Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Visión: Veo un ambón de metal, de varilla, y está la Santa Biblia abierta, y nos dice Papá Dios:
Hijitos Míos, este es el Libro Sagrado, el Libro de la Sabiduría, el Libro que debiera normar vuestra existencia, desde vuestra pequeñez hasta vuestra ancianidad y muerte. Está lleno de Mis Verdades, está lleno de Sabiduría.
A través de las Sagradas Escrituras Me podéis conocer más profundamente. Cuántos de vosotros, cuando vais creciendo, os quejáis de que no tuvisteis unos padres que os enseñaran a caminar en la Fe, con la perfección en la que se habla en las Sagradas Escrituras. Los mismos padres no han tomado de ellas la Sabiduría Santa que deben entregar a sus hijos y crecen desbalagados, sin tener bases firmes en la Fe que se os ha dado.
Seguís creciendo y os topáis con hermanos vuestros, de vuestra misma edad o un poco mayores, los cuales muchos de ellos os desvían de lo que debe ser la Verdad, el buen comportamiento, los buenos principios, el amor al prójimo, el respeto a todo lo que se debe dar, primeramente a Mí, a Mi Persona Divina, y el trato que le debéis dar a vuestros hermanos. Ahí debe ser el principio de la hermandad, pero de la hermandad celestial.
Si os dejáis llevar por los principios humanos, que muchos de ellos están desviados por satanás, vais creciendo con una mala información de cómo os debéis comportar, primeramente Conmigo, vuestro Dios, después con vuestros hermanos y aun con vosotros mismos. Seguís creciendo y en las Sagradas Escrituras también encontraréis el comportamiento que debéis llevar ya como una persona mayor, con responsabilidades, ya sea en vuestro estado de soltero o casado, haciendo una familia.
En este Libro Sagrado se os va guiando para que permanezcáis en pureza, si os mantenéis en la soltería, y en el trato más profundo en la Fe, que al tenerMe a Mí en vuestro corazón y en vuestra vida recibiréis Mis Bendiciones abundantes para que nunca os falte nada que Mi Providencia Divina os pueda conceder. También tenéis consejos para que llevéis un matrimonio correcto, santo, puro; para que hagáis de ese matrimonio un ejemplo bello para vuestros hermanos y los podáis atraer hacia el verdadero Amor y hacia la verdadera vida que debéis llevar en ese estado de familia.
Seguís creciendo y, así como los problemas o las dificultades de la vida se os van presentando, tenéis la Sabiduría, también Divina, en este Libro Sagrado para que podáis resolver vuestra problemática, pero siempre guiados por la Luz de Mi Santo Espíritu. Nunca os abandonaMos, Mis pequeños, siempre en Mi Santísima Trinidad os vamos protegiendo, os vamos guiando, os vamos llevando por la Verdad que debéis vivir siempre en vuestro ser, tanto para que sepáis vosotros mismos guiaros como para no dejaros guiar por los errores que se viven en el mundo, y al llenaros también de la Sabiduría Divina, podéis ayudar a vuestros hermanos, por medio de Mis Palabras que ahí esperan ser leídas y tomadas como medio de vida, que han caído en el error y en el pecado.
El Libro Sagrado os va preparando también cuando entráis en la ancianidad y cuando os voy dando el tiempo para que os preparéis para el encuentro Divino, el encuentro Santo, el encuentro más bello que el alma quiere tener, que es el conocerMe en el Reino de los Cielos.
Cuando normáis vuestra existencia basados en toda esta Sabiduría, en todo este Amor que os he dejado, fácilmente lleváis una vida correcta porque siempre seréis bendecidos, porque os estáis basando en las Palabras, en el Ejemplo, en el Amor que os he dejado, y si un alma se comporta así, tiene las puertas abiertas de par en par para entrar en el momento en que os llame al Reino de los Cielos.
Pero, ¡cuánto desperdiciáis, la gran mayoría de vosotros! Tenéis este Libro Sagrado, sí, en un lugar especial, pero nunca lo abrís, nunca tomáis de él los consejos que necesitáis, nunca dejáis que Yo os dé una nueva vida, al apartaros de la vida de error que lleváis. Sí, está en un bonito lugar, pero estáis desperdiciando el gran tesoro que en Palabras podéis vosotros tomar, para que con sus riquezas podáis ser esos hijos Míos que Yo quiero tener, primeramente en la Tierra, llevando vuestra misión lo más perfectamente posible, y después teneros en el Cielo eternamente, ya preparados con todo lo que os dejé en las Sagradas Escrituras y que se harán patentes ante Mi Presencia en el Reino de los Cielos.
¿Qué más puede desear un alma que, conociéndoMe durante toda su existencia en la Tierra y que se ha llenado de Mi Presencia a través de todo lo que os dejé en las Sagradas Escrituras, pueda tenerMe en el Reino de los Cielos?
Mis pequeños, llenaos de Mi Vida, llenaos de Mi Amor, llenaos de Mi Sabiduría. Buscáis en muchos otros libros cosas extravagantes, misteriosas, que os llaman mucho la atención, pero que os desvían del verdadero camino. En Mí tenéis todo lo que os va a llevar a la perfección para llevaros a la santidad.
No desperdiciéis más el gran regalo que se os ha concedido en este Libro, en este Libro Sagrado al cual debéis vosotros acudir constantemente, para que a través de él Yo os dé la forma en que norméis vuestra vida para alcanzar la santidad.
Gracias, Mis pequeños.