, ciertamente, al estar unidos a Él, ya ese valle de lágrimas se vuelve un valle de alegrías cuando vosotros entráis en esa Comunidad Divina, porque al momento en que vosotros os dais, como se dio Mi Hijo a Mí, Me alcanzáis muchas almas para su salvación y, al hacerlo, Me causáis grandes alegrías, Le quitáis a Mi Hijo dolores, y los regalos que Yo os concedo os darán a vosotros grandes beneplácitos en vuestra existencia.

Grandes alegrías tenéis cuando Yo os agradezco por cumplir correctamente con vuestra misión, y eso es lo que debéis transmitir a vuestros hermanos: no dolores, no temores, ningún tipo de maldad, porque Mi Hijo, que es vuestro Maestro y Guía, no os mostró eso, Mis pequeños, toda Su Evangelización fue Amor, fue salvación de las almas, fue transmitir vida espiritual y fue curación, también de cuerpos.

Todo era alegría para el Cielo porque de Él salía ese Amor, esa Sabiduría que viene de Mí para el bien de vosotros. Cuando vosotros tomáis el lugar de Mi Hijo, también Me debéis dar esa alegría que Mi Hijo Me dio y Me sigue dando a través de vosotros.

AtraedMe almas, Mis pequeños, os lo pidió Mi Hijo en la Cruz; atraedMe almas, porque os amo a todos, buenos y malos. La Donación de Mi Hijo fue para la conversión de esas almas malas, apartadas de Mi Amor, apartadas de la pureza de la Gracia, de la vida espiritual correcta.

Esa es la vida que debéis tomar vosotros. Llevad a vuestros hermanos vida, alegría y sobre todo un sentimiento de amor que incluye el darles a ellos lo que Mi Hijo os dio, la posibilidad de salvación, no importando vuestros pecados, siempre y cuando acudáis a los Sacramentos para recobrar la Vida perdida, la Vida del alma, la pureza y la santidad, porque sin ellos vuestra entrada al Reino de los Cielos se vuelve difícil.

Amor, amor debe ser vuestro distintivo, como es el de Mi Hijo. Él es el Buen Pastor, es el Amor, Él es Donación por vosotros, Su Sacrificio fue Amor, Donación para vuestra salvación.

Seguid, pues, los pasos de Mi Hijo y ayudad a que vuestros hermanos y vosotros mismos podáis cambiar la situación a donde os ha llevado satanás, al hacer de vuestro mundo un valle de lágrimas. Que vuestras acciones y vuestro amor hacia Mí vuelvan a este mundo un mundo de alegría, de paz, de armonía, de amor entre todos vosotros, y que ese amor Me sea entregado a Mí, vuestro Creador.

Gracias, Mis pequeños.