Jul 18_2020 Entrad, entrad en vuestro corazón y pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os vaya llevando a disipar la oscuridad espiritual a donde el Pecado Original os llevó.

Rosario matutinoMensaje ÚNICO.

=================================

Mensaje de la Santísima Virgen María a J. V.

=================================

Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.

(Lenguas…)

Visión: Veo una rosa y esta rosa está rodeada de espinas.

Hijitos Míos, Yo vuestra Madre, la siempre Virgen María, siempre estuve unida a Mi Hijo en el Amor y en el Dolor, por eso Soy también vuestra Maestra y Guía en vuestra vida. Conozco el Bien y el mal, porque así Me lo ha permitido Mi Señor y Mi Dios, y puedo ayudaros como Madre que os comprendo, que comprendo vuestra fragilidad humana, que comprendo vuestras flaquezas, que comprendo vuestros desvíos amorosos hacia Mi Hijo y hacia Mí misma.

Conozco el corazón del hombre y también Me causa mucho dolor el que actuéis como una gran mayoría de vosotros actuáis. Mucho se os ha dado y poco le ofrecéis y le agradecéis a Mi Hijo y a Mí misma.

Ciertamente pocos os acordáis de Mí, Yo que os puedo ayudar tanto en estos tiempos. Mi Hijo Me lo pidió en la Cruz, que os ayudara a levantaros, a vivir una vida en Gracia, en vida de Amor, que fue lo que os dejó Mi Hijo de Evangelización: Vivir las virtudes en su más alto grado, llevar una vida de santidad, una vida de ejemplo ante vuestros hermanos, ir cambiando este mundo de maldad en un mundo de amor en donde se viva la Vida de Mi Hijo.

Cuando Mi Hijo gozaba, cuando hacía un bien, gozaba Yo con Él porque vivíaMos una vida íntima, unida en el Divino querer de Mi Padre, de Nuestro Padre Dios. Somos inseparables y os repito, cuando Él gozaba, gozaba Yo, pero cuando Él sufría, sufría Yo también. Viví Sus momentos de gran alegría cuando las muchedumbres Lo seguían, cuando se alegraba la gente ante los milagros que Mi Hijo hacía, pero también Me dolía con Él con las persecuciones de los escribas y fariseos, y ya no digamos con el sufrimiento de Mi Hijo en Su Pasión y Muerte.

Como Madre, sufría grandemente esos momentos difíciles y dolorosos que tuvo Mi Hijo por vosotros, pero también gran alegría Me dio Su Resurrección, el volver a la vida y marcar con eso Su Santidad Divina, y así quedó marcado, quedó marcada la historia, el antes y el después de Cristo y, sobre todo, Su Resurrección.

Este punto es importantísimo, Mis pequeños, Su Resurrección, la cual os concede a cada uno de vosotros si Le seguís, si tomáis Sus Enseñanzas como medio de vida, si Le acompañáis a Él en Su Vida, en Su Cruz, en Su Amor.

Como veis y ya se os ha dicho, esta humanidad, en estos tiempos, tendrá que padecer lo que padeció Mi Hijo y, de esta forma, os uniréis a ese Misterio de Amor. Os dolerá, pero también, al daros cuenta de que estáis viviendo lo que Él vivió, esperaréis con ansia vuestra resurrección y gran alegría tendréis cuando ésta se dé y veréis lo que se os tiene prometido, Nuevos Cielos, Nuevas Tierras, un verdadero amor entre los hombres nuevamente, un Amor Divino entre vosotros, un renacer de la humanidad, una vida íntima con todo lo creado.

Conoceréis lo que es la vida que Nuestro Padre Dios y Señor dio a todo lo creado, que, como se os ha dicho, todo está vivo a vuestro alrededor. La Naturaleza vive y alaba a Nuestro Dios, alaba a su Creador y vosotros gozaréis infinitamente esa vivencia espiritual y mística, y eso es lo que viven las almas, las almas nuevas, las almas que han sido tocadas por la Gracia y el Amor de Nuestro Dios: Una vida mística en donde os unís plenamente a Él y empezáis a conocer Sus Misterios de Amor.

Si ahora se da solamente en algunas almas, las almas escogidas lo vivirán en pleno y lo viviréis todo el tiempo en acercamiento total a Nuestro Dios Creador, Vivificador, en donde sentiréis lo que Él dejó en cada cosa creada y conoceréis el por qué de cada cosa creada, de cada creatura y del mismo hombre.

Todas estas maravillas se perdieron por el Pecado Original, por eso para vosotros será un renacer inmenso, bellísimo, porque no habéis tenido esa Gracia, ese conocimiento y esa experiencia por causa del Pecado Original.

Vuestros Primeros Padres reyes de la Creación conocían todo y vivían todo esto, lo gozaban y lo agradecían de todo corazón. Todo vive en el Amor de Nuestro Dios y podéis empezar, Mis pequeños, a experimentar esto si os dejáis llevar por el Amor pleno de Mi Hijo que dejó en vosotros a lo largo de Su Vida, a lo largo de la Renovación Espiritual que dejó para los hombres.

Entrad, entrad en vuestro corazón y pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os vaya llevando a disipar la oscuridad espiritual a donde el Pecado Original os llevó; que se vayan disipando esas tinieblas de maldad, de error, de pecado, y que os vaya dejando ver la Luz infinita de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, para que empecéis a gozar lo que la Creación en un principio fue, y no os olvidéis, Mis pequeños, de agradecer de todo corazón Sus bondades, Su ternura y, sobre todo, el que os haya escogido para vivir en estos momentos de cambio en donde vosotros sois parte del bien y ayudaréis a cambiar a muchas almas del error al amor, del mal hacia el bien, de la vida oscura a la vida con luz, la Luz íntima de Nuestro Dios.

Dejaos llevar por Su grandiosidad y dejadMe, Mis pequeños, que Yo os ayude como vuestra Madre, Maestra y Guía, que os lleve de la mano. Escuchad Mis Consejos y tomadMe de la mano, en ningún momento os apartéis de la Gracia y del Amor de Nuestro Dios, y todo esto se irá dando para que vayáis normando vuestra vida en el Verdadero Amor, en el Verdadero Amor que os ha dejado Nuestro Padre, que os ha enseñado Mi Hijo y que Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, os inculca dentro de vuestro corazón y os reeduca para que os vayáis preparando para la nueva generación del Amor.

Gracias, Mis pequeños.