Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, os pido, y de todo Corazón, que nunca despreciéis a nadie. Os he dicho que cuando despreciáis a alguno de vuestros hermanos Me estáis despreciando a Mí, vuestro Dios.
Bien sabéis que Yo habito en el corazón de cada uno de vosotros y lo que debéis aprender a ver es el corazón del hombre, no el exterior, y si Yo estoy en el interior de cada uno de vosotros, lleváis también, como sabéis, una riqueza espiritual tremenda.
Muchas veces habréis tenido la ocasión de tratar a alguien a quien despreciabais, y después resulta ser que os ha dado lecciones de vida, lecciones de sabiduría, lecciones de amor, porque no es el exterior lo que vale en vosotros, es el interior de cada uno de vosotros, porque Yo estoy en cada uno de vosotros, por eso debéis cuidar vuestras palabras, vuestros gestos hacia vuestros hermanos. Cuidad el interior de vuestros hermanos porque ahí estoy Yo, respetad su interior porque ahí vivo en ellos, y al hacerlo así Me estáis cuidando a Mí y Yo cuidaré de vosotros.
Debéis aprender, Mis pequeños, a vivir estas lecciones de Amor porque en el Reino de los Cielos todos os conduciréis como hermanos, como la familia que debéis empezar a hacer desde la Tierra. Os he dicho alguna vez, que cada uno de vosotros fuisteis creados en vuestra forma externa como así lo quise Yo, vuestro Dios, y vosotros no sois nadie para criticar Mi Obra, porque os repito: Si Yo quise crearos así como sois en vuestro exterior, si criticáis a vuestros hermanos, Me estáis criticando a Mí, vuestro Dios y estáis criticando Mi Obra, como haciéndoMe ver que cometí un error al crearos así. Pero os vuelvo a repetir: El exterior es sólo un vehículo que está llevando el alma de cada uno de vosotros, pero además Me está llevando a Mí, vuestro Dios, internamente. Por eso os repito: Debéis aprender a valorar el interior de cada uno de vuestros hermanos, debéis aprender a conocer el interior de vuestros hermanos.
A cada uno de vosotros os he dado diferentes Dones, Virtudes, Bendiciones especiales, Carismas, y muchas veces, por criticar el exterior de algunos de vuestros hermanos, no les permitís a ellos que se desarrollen espiritualmente, porque ellos se van a sentir atacados por vuestras críticas y os estáis perdiendo, a lo mejor, de un gran tesoro con el que podríais avanzar a niveles altos en lo espiritual por el regalo particular que Yo le haya dado a esos hermanos a los que criticáis.
Actuad siempre en humildad, como Yo lo hacía estando con vosotros en la Tierra; a nadie desprecié, a todos les di su lugar, a los mismos leprosos los abracé, los cuidé, los sané. Así que, os vuelvo a repetir: ¿Quiénes sois vosotros para criticar Mi Obra?
Gracias, Mis pequeños.