Jul 13_2020 Vuestra obligación en el Amor es ir limpiando este mundo, vuestro hogar temporal, de toda la maldad que en él existe y de ir salvando a aquellas almas que se han dejado engañar por satanás.

Rosario matutinoMensaje ÚNICO.

=======================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=======================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

(Lenguas…) Hijitos Míos, cuando Mi Amor penetra fuertemente en un corazón, éste se vuelve fortísimo, satanás difícilmente podrá hacer caer a un corazón que ama, pero que ama profundamente. La fuerza que os da el Amor es increíble, es inmensa, porque os he dicho que el Amor es la fuerza más poderosa que existe en el Universo, en todo lo creado, visible e invisible, porque en el Amor estoy Yo plenamente Presente.Yo Soy el Amor y aquellos que han abierto su corazón a Mi plenitud, satanás difícilmente los vencerá, es como una coraza poderosísima que os protege contra toda la maldad de satanás.

Mis pequeños, se os dio el don de la vida para que vosotros, al vivir en este mundo temporal, pudierais traer el Amor, Mi Amor, aquí a la Tierra para transmitirlo a vuestros hermanos. Os he dicho que estáis en un campo de batalla, y en un campo de batalla necesitáis una armadura, y el Amor es esa armadura que os protege contra toda maldad de satanás.

El Amor os lleva también a una Humildad grande, profunda, y satanás no puede tampoco contra las almas humildes y sencillas donadas totalmente a Mi Voluntad, porque él es todo soberbia, él es todo maldad. ¿Vais viendo entonces, Mis pequeños, cuál es Mi plan en cada uno de vosotros?, traer Mi Amor a la Tierra y vivir una vida en humildad, una humildad plena, aceptando Mi Voluntad en vosotros.

Sois Mis Cristos en estos momentos de la historia y estáis tomando esta tarea, esta misión importantísima para salvar vuestro hogar temporal, pero al decir “vuestro hogar temporal”, las almas que están viviendo también entre vosotros, pueden quedar afectadas por el mal o pueden ser elevadas hacia el Bien, y esa es la tarea que tenéis todos vosotros.

Estáis viviendo en vuestro mundo, pero un mundo que fue afectado por satanás que, de hecho, afectó a toda la Creación, o sea, a todos los mundos que existen. Todo lo que fue creado para el bien vuestro quedó afectado por el Pecado Original y a vosotros os toca levantar el mundo a donde os envié, a este hogar temporal al que vinisteis a una misión de reparar lo que satanás destruyó y, ¿qué es lo que destruyó?, apartó el Amor del corazón de los hombres, apartó las Virtudes, apartó la vida de la Gracia de todos vosotros.

Ciertamente, cuando vosotros llegáis a la Tierra, llegáis a un mundo adverso a la plenitud que traéis en vuestro corazón, que es Mi Amor. Os pongo en ese campo de batalla pero os protejo de todo mal: Tenéis la Luz de Mi Santo Espíritu en vosotros, tenéis Ángeles de la Guarda que os cuidan, que os protegen como soldados, junto a vosotros, en este campo de batalla; tenéis las oraciones del Cielo sobre vosotros y Gracias sobre vosotros continuamente y la donación de Mi Hijo también sobre vosotros.

Con esto os voy explicando la coraza tan fuerte y la protección tan grande que tienen todas las almas para pelear contra la fuerza, también inmensa, de satanás, pero el hombre tiene el libre albedrío y en un campo de batalla así actúan los que pelean, o rechazan el mal o acaban aliándose con el mal.

Meditad esto, Mis pequeños, porque es una realidad, es una realidad que vivís todos los días, o estáis atacando a vuestro enemigo continuamente u os estáis aliando con satanás y, de esta forma, destruyendo vuestra misión y la misión que yo os he encomendado para salvar a este mundo, a vuestro hogar temporal.

Cuando vosotros estáis conMigo, estáis levantando este mundo hacia el Amor, hacia la Virtud, hacia la Paz, hacia la concordia; estáis buscando que vuestro hogar sea un oasis donde podáis vivir en forma agradable, sencilla, donde no os falte nada porque Yo estoy con vosotros pero, al estar aliados con satanás, tendréis problemas de muchas formas, sobre todo porque estaréis en contra Mía, contra Mí, vuestro Dios.

Estáis viendo la maldad a vuestro alrededor, cómo se va dando cada vez más fuerte y que, de hecho, ya os había profetizado que para el fin de los tiempos las cloacas se abrirían y conoceríais la maldad de satanás, la degradación del hombre al haberse hecho amigo de satanás. ¿Qué es lo que os ofrece satanás? Os ofrece el mundo, su mundo, su maldad; os ofrece riquezas, riquezas, tontamente, riquezas del mundo, cuando todas las mayores riquezas están en el Reino de los Cielos. Os ofrece fama, ¿fama de qué?, de maldad, de impureza, de pecado.

El hombre no se da cuenta de que, cuando se hace aliado de satanás, queda marcado por el mal ante todo el mundo; satanás mismo lo va degradando y el hombre tontamente, por seguir creyéndose importante ante los ojos del mundo, y más diríamos, ante los ojos del Infierno, se siente grande y ¿con qué le va a pagar satanás al final de su existencia? Un hogar eterno, pero  un hogar de sufrimiento, de condenación. A ese grado va cegando satanás a las almas, ofreciéndoles su mal, pero aquellas, tontamente, no se dan cuenta a dónde van a terminar por el resto de su existencia.

Mis pequeños, cuando vosotros tenéis vuestro hogar tratáis de mantenerlo limpio, bello, y que se viva una paz interior, una cordialidad entre los que en él habitan, para eso os he mandado al mundo, para que con las virtudes, los dones, Mi Gracia sobre vosotros, vayáis cambiando este mundo del que se ha posesionado satanás, pero que es Mío, es vuestro, y vuestra obligación en el Amor es ir limpiando este mundo, vuestro hogar temporal, de toda la maldad que en él existe y de ir salvando a aquellas almas que se han dejado engañar por satanás.

Os he dicho que la oración es poderosísima cuando os unís a la Comunión de los Santos, cuando vivís en estado de Gracia, cuando estáis conMigo y cuando dejáis que Mi Amor en vuestro corazón haga su parte. Estáis en plena lucha, una lucha tremenda, pero si estáis conMigo ganaréis, venceréis a la maldad de satanás.

En un hogar, cada uno de sus miembros tiene una función. Cuando sois pequeñitos se os da un trabajo pequeño, pero se os pide que lo hagáis de la mejor forma, lo mismo os pido a cada uno de vosotros, no os pido grandes cosas, porque no a todos os he dado una función importante, pero sí debéis poner vuestro granito de arena cada uno de vosotros y os pido que cada cosa que hagáis sea lo más perfecta posible, y todo ello llevado hacia la purificación de vuestro hogar temporal, de este mundo que os di para que vinierais a servirMe y a ayudarMe a levantar a la Creación que Yo os di, para que vivierais en paz, con alegría y agradeciéndoMe a Mí, vuestro Dios, el haberos regalado el don de la vida y que lo gozarais.

Haced cosas buenas, Mis pequeños, aunque sea una al día. Todo lo que hagáis con amor irá destruyendo maldad, la maldad que hay a vuestro alrededor y que ella, ciertamente, puede entrar a vuestro corazón y causaros un gran mal. Cuando obráis en el bien, difícilmente dejaréis que algo malo entre a vuestro corazón y, de esta forma, os iréis perfeccionando en el amor hasta llegar a lo sublime del amor, que es la santidad.

Sabéis que la Virtud se va logrando poco a poco, no llega de repente, poco a poco vais logrando virtud en vuestra vida y, como os dije, la virtud os va a llevar a un grado máximo, que es la santidad a la que estáis llamados todos, pero tenéis que empezar a poner todo vuestro empeño en que lo que hagáis, aunque sea pequeño, lo hagáis lo más perfectamente posible.

Es vuestro hogar temporal, es el mundo a donde os he enviado para que lo purifiquéis. Eliminad la suciedad que hay en vuestro hogar, que lo mismo hacéis en vuestros hogares personales, ir eliminando toda aquella suciedad que no os permite vivir en paz, en alegría, viviendo en Mi Amor.

No os dejéis llevar hacia donde os lleva satanás, hacia la impureza, hacia la injusticia, hacia la maldad, hacia el pecado en todas sus múltiples manifestaciones. Sois Mis hijos y Mis hijos tienen que ser ejemplo Mío. Yo Soy vuestro Dios, el Perfecto, el Santo, el Inmaculado y Mis hijos también deben ser así, por eso existe el Purgatorio para que, después de vuestra misión en la Tierra, os acabéis de purificar, porque ningún alma entra al Reino de los Cielos si no está enteramente limpia, pura, santa.

Empezad pues, Mis pequeños, o proseguid en vuestro grado de santidad, de pureza, procurando que todo lo que hagáis sea lleno de Mi Gracia, de Mi Pureza, de Mi Amor.

Gracias, Mis pequeños.