Jul 21_2020 Pensad en Mí en cada tabernáculo y allí estaréis, Me acompañaréis y así trabajareMos juntos para la conversión de las almas y la renovación de este mundo, en que la gran mayoría no Me quiere.

Rosario vespertino – Mensajes.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Soy vuestro Jesús, el Jesús sufriente, pero el Jesús que ama infinitamente; el Jesús que necesita de vuestra compañía, de vuestras oraciones, de vuestro amor. Alrededor del mundo hay miles, millones de tabernáculos y en la gran mayoría de ellos abandonado estoy.

Hijitos Míos, Soy vuestro Jesús, el Jesús sufriente, pero el Jesús que ama infinitamente; el Jesús que necesita de vuestra compañía, de vuestras oraciones, de vuestro amor.

Alrededor del mundo hay miles, millones de tabernáculos y en la gran mayoría de ellos abandonado estoy. Estando conMigo, Mis pequeños, vosotros tenéis la Gracia de poder estar en todos ellos, porque así os lo concedo, porque Me amáis, porque queréis estar conMigo, porque queréis reparar por todos los pecados, olvidos, sacrilegios con los que Soy ofendido en todo el mundo.Mis pequeños, al concederos esta Gracia Me hacéis muy feliz porque Me siento acompañado y a la vez vosotros, con vuestra oración, Me traéis más almas para que estén conMigo.

Soy el Dios olvidado. Cuántos, cuántos antiguos profetas, almas santas, almas consagradas, hubieran querido tener esta Gracia de mantenerse unidas a Mí, ciertamente a algunos de ellos se la concedí, porque cuando entráis a esos grados de santidad empezáis a recibir de Mí grandes Bendiciones y así os voy llenando de Bendiciones para que vayáis gozando Mi Presencia continua en vuestra vida y, a la vez, Yo voy caminando con vosotros todo el tiempo y, de esa forma, no Me dejáis abandonado mientras estoy en la Tierra.

Ciertamente, en un tiempo caminé sobre la Tierra, y es cuando os traje vuestra Redención y os dejé una Evangelización Divina; ahora vosotros Me ayudáis a que Yo siga caminando sobre la Tierra al tenerMe a Mí en vuestro corazón. Cuando habláis de Mí a vuestros hermanos, cuando deseáis un bien para la conversión de las almas, cuando vivís bajo Mi amparo, bajo Mi Sabiduría y Mi Voluntad, en ese momento estaMos viviendo juntos y hacéis que Yo viva otra vez entre los hombres.

Mucho amor necesita el corazón del hombre. El hombre se ha apartado de Mí, Me ha olvidado, ya no requiere de Mi asistencia Divina; se siente autosuficiente y no se da cuenta de que estáis luchando también contra un ser infernal que tiene unas potencias demasiado fuertes para vosotros y, al no caminar conMigo, los que no estáis protegidos por Mi Gracia, porque no queréis tomarla, sois presa fácil de este enemigo de vuestra alma.

Muy fácil se olvida el hombre del Bien que Yo os doy, porque sentís que os lo merecéis, y en cierta forma es así porque os amo, pero no reparáis en reconocer que si Yo Me olvidara un segundo de vosotros, moriríais ipso facto.

El Amor se paga con el Amor y vosotros sois solamente niños consentidos que queréis que todo os salga bien, pero tenéis obligaciones espirituales para conMigo, vuestro Dios; ciertamente os ayudo a llevar un camino, para vuestra misión, libre de obstáculos, y esto es cuando vuestra alma está unida a Mí, vuestro Dios, pero cuando os separáis de Mí, cuando Me blasfemáis, cuando Me rechazáis en todo momento, quedáis a merced de satanás y de su poder infernal, y es cuando el hombre prácticamente se condena.

Os he dicho que la salvación se gana y se gana con mucho esfuerzo, Mis pequeños. Recordad lo que se os ha dicho, que el camino para la salvación es estrecho, pedregoso, lleno de espinas y esto es para probar si realmente vuestra espiritualidad es fuerte.

El Amor tiene que pasar por muchas pruebas. El Amor es la fuerza más poderosa del Universo y solamente le concedo el Verdadero Amor a las almas en quienes estoy seguro que ese Poder Divino va a producir grandes frutos; Yo confío en aquellas almas que ya han sido acrisoladas, en aquellas almas que han sufrido ese caminar, doloroso muchas veces, con grandes ataques de satanás y aun, a pesar de ello, se levantan y siguen adelante.

Ciertamente hay momentos en vuestra existencia en los que os doy descansos para que renovéis vuestras fuerzas y sigáis adelante, y las almas buenas, las almas escogidas se dan cuenta de ello y en ese momento vuestro amor se enciende más hacia Mí, porque os dais verdaderamente cuenta de que estáis siendo cuidados por Mí, vuestro Dios.

¡Necesito vuestro amor! ¡Necesito vuestra compañía, Mis pequeños! No Me dejéis solo, os estoy dando Gracias verdaderas, Bendiciones Divinas para que vuestra alma vuele hacia Mí en cada tabernáculo del mundo. Pensad en Mí en cada tabernáculo y allí estaréis, Me acompañaréis y así trabajareMos juntos para la conversión de las almas y la renovación de este mundo, en que la gran mayoría no Me quiere.

Es doloroso saber y vivir eso, Mis pequeños. Yo que Soy el Amor, el Amor Verdadero, no Soy apreciado ni buscado por los hombres; preferís los amoríos pecaminosos antes que el Amor Infinito, el Mío, que os traerá infinidad de Gracias, Bendiciones, grandes alegrías, que aún no conocéis.

Manteneos a Mi lado, Mis pequeños, seréis Mis pequeños acompañantes, gozaréis Mi Compañía como la gozaban Mis Apóstoles; haréis grandes cosas por vuestros hermanos, les ayudaréis a vivir en la Gracia, los llevaréis por caminos correctos y, en un momento determinado, hasta milagros obrareis para que, aquellos que estén a vuestro alrededor, se den cuenta de que Yo estoy con vosotros.

Tomad todo esto como niños, no os pongáis a meditar tanto en esta preferencia que hago sobre vosotros, simplemente dejaos llevar por la alegría, por Mi Gracia y llenaos de Mi Amor. El Amor todo lo puede, confiad, confiad en Mi Amor y gozadlo grandemente, porque Yo Soy vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.

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Cuarto Misterio. Habla Jesucristo.

Sobre: Os he pedido que Me acompañéis en los tabernáculos, ahora os pido seáis valientes en estos tiempos de tribulación. Quiero estampar Mi Rostro en vuestras almas para que, al llegar al Reino de los Cielos, vuestro paso sea inmediato.

Hijitos Míos, voy cargando la Cruz y caigo, estoy muy débil, la chusma gritando está, Me escupen, Me apedrean, sufro, pero callo y perdono. Se acerca una valiente mujer, la Verónica, y con un paño Me limpia Mi rostro de la sangre, del sudor, de los escupitajos. La veo, entro en su corazón, la bendigo, queda marcado Mi Rostro en ese paño, un regalo que le doy a una mujer valiente. Los mismos solados no permitían que alguien se acercara a Mí, pero ella valiente se acercó, viéndoMe a Mí primero antes que a ella misma, no importando qué le pudieran hacer, ella quería servirMe.

Esta es la clase de almas buenas, almas valientes que necesito para estos tiempos; almas que no se vean a sí mismas, almas que se den completamente a Mí, no importando qué les pueda pasar porque saben que Yo Soy su Dios y Yo les puedo devolver la vida si así lo quiero pero, sobre todo, que gozan en el servirMe.

Os he pedido que Me acompañéis en los tabernáculos, ahora os pido seáis valientes en estos tiempos de tribulación. Quiero estampar Mi Rostro en vuestras almas para que, al llegar al Reino de los Cielos, vuestro paso sea inmediato; que apenas cerréis vuestros ojos aquí en la Tierra, inmediatamente paséis al Reino de los Cielos, porque estampado estará Mi Rostro en esas almas buenas. Esas almas valientes, esas almas dadivosas, tienen entrada directa al Reino de los Cielos.

Se sufre en la Tierra, se sufre por servirMe, se sufre porque se les persigue a aquellos que Me siguen, que Me aman; se sufre porque han escogido la mejor parte, Me han escogido a Mí, y por eso tendrán el Reino de los Cielos eternamente. Habéis escogido la mejor parte, Mis pequeños, y Yo estoy con vosotros y lo estaré eternamente.

Esa es la clase de amor que quiero de vosotros, Mis pequeños, con la bravura, con la valentía que les dio Mi Santo Espíritu en Pentecostés a los Apóstoles. Ellos fueron transformados por el Espíritu Santo y de ahí nacieron esos guerreros del Amor, esos guerreros que llevaron Mi Palabra por todo el mundo, no importando lo que sufrieran, gozaban en transmitirMe a sus hermanos, gozaban en ver las conversiones. Sufrían, ciertamente, también por las persecuciones pero gozaron hasta el último momento en su sacrificio, porque fueron tomados por Mí e inmediatamente las puertas del Cielo se abrieron para ellos.

Soy un Dios de Amor y Yo permito que vosotros gocéis Mi Amor. Os acompaño en todo momento y, especialmente, cuando Me estáis sirviendo. Mi Santo Espíritu os guía, Mi Santo Espíritu os da palabras de Sabiduría, Mi Santo Espíritu os protege de la maldad de satanás, Mi Santo Espíritu guía vuestros pasos y os lleva a donde Me necesitan, a donde las almas necesitan conocerMe y amarMe.

Mis Apóstoles de ese tiempo, Mis primeros Apóstoles, llenos de Mi Amor, movían almas al sólo pasar junto a ellas, valientes propagadores de la fe. PedidMe, Mis pequeños, esa Gracia también de poder llevar Mi Palabra, Mi Ejemplo y Mi Amor a vuestros hermanos; llenadlos también con Mi Sabiduría, la Sabiduría que os concederé a vosotros porque sois Mis servidores.

A aquellos que están conMigo, a aquellos que Me transmiten a sus hermanos los lleno de grandes Bendiciones y de un gran gozo para seguir adelante. Milagros hacían y milagros se daban en ellos, porque así Soy Yo, Mi Santo Espíritu llena a las almas y les hace dar cosas extraordinarias, milagrosas, y también reciben Mis Gracias y Mis Milagros, porque así cuido a Mis apóstoles, a los que están conMigo, a Mis siervos de Amor.

Por eso os repito: No os preocupéis, Mis pequeños, cuando os ataquen, os injurien, porque así lo hicieron primero conMigo. Estad contentos porque el Cielo también es vuestro, lo que es Mío es de vosotros.

Mi Amor os acompaña y Mi Amor os Bendice.

Gracias, Mis pequeños.