Jul 01_2020 Orad mucho por Mis trabajadores, los sacerdotes y misioneros que no están haciendo bien su misión, que no saben mirarMe a Mí antes que a ellos mismos, que no saben darse por sus hermanos, que no saben sufrir por la salvación de las almas.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Yo le dije a Mis Apóstoles: “La mies es mucha y los trabajadores pocos”. La Gracia, la Bendición de ser sacerdote es inmensa, pero el hombre no la ha sabido apreciar. ¿Cuántos de los sacerdotes actuales realmente viven su sacerdocio en santidad, en donación, buscando el bien de aquellos que son el rebaño? Les he dejado a ellos esa preocupación de ser pastores y lo digo así, la preocupación de ser pastores, porque en el amor hacia los demás nace esa preocupación, esa preocupación por servirles para su salvación eterna.

Son tan pocos los que realmente se dan por Mis ovejas, que las buscan, que buscan su crecimiento espiritual, que buscan su salvación eterna. Satanás ha logrado entrar hasta lo más profundo de la Iglesia y ya no hay prácticamente de esos sacerdotes como fueron Mis primeros Discípulos, los primeros Apóstoles, después de recibir a Mi Santo Espíritu que los convirtió en verdaderos combatientes en la Fe, y al grado de dar su vida en una forma tremenda.

La mies, la mies es mucha, la mies, el mundo entero, que necesita ser salvada, pero ¿cuántos de esa mies realmente Me buscan? ¿Cuántos quieren realmente ser salvados? ¿En cuántos de ellos vivo Yo en su corazón? ¿Cuántos de ellos quieren crecer espiritualmente para agradarMe, para servirMe, para transmitirMe, para ser ejemplo ante sus hermanos que Yo vivo entre vosotros?

Antes de Pentecostés, Mis Apóstoles, los escogidos, estaban nerviosos y timoratos, se escondían para no ser atrapados por los romanos y ahora también se siguen escondiendo, y la diferencia está en que los actuales ya recibieron al Espíritu Santo y ahora están traicionando su vocación sacerdotal y religiosa.

¿Acaso no se dan cuenta de que hay muchas almas que necesitan de Mí, de Mis Sacramentos, de lo que Yo os dejé para el crecimiento y salvación de las almas? Su castigo será tremendo, porque hay muchas almas que quizá hayan muerto sin los Sacramentos por esa falta de donación de los sacerdotes de este tiempo, de los ungidos de este tiempo, descendientes de Mis Apóstoles.

¡Cuánta cobardía! ¡Cuánto desamor de ellos! Desamor primeramente hacía Mí, el Maestro, el Salvador, el Redentor, y ¡cuánto desamor hacia las ovejas de Mi rebaño!, que ahora depende de ellos el llevar Mi rebaño por buen camino, cuidándolo de las garras del lobo que sigue acechando a los que Me buscan. Cuánto desamor que hasta se esconden por amenazas tan tontas y no ven lo que tuvieron que sufrir Mis primeros Apóstoles y que son ejemplo vivo y santo de lo que debe de ser un buen Apóstol, un buen sacerdote, un buen misionero, ¡santos misioneros, llevando Mi Palabra a todo el mundo!

La mies es mucha, pero pocos Me buscan; satanás ha hecho su parte y ha logrado que muchas almas se condenen. Ciertamente ahora estáis viendo la polarización de las almas, algunas buscan el bien, luchan por el bien, pero no con golpes ni con muertes, sino con oración y con cariño hacia sus hermanos; en cambio, aquellos que siguen a satanás, luchan también, pero con desorden, destruyendo todo a su alrededor, matan cuerpos y almas, no buscan el bien que Yo os enseñé.

Veis alrededor de la Tierra esta polarización y cada vez se marcará más, vosotros mismos escogeréis vuestro lugar en el grupo que queráis pero, si escogéis el grupo negativo, el grupo malo, estad seguros de que difícilmente entraréis al Reino de los Cielos. Satanás ha tomado fuertemente a las almas y no querrá soltarlas, son sus últimos momentos que aprovecha para destruir a las almas y llevarlas a su condenación eterna, por eso la lucha actual es más grave y más fuerte que lo que ha habido antes en la historia de la humanidad, porque son los últimos momentos que tiene satanás para destruir a las almas.

Por otro lado, los trabajadores, por el bien de las almas, tenéis que trabajar más. Sois pocos lo que realmente Me amáis, Me seguís, Me buscáis, Me adoráis. Vuestra tarea es muy importante en estos tiempos, es arrancarle almas a satanás, es el orar para que ellas vuelvan al redil, es el orar para que Mi Santo Espíritu pueda tomarlas y tengan, en el discernimiento Santo, la oportunidad de escoger el bien. Muchas almas están engañadas, están mal guiadas, se les han prometido cosas del mundo, pero no saben realmente que deben buscar el fin eterno, que es el Reino de los Cielos.

La mies es mucha, mucha, Mis pequeños, y hay tantas que se pierden, tantas que se condenan, tantas que viven en la maldad, en el pecado. Yo las veía en Mi Pasión y Me dolía por ellas, y con mayor razón y con mayor Amor, abrazaba Yo la Cruz, ofreciéndoLe a Mi Padre Mis Dolores, Mi Donación, por la salvación de ellas.

El libre albedrío ciertamente es un arma de dos filos y, si no lo sabéis utilizar, os puede llevar a la condenación eterna y ¿por qué no lo sabéis usar? Porque no pedís Sabiduría. Vuestro libre albedrío os puede llevar a una santidad muy alta, muy alta, Mis pequeños, cuando escogéis el camino del Bien, cuando lucháis por vuestra Fe, por el amor que Yo he puesto en vuestro corazón, cuando realmente buscáis la paz entre los hombres, cuando buscáis el amor fraterno, cuando os queréis ver realmente lo que sois: Hermanos Míos, hermanos en Cristo Jesús.

Me duele tanto ver a las almas que van directamente a la condenación eterna. Satanás hace que se envalentonen, se sientan fuertes, se sientan seguras de lo que están haciendo; las hace creer que están luchando por un fin correcto, un fin humano, pero está todo tergiversado, manipulado por satanás y creen que debe ser así.

¿Cuándo entenderá esta humanidad que si no está conMigo, que si se deja llevar por satanás, la llevará a la mentira, a la maldad, al error, a su destrucción espiritual, y solamente estando conMigo encontrará la realidad, la verdad santa, la verdad que os llevará al Bien Supremo, que Soy Yo, vuestro Dios, en donde no hay sufrimiento, donde todo es bondad, misericordia infinita?

¡Cuánto error hay a vuestro alrededor!, y no tenéis ese Discernimiento Santo para daros cuenta de que esos errores os llevarán a la condenación eterna. Estos son tiempos en que os estáis jugando el destino de vuestra alma, o estáis conMigo o estáis contra Mí; o queréis pertenecer al Cielo o preferís la condenación eterna y seguir blasfemándoMe por toda la eternidad.

Mis pequeños, sed ejemplo ante aquellos trabajadores, Mis sacerdotes que debieran dar ellos mismos el ejemplo santo, y más en este tiempo de confusión. Enseñadles con vuestro ejemplo, con vuestra palabra, lo que debe ser un hijo Mío, un verdadero hijo Mío, un alma llena de Mi Amor, de Mi Sabiduría, un alma que ama Mi Palabra y la difunde, un alma que sabe dar su vida por sus hermanos, por su salvación eterna.

Que la vergüenza que llegue a ellos les haga reaccionar, porque ellos son los encargados de mantener el redil seguro y cuidado. TraedMe a las almas, Mis pequeños, orad y daos por aquellas almas que necesitan de Mí, vuestro Dios, y Yo estaré con vosotros en todo momento, porque aquel que Me sirve, que Me ayuda en la protección de Mi rebaño, Yo lo cuido con cuidados muy especiales y grandes, y los cuido del lobo que quiere devorarlos.

No temáis, Mis pequeños, estoy con vosotros y os cuidaré en todo momento. Orad mucho por Mis trabajadores, los sacerdotes y misioneros que no están haciendo bien su misión, que no saben mirarMe a Mí antes que a ellos mismos, que no saben darse por sus hermanos, que no saben sufrir por la salvación de las almas.

Gracias, Mis pequeños.