Dic 07_2020 Satanás os desvía tan fácilmente, os lleva a crear en vosotros una soberbia tan grande que os separa de esta realidad tan bella que es la de ser siervos y esclavos de Quien os creó y que os ama infinitamente.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de la Santísima Virgen María a J. V.

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Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.

Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, la Sierva de Dios, la Sierva de Mi Señor, la Pequeña Esclava de Mi Dios y Señor.

Hijitos Míos, muchos de vosotros no os dais como siervos, no os dais como esclavos del Señor, es más, buscáis alguna otra palabra para evitar éstas, pero estas palabras están llenas de una humildad tremenda y, sobre todo, de un amor infinito a Mi Señor y Mi Dios.

Vosotros equivocáis el significado de lo que debe ser un siervo. Un verdadero siervo trata de mantener contento a su amo, se adelanta a sus deseos, lo trata de conocer perfectamente, conoce sus ademanes y siempre trata de hacerlo feliz. El ser siervo no le quita a uno su personalidad, especialmente cuando conscientes estáis de que estáis llevando a cabo vuestra misión, en este caso una misión suprema, porque estáis sirviendo a Nuestro Dios y Señor.

Os falta mucha humildad y no comprendéis bien esta posición de esclavos del Señor. Al ser así, se da uno en totalidad para que Nuestro Dios y Señor haga de Nosotros lo que a Él Le parezca mejor y, sobre todo, saber soltarNos totalmente a Su Voluntad.

Vosotros, en general, tratáis siempre de manteneros como personas únicas, queriendo ser los primeros en algo, sobresalir, que os llamen por vuestro nombre, que os reconozcan por vuestras obras, y Yo, como Madre vuestra, Esclava del Señor, Sierva de Mi Dios y Señor, lo primero que hice fue desaparecer a Mí misma, dejarMe mover totalmente por Mi Dios y Señor, y por haber actuado así se Me dio el gran Regalo de ser la Madre del Salvador, el haber tenido en Mi Vientre a Mi Dios y Señor, y todo porque desaparecí a Mí Misma para que en Mí se diera plenamente la presencia de Nuestro Dios, Mi Hijo, vuestro Salvador.

Mis pequeños, vosotros sois esclavos, pero esclavos del Amor. No sois plenamente conscientes de lo que significa ser esclavos y siervos de vuestro Creador, os falta mucha Fe; si los mismos Ángeles Lo alaban de una forma tan grande y bella, ¿quiénes sois vosotros para no alabarLo ni rendiros a Quien os creó, a Quien os salvó y a Quien tenéis en vuestro ser, que es Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor?

Entended que sois pequeñitos, sois una nada ante los ojos de Nuestro Dios, y tener esa Gracia, primeramente del don de la vida que se os da para servir a Nuestro Dios, y luego se os da el libre albedrío para que podáis escoger el servirLe, amarLe, cuidarLe, alabarLe, bendecirLe a vuestro Dios y Creador, ¿qué más podéis pedir, Mis pequeños?

Cuando desaparecéis a vosotros mismos, es Mi Hijo el que aparece en vosotros y Él os eleva a niveles muy altos para que podáis servirLe a Nuestro Dios y además os da la Gracia de ser llamados también hijos de Dios por pedimento de Mi Hijo en la Cruz, y aún teniendo todo esto despreciáis el que se os pueda llamar siervos de vuestro Dios, esclavos del Amor de Nuestro Dios.

Mis pequeños, meditad estas Palabras que os doy Yo, vuestra Madre, porque satanás os desvía tan fácilmente, os lleva a crear en vosotros una soberbia tan grande que os separa de esta realidad tan bella que es la de ser siervos y esclavos de Quien os creó y que os ama infinitamente.

PedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, Quien habita en vosotros, que os explique palabra por palabra, frase por frase, todo esto que os doy y lo que Él os dará todavía más, para que entendáis la belleza del don de la vida, y la belleza y el honor tan grande de ser siervos y esclavos de Nuestro Dios y Señor.

Gracias, Mis pequeños.