Jun 13_2020 “No codiciaréis las cosas ajenas”, incluye el no estar contentos con vuestro exterior o con los bienes que tenéis cada uno de vosotros.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

=====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=====================

+++

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

(Lenguas…) Hijitos Míos, hace tiempo os hablé de que Yo, a cada uno de vosotros, os creé como a Mí se Me hizo bien hacerlo; como vosotros sois exteriormente, así quise Yo que fuerais. Interiormente vosotros sois los que manipuláis, por decirlo así, a vuestra alma, ¡vosotros formáis vuestra alma! La vais moldeando, parte con el conocimiento que se os va dando de pequeños y mucho más por la vida, en lo particular, que lleváis cada uno de vosotros.

Ciertamente, vuestro cuerpo, que es vuestro vehículo, debéis cuidarlo, debéis ordenarlo, porque por las pasiones, por los vicios, lo podéis desordenar y vuestra obligación es tener vuestro cuerpo en la mejor forma, porque si éste se enferma, si no lo cuidáis, ¿a dónde llevaréis a vuestra alma para que dé ejemplo de vida, para que lleve Mi Palabra, para que lleve Mi Sabiduría a vuestros hermanos? Tenéis obligación de cuidar vuestro cuerpo y vuestra alma, ambos Me pertenecen, son un préstamo para vuestra vida, para vuestra misión, y debéis servirMe lo mejor posible.

Por otro lado, tenéis también problemas de pecado cuando codiciáis los bienes ajenos. Uno de los Mandamientos que os di, “No codiciaréis las cosas ajenas”, incluye el no estar contentos con vuestro exterior o con los bienes que tenéis cada uno de vosotros.Caéis fácilmente en este pecado al envidiar tanto el exterior de vuestros hermanos, al envidiar cualidades que se tienen, como envidiar los bienes económicos de vuestros hermanos, y eso os lleva a vivir una vida miserable, porque estáis deseando lo que no debéis desear.

No acabáis de entender, Mis pequeños, que cada uno de vosotros lleva una misión muy particular y lo que Yo os di es suficiente para que llevéis a cabo esa misión particular. No debéis desear capacidades, dones o carismas de vuestros hermanos, porque no sabríais qué hacer con ellos. Lo que Yo os doy, os lo doy porque ya, de antemano, os di las capacidades para que vosotros utilicéis, como instrumentos para vuestra misión, esos dones, virtudes, capacidades, apariencia, todo lo que necesitáis para que cumpláis vuestra misión lo mejor posible.

Mucho se os da, pero mucho desperdiciáis por estar añorando lo que otros hermanos vuestros tienen, y quiero que entendáis esto bien, perfectamente bien, Mis pequeños. Primero entrad en vuestro corazón, platicad conMigo, dejadMe que os enseñe cuáles son vuestras capacidades y pedidLe a Mi Santo Espíritu que os enseñe a usarlas en su máximo.

Por estar añorando o buscando tener tal o cual cosa, desperdiciáis lo que ya lleváis en vuestro interior. Hay situaciones en la vida que os daréis cuenta, perfectamente cuenta, de que solamente vosotros podíais hacer eso que se está presentando ante vosotros; aun a pesar de que hayan muchos, muchos de vosotros juntos, no todos pueden llevar a cabo tal o cual situación que se está presentando, y así lo iréis viendo a lo largo de vuestra existencia, ya sea en lo intelectual, ya sea con vuestras capacidades físicas, ya sea por la sabiduría que se os ha dado. Cada uno tiene una misión y cada uno resolverá las necesidades que se os presentarán, aun estando en equipo o estando en comunidad.

No despreciéis lo que tenéis y no añoréis lo que tienen otros, porque no os pertenece, no son para vosotros, no son para vuestras capacidades. Confiad plenamente en Mi Sabiduría Divina, así como Yo os he formado, así Me serviréis. Vosotros no vinisteis a darMe órdenes, Mis pequeños, vosotros sois Mis hijos, sois siervos de vuestro Dios, Yo Soy vuestro Dios, Yo tengo la Sabiduría total. Yo os doy lo que necesitáis, os conozco perfectamente a cada uno de vosotros como sois, y os proveo tanto de lo que necesitáis para cubrir vuestro cuerpo como para alimentarlo, y para hacer crecer vuestra alma a niveles de santidad, así que olvidad y dejad a un lado esas añoranzas que se vuelven pecaminosas cuando deseáis algo que no debéis desear, porque no os pertenecen ni os servirán, y buscad en vuestro interior cómo aprovechar más lo que ya tenéis, lo que ya os di, lo que servirá para vuestra misión.

Ciertamente, a veces os sentiréis solos, abatidos, porque no sabréis cómo salir adelante de alguna situación, pero os he prometido que ahí estaré con vosotros, siempre estaré con vosotros y Mi Santo Espíritu os guiará. Así muevo a las almas en lo particular, cuando ellas se dan totalmente a Mí, cuando dejan que Yo actúe libremente en vosotros, ese es el mejor momento para un alma, el dejar que Yo vuestro Dios actúe plenamente en vosotros.

Recordad, pues, no codiciéis los bienes ajenos, ni físicos, ni espirituales, ni sapienciales. Sois cada uno de vosotros una hechura especial, Yo así os creé, así os quiero y así os necesito en estos momentos de la humanidad.

Os bendigo y estoy con vosotros en todo momento. Buscad vivir en humildad plena para que no caigáis en la codicia de los bienes ajenos.

Gracias, Mis pequeños.