Jul 14_2020 Sois una unidad, sois cuerpo, alma y espíritu, dejad que Mi Santo Espíritu os guíe hacia la Verdad, os guie hacia la salud espiritual, y esa salud espiritual le dará salud a vuestro cuerpo.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…) Hijitos Míos, mientras caminé sobre la Tierra, que hice muchos Milagros, muchas veces le dije a aquellos que estaban enfermos de múltiples enfermedades: “¡Levántate, estás sano y no peques más!” Esta frase, Mis pequeños, “¡Y no peques más!”, es muy importante porque vosotros sois cuerpo, alma y espíritu.

El espíritu es Mi Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad que habita en vosotros. Vuestra alma es la que le da vida o muerte a vuestro cuerpo, vuestra alma tiene capacidades muy grandes porque vuestra alma es parte de Mí, que ciertamente el Pecado Original limitó las Potencias de vuestra alma, pero tiene capacidades poderosísimas que pueden dar vida o muerte a vuestro cuerpo. Vuestro cuerpo está atenido mucho a las capacidades del alma, vosotros decís: “Mente sana en cuerpo sano”, pero Yo os digo: “Cuerpo sano por alma sana”.

Habláis de la mente pero no habláis del alma, y es el alma la que manda, para bien o para mal, a vuestro cuerpo; si no vivís en estado de Gracia, vuestra alma está muy afectada y ésta puede llevar a que vuestro cuerpo sufra. Tenéis tensiones, tenéis problemas por múltiples situaciones que pueden causar que vuestro cuerpo vaya perdiendo la salud, porque vuestra alma no está en óptimas condiciones.

Cuando vuestra alma vive en el bien, os sentís bien en general, vuestro cuerpo está sano, salvo en aquellas situaciones en las que en un alma buena Yo permito enfermedades, esto es para que esa alma buena sufra por el bien de muchas almas, por su salvación y por su propia salvación, y para que su purgatorio no sea largo. Esa es una Gracia también especial que concedo a las almas buenas, a las almas escogidas, pero, en general, un alma que vive en el bien se siente bien ella misma y transmite el bien a los que están a su alrededor. Un alma que vive en el mal no se alimenta del bien, sigue cayendo; son almas deprimidas, almas que no se levantan, almas que viven en un callejón sin salida, y las preocupaciones y la maldad, con la que las ataca satanás, las lleva a una caída espiritual tremenda y con ello vuestro cuerpo también sufre, vuestro cuerpo, que es el vehículo que Yo os he concedido para que viváis aquí en la Tierra, para que podáis llevar a vuestra alma a misionar y a dejar el bien que debéis dejar a vuestros hermanos a donde Yo os pida.

Vuestro cuerpo necesita estar en óptimas condiciones de salud y ahí vuestra alma tiene mucho que ver, si vuestra alma no está conMigo, si vuestra alma está preocupada, si tiene problemas. Si vuestra alma está enferma de pecado, vuestro cuerpo lo sufrirá.

Cuántos hermanos vuestros en este tiempo están sufriendo, pero porque su alma no está en óptimas condiciones, su alma vive en pecado, están apartadas de Mí, no buscan su alimento, empezando por el arrepentimiento de sus pecados, la oración, la vida en el bien; son almas que, al no alimentarlas, han enflaquecido, han enfermado y con ello también afectan a su cuerpo. Satanás lo sabe muy bien todo esto y ha llevado a esta generación a una depresión espiritual tremenda y el hombre no reacciona, el hombre se sigue viendo a sí mismo, el hombre no Me busca a Mí para que perdone sus faltas, las levante como a muchos levanté perdonándoles sus pecados y recobraban la salud, porque recobraban la salud del alma, su cuerpo mejoraba porque su alma nuevamente estaba conMigo.

Sois una unidad, sois cuerpo, alma y espíritu, dejad que Mi Santo Espíritu os guíe hacia la Verdad, os guie hacia la salud espiritual, y esa salud espiritual le dará salud a vuestro cuerpo. Os he dicho que hasta que esta humanidad no se arrodille y Me pida perdón, todo se acabará, todo este mal que os rodea se terminará y se disminuirán los acontecimientos de la purificación si vuestra alma está sana, y por medio de la oración Me pidáis ayuda para el perdón de vuestras faltas.

Vuestra alma, os repito, es muy poderosa; un alma sana, un alma limpia, un alma santa que se alimenta de Mí continuamente, puede atraer de Mí hacia vosotros grandes bendiciones. Tenéis el ejemplo de grandes santos que, viviendo con esa vida santa, porque su alma estaba conMigo, podía producir milagros para el bien de sus hermanos. Éstos son tiempos también de milagros, como os he dicho, son tiempos en que veréis Mis Grandezas como las vieron en aquel tiempo los judíos saliendo de Egipto.

En toda la historia de la humanidad el hombre, en algún momento, ha visto Mis Potencias Divinas y esta generación no será la excepción, una generación más pecadora que las anteriores, pero será una generación que verá grandes prodigios de Mi Amor.

Os pido pues, Mis pequeños, que os mantengáis con vuestra alma sana para que vuestro cuerpo, que es vuestro vehículo, pueda misionar a donde Yo os envíe. Pedid por vuestros hermanos que están enfermos de alma y eso les causa enfermedad de cuerpo; alimentadlos con vuestra oración, interceded por ellos, ayudadles a que regresen a Mí para que Yo les pueda decir: “¡Levántate, tus pecados han sido perdonados, no peques más!” y que regrese esa alma a Mí, completa, sana de cuerpo y sana de alma.

Gracias, Mis pequeños.