Jun 12_2020 Somos una familia, todos unidos en el Amor del Padre, llevamos una sola misión: La salvación de las almas.

Rosario matutino – Mensajes – Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Sed pues, Mis pequeños, estos Cristos que necesito en este tiempo para que mováis almas hacia el arrepentimiento, hacia el amor y hacia la necesidad de tomarMe y de vivirMe, para que ellos también puedan gozarMe, como vosotros me gozáis.

Hijitos Míos, en la Última Cena os dejé un gran regalo con la Institución de la Eucaristía. Os dejé Mi Presencia real en ese pedacito de pan, que ahora tomáis, y en esas gotas de vino que se transforman en Mi Sangre Preciosa.

Ciertamente los apóstoles Me tuvieron con ellos y Me gozaron, y Yo os quise dejar este gozo con la Institución de la Eucaristía para que Me tomarais, para que Yo viviera en vosotros, para que Me cuidarais y para que fuera transformando vuestra espiritualidad y creciera vuestro amor hacia Mí al tenerMe dentro de vosotros; y para complementar Mi Presencia real entre vosotros, tenéis Mi Vida plasmada en las Sagradas Escrituras, en la Biblia, el único Libro entre los millones de libros que tenéis sobre la Tierra, el único que os puede llevar a la Verdad plena y para que conozcáis Mi Amor Infinito.

Como veis, Yo Me sigo quedando entre vosotros y estoy con vosotros cuando Me tomáis en la Sagrada Eucaristía. Aquellos que Me buscan, que buscan la Verdad, tenéis las Palabras y la Presencia de Mi Padre en el Antiguo Testamento, tenéis Mi Vida plasmada en el Nuevo Testamento y tenéis la Vida de Mi Santo Espíritu en todas las Escrituras; tenéis a Nuestra Santísima Trinidad en vosotros y no Nos aprovecháis. Buscáis en otros libros, en otras lecturas, lo que no vais a encontrar mas que en las Sagradas Escrituras. La perfección espiritual que encontrareis al leer y al vivir todo lo que ahí se os enseña, os llevará a la plenitud del amor, y eso os dará la perfección y la santidad que tanto necesitáis.

Plasmado está en las Escrituras que la Verdad os hará libres, y esto es porque Me tenéis a Mí, vuestro Dios, en vosotros. Al vivir en la Verdad, ya no os dejaréis engañar fácilmente por satanás, que él es el que os lleva a estar sujetos a la mentira de muchas formas, porque él es muy sutil en la mentira, os engaña muy sutilmente y fácilmente caéis, y no os da la libertad que vuestra alma añora.

Hijitos Míos, Me he quedado Vivo con vosotros, como estaba con los apóstoles, y vuestra fe y vuestra confianza en Mí es la que os lleva a que toméis de Mí todo lo que necesitéis, ayudas de muchas formas, para que os lleve al conocimiento de Mi Espiritualidad, que la traje para los hombres en una forma sencilla, en una forma santa que hasta un niño la puede entender y vivir.

Yo no Soy un Dios que cree en vosotros problemáticas espirituales o que os pida que busquéis en lugares escondidos las verdades, o supuestas verdades, que vosotros seguido buscáis, lo que Yo os doy, y así se lo pedía a Mis apóstoles: Lo que os dé y que aprendáis de noche, al día siguiente proclamadlo desde las azoteas para que todo mundo lo conozca, para que todo mundo sepa que no hay nada escondido en Mí, vuestro Dios.

Lo que os doy es sencillo, simple pero Divino, y es una Sabiduría aplicable en todo momento de vuestra existencia para llevaros a la perfección. Todo aquello que sea oscuro, que sea difícil de encontrar y de entender, que necesitéis hacer ritos especiales para que se os dé tal o cual conocimiento, no viene de Mí, Mis pequeños, no caigáis en las tentaciones de satanás que os quiere llevar a lo escondido, a lo que no es bueno, a lo que es mentira. Lo que viene de Mí os dará una lucidez espiritual inmensa, conoceréis Mis Verdades con la facilidad con que las recibe un niño.

Escrito está que los sabios y entendidos no llegan a conocer Mis Verdades porque se pierden en su soberbia, porque se pierden en falso conocimiento. Todo lo que viene de Mí se entiende fácilmente y os da un alimento espiritual inmenso. Todo lo Mío es transparente, sencillo, fácil de obtener y fácil de digerir.

Estoy con vosotros en todo momento, y especialmente cuando deseáis buscarMe y obtener Mi Sabiduría Divina.

Entended, Mis pequeños, que Yo necesito que Me reproduzcáis para que, al así hacerlo, Me deis vida entre vuestros hermanos. Ya os había dicho que no iba a volver a la Tierra a evangelizar a los hombres, sino que los hombres Me iban a llevar hacia los demás al tomarMe a Mí como vuestro Dios y Señor, por eso os he pedido tanto ser otros Cristos, que sea Mi Presencia Divina en vosotros, que gocéis vosotros Mi Presencia y la transmitáis con un gozo grande. Aquellos que Me tienen, aquellos que han abierto su corazón a Mi Amor, no pueden detener Mi Amor ni el Conocimiento Divino, porque es el gran tesoro que tiene el hombre; cuando lo obtiene, inmediatamente lo quiere transmitir a sus hermanos, porque así se vive en el Cielo, todos gozando de Mis Bienes, de Mi Amor, de Mi Sabiduría Eterna.

Sed pues, Mis pequeños, estos Cristos que necesito en este tiempo para que mováis almas hacia el arrepentimiento, hacia el amor y hacia la necesidad de tomarMe y de vivirMe, para que ellos también puedan gozarMe, como vosotros me gozáis.

Os bendigo, Mis pequeños, y os lleno de Mi Amor.

Gracias, Mis pequeños.


Quinto Misterio. Habla la Santísima Virgen.

Sobre: Dejaos mover por Nuestro Amor, llenaos de él, que crezca en vosotros esa misma necesidad Nuestra de la conversión y salvación de las almas.

(Lenguas…) Hijitos Míos, estoy ante la Cruz, veo a Mi Hijo sufrir, Mis lágrimas corren abundantemente por Mis mejillas (empiezo a llorar), tan abundantemente como corre la Sangre de Mi Hijo de Sus heridas.

Mis pequeños, desde que fue presentado Mi Pequeñito, Mi Dios, en el templo y Me fue anunciado que una espada atravesaría Mi Corazón, Mi unión de Amor y de Dolor nunca se apartó de Mi Hijo. Lo acompañaba Yo a donde Él iba, sabía lo que Él hacía, gozaba de Sus Gozos, sufría con Sus sufrimientos, Él Me tenía en Su Corazón y en Su Mente, y Yo también Lo tenía en Mi Corazón y en Mi Mente en todo tiempo ¡Éramos inseparables! Su misión la llevaba Yo enteramente en Mi Corazón y la unía a Mi Misión como Madre, como Progenitora y como Vehículo por haberlo traído a la Tierra. Un Gozo muy grande, una Misión bellísima que Me concedió Mi Padre y Mi Dios.

Él llevó una vida enteramente donada por vuestra salvación, por cada uno de vosotros, no excluyó a nadie, ni aun a aquellos más malos y perversos; se dio por todos, se dio en totalidad por todos, por todos vosotros de todos los tiempos. Orábamos juntos, aunque las distancias fueran grandes, Nuestro Amor nos unía. Me compartía de Sus Gozos y tristezas, de Sus Dolores y de Sus logros. En la conversión de las almas Yo hacía Mi parte también, confortaba a aquellos que venían por un soporte espiritual, por un Consejo especial al reconocerMe como la Madre del Mesías, y lo compartía también con Mi Hijo.

Esa espada en Mi Corazón era muy dolorosa, hasta que se manifestó en pleno en la Crucifixión con Mi Hijo. Él, vuestro Redentor, y Yo como Corredentora también de todos vosotros, al haber estado unida siempre con Mi Hijo en el Amor y el Dolor, en el sufrimiento y en las alegrías, Su Dolor era Mi Dolor, pero era el Gozo de saber que, aunque eran diferentes Misiones, llevaban un solo fin: Vuestra salvación, la salvación de todo el género humano y de todos los tiempos. Por eso Soy Corredentora, Mis pequeños, Mis lágrimas también bañan vuestros pecados y Mis lágrimas, unidas a la Sangre de Mi Hijo, os alcanza el perdón de vuestros pecados.

No podréis nunca separar el dolor del amor y ahí nos tenéis estampados: Mi Hijo sufriente en la Cruz y Mi Amor de Madre doliente al ver a Mi Hijo ofreciéndose por todos vosotros. Uníos, Mis pequeños, a este momento doloroso, pero también salvífico. Vuestra oración, vuestra donación, vuestro deseo grande de salvar a vuestros hermanos, también os hace corredentores. Somos una familia, todos unidos en el Amor del Padre, llevamos una sola misión: La salvación de las almas.

Uníos siempre en oración con Nosotros, porque todavía hay muchas almas que necesitan ser tocadas por el Amor y el Dolor que os heMos dado para vuestra salvación. Dejad que seáis tocados por este Amor doloroso de Mi Hijo y por este Amor doloroso de Mí, la Madre de vuestro Salvador y la Madre del género humano, porque así Me lo pidió Mi Hijo en la Cruz. Dejaos mover por Nuestro Amor, llenaos de él, que crezca en vosotros esa misma necesidad Nuestra de la conversión y salvación de las almas.

Se os ha dicho que el tiempo ha terminado y todavía podéis hacer algo por la salvación de muchas almas. Que sea imperante en vosotros ese deseo grande de salvación de almas. Están muriendo, se están ahogando en sus pecados, en su maldad. Si realmente tenéis amor en vuestro corazón, no las podéis dejar ahí abandonadas, que se ahoguen, que mueran, que se condenen; si realmente amáis, amadlas, porque Nuestro Amor también está sobre ellas. Traédnoslas, traednos almas para que sean purificadas por la Sangre de Mi Hijo y por Mis lágrimas corredentoras.

Gracias, Mis pequeños.