Dic 04_2020 Mi Amor tiene que volver a darse en pleno. El mismo hombre, al estar del lado de satanás, sigue limitando, sigue deteniendo esa expansión que Mi Obra de creación debe tener.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

(Lenguas…) Hijitos Míos, tenéis las tres Virtudes Teologales: Fe, Esperanza y Amor. Las tres muy importantes.

La Fe se desarrolla desde pequeñitos, desde vuestro Bautismo, que con la ayuda de Mi Santo Espíritu y con la ayuda también de vuestros padres, se os va afianzando Mi Presencia en vuestra vida, en vuestro corazón. Un alma sin Fe es un alma vacía, un alma timorata, un alma que no se siente segura porque no cree en Mí, vuestro Dios, porque el alma intuitivamente necesita creer en alguien grande, que Soy Yo, su Creador.

Humanamente hablando, vais creciendo y vais tomando la seguridad de personas mayores a vosotros y en ellos os afianzáis, pero el alma necesita también afianzarse y busca, busca afanosamente hasta que encuentra algo o alguien en quien afianzarse. Si han tenido un seguimiento desde pequeños, enseñándoos a amarMe, a respetarMe, a creer en Mí, vuestro Dios, y en todo lo que he hecho por vosotros, esta alma crece fuerte, saludable en la Fe, se fortalece en Mis Promesas y da fruto, mucho fruto.

La Esperanza, otra Virtud Teologal, es a donde os lleva la Fe. La Fe os da el principio de vuestra credulidad espiritual, pero la Fe os lleva a buscar y a encontrar Mis Promesas que Yo os hago como vuestro Padre, como vuestro Creador y como Salvador, abriéndoos las Puertas del Cielo que, cuando pecáis, se cierran. La Esperanza os lleva a vivir con una seguridad tal que no importa que satanás os ataque, porque entre la Fe y la Esperanza vosotros estáis bien cimentados en Mí, vuestro Dios. Vendrán los embates de satanás a lo largo de vuestra existencia, pero estáis bien cimentados en Mí, estáis bien cimentados en las Palabras de los Evangelios que os dejó Mi Hijo, estáis cimentados en la Fe que obtuvisteis desde el Bautismo, estáis cimentados en Mí, que muchos de vosotros, al tener experiencias sobrenaturales muy bellas, que obtenéis precisamente por estar en Mí, eso va afianzando vuestra Fe y vuestra Esperanza para que Mis Promesas sean patentes en el futuro de vuestra existencia. Y, ¿cuál es el futuro de vuestra existencia? La última Virtud Teologal, el Amor.

El Amor es lo más grande que todos vosotros podéis tener, es tenerMe a Mí en pleno, porque Yo Soy el Amor. El Amor es creación. Teniendo Mi Amor Me tenéis a Mí y si Me tenéis a Mí, Mis Potencias están en vosotros, porque así os lo dijo Mi Hijo: “El que Me siga podrá hacer lo que se Me ha visto hacer y aún más que eso”. Cuando os he creado, cuando toda la Creación salió de Mis Manos creativas y de Mi Corazón amorosísimo, todo fue para consentiros, Mis pequeños.

Yo, todo un Dios en Perfección, sólo puedo crear grandes cosas, perfectas, bellas, inimaginables ahora para vosotros, porque el pecado puso un velo alrededor de vosotros, no solamente en vuestros ojos sino alrededor de vosotros y alrededor de todo lo creado. La misma Creación no se ha podido expandir hacia la perfección a la que fue creada, porque el pecado del principio, el Pecado Original, limitó todo lo creado.

En las Sagradas Escrituras se os dice que vosotros, como seres humanos, fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía, fuisteis creados un poco inferiores a los Ángeles. Vosotros conocéis las potencias angelicales que son increíblemente grandes, bellas, poderosísimas, y vosotros debierais estar a unos niveles altísimos en estos momentos, si el Pecado no hubiera limitado toda la Creación.

Mi Amor tiene que volver a darse en pleno. El mismo hombre, al estar del lado de satanás, sigue limitando, sigue deteniendo esa expansión que Mi Obra de creación debe tener. No estáis gozando de Mi Creación como Yo la pensé en un principio, ni del 1% de lo que debe ser. Así como Pablo dijo que ni el ojo vio ni el oído oyó lo que Yo, vuestro Dios, Dios Supremo, tengo preparado para vosotros, ni siquiera os imagináis que puedan existir esas cosas extraordinarias.

En estos momentos no estáis gozando lo que gozaréis cuando tengáis vuestro premio, si os mantenéis Conmigo en Fe, en Esperanza, para llegar al Amor ya que, como os dije, Mi Amor encierra regalos extraordinariamente grandes para vuestras capacidades tan pequeñas. En estos momentos, vosotros, si volvéis al pasado y veis a los primeros hombres de la edad de piedra, sentís pena por ellos, por el cómo vivían, cómo se desarrollaban, porque os estáis comparando con todo lo que tenéis ahora que no lo tenían ellos. Pues ahora os digo que cuando lleguéis a Mí, si os ganáis el Cielo con vuestro trabajo, perseverancia, amor, Fe, veréis el estado actual del hombre y sentiréis esa pena que ahora sentís con vuestros hermanos del principio, esa gente primitiva.

Así estáis vosotros en estos momentos en comparación a lo que Yo os voy a dar, pero sobre todo con un Amor Infinito, con una Paz que solamente Yo os puedo dar, con bellezas inimaginables en donde vuestros sentidos se abrirán plenamente y gozaréis con ellos todo el Amor que Yo he puesto en la Creación y en el Cielo.

Vivid pues, Mis pequeños, en esa gran Fe que os ha dado el Bautismo, con esa Esperanza grande de que tendréis Mis Promesas hechas realidad para vuestro bien, si perseveráis en lo que Yo os he pedido en los Mandamientos y en las Leyes de Amor que os he dado, y, sobre todo, gozad ya desde ahora de ese Amor grande que Yo Soy y que podéis gozar porque vuestra Fe, engrandecida por Mí en vuestro corazón, os hará disfrutar ya desde ahora de los bienes que poseeréis eternamente.

Yo Soy vuestro Dios y premio en una forma infinita a todos aquellos que Me buscan y que se mantienen en una vida ejemplar ante sus hermanos.

Yo Soy el Amor y estáis invitados a vivir eternamente Conmigo, vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.