Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Espíritu Santo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Espíritu Santo.
(Lenguas…)
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo. Mi acción es purificadora y santificadora. Purificadora porque os regresa al inicio, antes del Pecado; por el Bautismo vosotros recuperáis la gracia de vuestros Primeros Padres.
El hombre va caminando por el mundo y se va llenando de las maldades de él, lo peor de todo es que el hombre va creciendo en soberbia. Desde pequeños os vais sintiendo fuertes, os vais sintiendo mejores que Dios y os vais separando poco a poco de Su Amor, de Su Gracia, de Su protección. La vida en la Gracia es una vida de lucha contra vosotros mismos; la Gracia permanece, siempre está delante de vosotros para que la podáis tomar, pero si vosotros, en vuestra soberbia, os alejáis de ella, la perdéis.
Vuestra santificación es necesaria para poder entrar al Reino de los Cielos y entrar en un alto nivel. Sabéis que hay niveles en el Cielo, y dependiendo de cómo os mantuvisteis en la Gracia y en el Amor en la Tierra, durante vuestra misión, es el lugar que vosotros obtendréis al final de vuestra existencia.
Estáis en el mundo, pero no sois del mundo, así dicen las Escrituras. Vosotros fuisteis creados para servir a Nuestra Santísima Trinidad, para venir a transmitir las verdades y la vida del Cielo. Estáis en el mundo, el mundo es maldad, es muerte, es error; si vosotros os contamináis del mundo, vais perdiendo todas las bellezas y todas las potencias que vuestra alma puede tener, y así es como vais vosotros desperdiciando todas las Gracias y Bendiciones que se os dan cuando venís a la Tierra a servirNos.
Estáis en el mundo, pero no sois del mundo, Mis pequeños; estáis para servir a vuestro Dios, transmitir vida, vida de salvación, vida de crecimiento espiritual, vida que va a dar vida a otros hermanos vuestros. Sois los Cristos, los apóstoles de este tiempo, sois la vida, el ejemplo apostólico que debéis dar a vuestros hermanos. Manteneos pues, sí, en el mundo, pero para ir cambiando a este mundo hacia la Gracia a la que debe llegar para su salvación eterna.
Estáis en el mundo, estáis viendo a vuestro alrededor la maldad, todo lo que hay en él, pero no pertenecéis a él. Ayudad a aquellos que se han envuelto con satanás y son del mundo. El pecado no es para vosotros, Mis pequeños, el pecado daña a vuestra alma, daña a vuestro corazón, daña a vuestros actos, vuestros pensamientos, os daña en general.
Mis pequeños, no dais lo que debéis dar cuando os envolvéis en el mundo, pero eso sí, Mis pequeños, estáis en el mundo como Jesucristo también estuvo en el mundo, pero Él vio, ayudó, no se contaminó y levantó a muchas almas, y sigue levantando almas hacia la salvación eterna.
Vivid pues, como Jesucristo vivió entre vosotros. Estar en el mundo no quiere decir vivir del mundo, vosotros vivís para Dios, vivís para Nosotros, vivís para el Cielo.
Gracias, Mis pequeños.