Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando vosotros os dedicáis a llevar a cabo esta misión de crecer en el amor y transmitirlo a vuestros hermanos para salvarlos, estáis actuando para Mí y estáis llevando la misión encomendada por Mí, a vosotros, de la mejor forma.
(Lenguas…) Hijitos Míos, el hombre camina por la Tierra y es atacado por muchos espejismos que satanás os pone a lo largo de vuestra existencia; espejismos que os distraen de vuestra verdadera razón de existir.
Yo, como vuestro Padre, vuestro Dios, os he dado una misión que se puede resumir en dos cosas: transmisión de Mi Amor a vuestros hermanos y salvación de almas. Mis pequeños, no hay nada más importante que eso, que dejar Mi Amor en las almas, porque es el alimento de vida de un alma, Mi Amor, Mi Amor que es eterno, que es Omnipotente, que es el Poder más grande del Universo.
Os lo concedo desde el momento de vuestro Bautismo, lo tenéis y vuestra tarea es ir acrecentándolo a lo largo de vuestra existencia. Os he dicho que, cuando tenéis Mi Amor, no lo podéis detener, es un Poder fortísimo y dinámico, es tan grande, tan bello, que vosotros no lo podéis detener y deseáis que vuestros hermanos lo compartan junto con vosotros, y esto se realiza cuando realmente vosotros estáis conMigo, cuando realmente estáis llevando a cabo vuestra misión, porque vuestra vida la habéis dedicado a Mí, hagáis lo que hagáis.
Ciertamente, los distractores, a donde os lleva satanás, hacen que vosotros no compartáis lo que hacéis. No importa en dónde estéis, qué estéis haciendo, cuál sea vuestra profesión o en lo que os dediquéis, en el momento en que vosotros estáis compartiendo vuestros quehaceres, vuestra vida, aun vuestras diversiones conMigo, estaMos unidos, y al estar unidos vosotros estáis compartiéndoMe con vuestros hermanos, y ¿ésto cómo es, Mis pequeños? Es por vuestra forma de ser, respetuosa, amable, llena de caridad, llena de amor hacia vuestros hermanos, dando ejemplo de una vida digna de un buen católico, de un buen hijo de Dios, por eso os digo: No importa en dónde estéis, qué estéis haciendo, a qué os dediquéis, tiene que salir lo que traéis en vuestra alma y la debéis dejar actuar entre los hombres.
Cuando vosotros os dedicáis a llevar a cabo esta misión de crecer en el amor y transmitirlo a vuestros hermanos para salvarlos, estáis actuando para Mí y estáis llevando la misión encomendada por Mí, a vosotros, de la mejor forma. Esos espejismos que os pone satanás, quizá algunos no lleven malicia, pero no Me los estáis ofreciendo y, como no Me los estáis ofreciendo, no estaMos unidos, y esas acciones no llevan ningún bien ni para vosotros ni para los vuestros; es tiempo perdido, y recordad que os he dicho que el tiempo de vuestra vida es Mío y, cuando vosotros no Me habéis compartido de ese tiempo, Yo os voy a tomar cuentas de ello, cada segundo de vuestra existencia que no Me ofrecisteis será tomado en cuenta en vuestro Juicio Particular.
Por eso os he recomendado que día a día, o noche en noche, antes de que descanséis, retoméis todo el tiempo del día que no Me ofrecisteis para que ese tiempo quede ya unido a los Méritos de Mi Hijo, para la conversión y salvación de las almas, porque esa es la otra parte de vuestra misión: Salvación de almas.
Mis pequeños, es muy grande e importante la misión que cada uno de vosotros tenéis, y además inmensamente bella porque debéis ser otros Cristos, y es tan importante el ser otros Cristos que cuando llegó Mi Hijo, en ese momento se detuvo la historia y empezó otra historia, y a causa de Su llegada se habla de “Antes de Cristo” y el “Después de Cristo”. A ese grado es tan importante la Presencia de Mi Hijo en la Tierra, y así de importante debe ser también vuestra presencia en la Tierra, que dejéis huella de que Mi Hijo está en vosotros, que ayudéis a vuestros hermanos, sea quien sea, a salvarse, a llenarse de la Palabra de Mi Hijo, de Su Amor, que es Mi Amor, entre vosotros.
Vivid, pues, como Mi Hijo vivió para vosotros. Amad a vuestros hermanos como Mi Hijo os ama. Llevad a vuestros hermanos hacia el bien, hacia la salvación, hacia la unión fraterna, como os lo pidió Mi Hijo. Sed buenos, como Yo lo Soy. Soy vuestro Dios y quiero que vosotros Me entreguéis este mundo renovado, porque vosotros, al ser otros Cristos y por la misión que lleváis, debéis renovar a este mundo que ha muerto prácticamente a Mi Amor, a Mi Gracia, a Mi Vida, que fue lo que os dejó Mi Hijo.
Levantad, pues, a este mundo hacia el Amor nuevamente, para que todo vuelva a ser como Yo lo creé en un Principio.
Gracias, Mis pequeños.