Oct 30_2020 Tenéis las revelaciones de Santos de hace muchos años, de videntes y profetas, también de algunos años y aun recientes, en donde se os promete ya la preparación de este mundo para Mi Segunda Venida, para estar entre vosotros.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

===============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Visión: Veo un pasillo largo, largo, y hasta el final el altar. Me dice Nuestro Señor:

Daos cuenta, Mis pequeños, cómo un mismo acontecimiento a unas personas les produce dolor y a otras personas les produce alegría, y Me refiero específicamente a los acontecimientos de la purificación que se están dando y que se van a ir acrecentando, Mis pequeños.

Tenéis las revelaciones de Santos de hace muchos años, de videntes y profetas, también de algunos años y aun recientes, en donde se os promete ya la preparación de este mundo para Mi Segunda Venida, para estar entre vosotros. Eso es lo que os da alegría a vosotros, los que estáis Conmigo, los que queréis ya tocarMe, platicarMe, estar Conmigo gozando Mis Palabras, Mi Sabiduría y Mi Amor entre vosotros.

Ciertamente, ha sido largo el tiempo para el cumplimiento de estas promesas porque vosotros no conocéis Mi tiempo, y si el tiempo se alarga es porque hay oración y espero a  que muchos de vosotros cambiéis de vida, os arrepintáis de vuestros errores, de vuestros graves pecados y podáis regresar a Mí, pero conociendo estas profecías, que os he dado a través de vuestros hermanos, que aunque sean difíciles de creer, las aceptáis de corazón, porque sabéis, como os he dicho, que os prepararán para una entrada rápida a estas Nuevas Tierras que os daré y que gozaréis inmensamente.

En cambio, el mismo acontecimiento, que es esta purificación, a una gran mayoría le produce terror; no desean que se dé y hasta tratan de negarla, pero se dará, hijos Míos. Tienen miedo al cambio, prefieren quedarse así como están, a pesar de que están sufriendo con tanto ataque de satanás por todos lados y prefieren esto a entrar a Mis promesas, a las Tierras Nuevas, pero es vuestra necedad y vuestra falta de Fe lo que os hace padecer este miedo o este terror, podríamos decir, porque en algunos es así: No confiáis en Mi Palabra, no confiáis en Mis promesas, y esa falta de Fe os lleva a temer a lo desconocido.

Soy vuestro Dios y Yo no os daría algo que vosotros no pudierais soportar. Os he dicho que la purificación va a ser diferente en cada persona y todo va a estar basado, primeramente, en vuestra Fe, en vuestra vida de oración, en vuestra vida de ejemplo, en el amor que tengáis en vuestro corazón.

Ahora, la pregunta está en vosotros: ¿Cómo está vuestro corazón? ¿Cómo está vuestra vida espiritual? ¿Cómo está vuestra relación Conmigo, vuestro Dios? Si estáis alejados de Mí, ciertamente el sufrimiento será mayor, pero también siempre con la idea de que este sufrimiento y ese momento difícil para vuestra vida y para la humanidad os pueda llevar al arrepentimiento de vida, y lo hago con esa intención, Mis pequeños, porque muchos de vosotros, como vosotros mismos sabéis, no entendéis por las buenas.

Sois todavía niños tercos, mal portados, a los que hay que castigar para que podáis entender que lo que estabais haciendo han sido ofensas a Mí, vuestro Dios, y por eso permito estos dolores en vuestra vida, para que entendáis que estáis viviendo en el mal, que estáis en pecado grave y que Yo quiero que regreséis Conmigo al Reino de los Cielos.

Os daré un tiempo, aunque sea breve, de meditación, para escuchar esas palabras que quiero escuchar, salidas de vuestro corazón: “Perdóname, Padre, perdona mis pecados”, entonces aprovecharé Yo esos momentos para que vuestra alma quede aceptable a Mis ojos y os pueda salvar de la maldad de satanás y traeros nuevamente a Mi Presencia. Ciertamente, tendréis que ser purificados en el Purgatorio por un tiempo corto o largo, pero no importa, ya estáis Conmigo, Mis pequeños. ¡Entendedlo! Os quiero de todo Corazón y quiero vuestro regreso al Reino de los Cielos.

Dejaos pues, mover por Mí, vuestro Dios. Dejad que los acontecimientos hagan mella en vuestro corazón y éste se mueva hacia Mí en arrepentimiento, un arrepentimiento profundo y un dolor de corazón grande, sabiendo que Me habéis dañado por mucho tiempo. Os perdonaré y olvidaré vuestros pecados, y os regresaré nuevamente a Mí, a Mi Reino, a vuestro hogar.

Os amo, Mis pequeños. Aunque sean estos vuestros últimos momentos, aprovechadlos, porque después, si no los aprovecháis, podréis morir eternamente.

Gracias, Mis pequeños.