Abr 26_2020 No tratéis, como os dije, de ser los primeros, ayudad cuando os lo pidan vuestros hermanos. No os apartéis nunca de Nuestra Unión Trinitaria, esa va a ser vuestra Fuerza en estos tiempos.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Visión: Nuestro Señor me muestra la escena del Nacimiento. La Santísima Virgen a la izquierda, viendo al Niñito Jesús en el pesebre, el Señor San José a la derecha, gozando este momento… gozando este momento del Nacimiento del Niñito Jesús.

Hijitos Míos, estáis viendo el momento en que nazco al Mundo, en que Me estoy dando al Mundo para alcanzar la redención de todos vosotros. Es el Amor de Nuestra Santísima Trinidad el que se derrama sobre cada uno de vosotros.

Entended, Mis pequeños, que vosotros no sois seres aislados en el Mundo, habéis nacido y fuisteis creados por un solo Creador, que es vuestro Padre, vuestro Dios. Toda la Creación ha nacido de Él, es una sola Mano Creadora la que ha dado Vida a todo lo que vosotros veis y lo que aún no veis. Nuestra Santísima Trinidad es una Unidad y vosotros pertenecéis a esa Unidad. Os repito: No sois seres aislados, pertenecéis a una familia como la que le he mostrado a Mi hijo (JV) en estos momentos, el Nacimiento, Mi Nacimiento, pero en una unidad de Familia.

Cuando vosotros estáis aislados, cuando queréis hacer vuestra propia vida, cuando no os queréis regir por Nuestra Voluntad, vosotros perdéis fuerza, perdéis seguridad, perdéis crecimiento espiritual, no podéis vivir aislados si queréis realmente vivir como debéis vivir, según Nuestra Voluntad.

Se os ha dicho que vosotros pertenecéis a Mi Cuerpo Místico y, así como el cuerpo tiene diferentes partes, ya sean miembros superiores, inferiores, cerebro, corazón, etc., todos pertenecéis a una de esas partes de Mi Cuerpo Místico y todos tenéis una diferente misión que cumplir, pero para que Mi Cuerpo Místico sea completado y vosotros gocéis de esta unión en la que debéis vivir, Yo he venido a enseñaros a uniros en la unidad de Nuestra Santísima Trinidad. Aquel que se aparta de Nuestra Unidad Trinitaria, se pierde, y ahí es donde fácilmente satanás os puede tomar y llevaros hacia el error, hacia el pecado, hacia la maldad. Cuando vivís unidos a un grupo, os protegéis los unos a los otros.

Se os ha dicho que vosotros no tenéis todo el Conocimiento que se os puede dar, porque fácilmente caeríais en soberbia. La Sabiduría es Nuestra, de Nuestra Santísima Trinidad y, a vosotros, a cada uno de vosotros, se os da un poquito de esa Sabiduría para que, al uniros, compartáis esa Sabiduría y avancéis todos juntos hacia la Unidad Trinitaria.

Lo haceMos con la intención, os repito, de que no caigáis en la soberbia porque, cuando sentís que sabéis más que vuestros hermanos, automáticamente caéis en soberbia, cuando debierais vivir en la humildad y en el servicio a vuestros hermanos. Por eso, en las Escrituras se dice que aquel que se enaltece será humillado, y aquel que se humilla será enaltecido, porque al ya entender que sois pequeños y que necesitáis de Nuestra Sabiduría, en ese momento la humildad os eleva a niveles muy altos en donde podéis ser alimentados con Nuestra Sabiduría Divina. Nunca tratéis de ser de los primeros, sed de los últimos para que seáis consentidos por Mi Gracia y por Mi Amor.

Sed siervos, no busquéis ser amos. El siervo recibe más cuidados de los que recibe el amo cuando se siente así de poderoso y que siente que se le debe de dar un culto especial por ser el amo, y es todo lo contrario: El que sabe más, debe ser servidor de los demás, porque para eso se le da sabiduría y se le da poder para mandar, porque debe ayudar a los débiles, porque debe ayudar a los que no tienen ese conocimiento que Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, le heMos dado.

Sed sencillos, sed humildes, compartid de lo que tengáis y recibiréis al ciento por uno. Mientras más deis, más recibiréis, siempre y cuando lo que deis, lo deis con el amor profundo de vuestro corazón; no deis con la intención humana de que, si dais mucho recibiréis mucho, pero para atesorar. No, Mis pequeños, dad a los demás teniendo vuestro corazón en la mano.

“Amaos los unos a los otros” os he pedido, y que ese amor sea verdadero, sea dado con el afán de servir y de ayudar a aquel que lo necesite, ya sea necesidad espiritual o material, pero ayudaos los unos a los otros, que Mi Amor se transparente siempre a través de vosotros.

Sed sencillos como Yo, vuestro Dios Encarnado, lo Soy. Estos son tiempos para que Mi Presencia se vea a través de vosotros, de vuestros actos, de vuestras palabras, de vuestros sentimientos. No dejéis que el mal opaque Mi Presencia en vosotros; que la Luz, Mi Luz, que brilla en vuestro interior, ahora brille ya a través de vosotros hacia vuestros hermanos. Cuidad de Mi Luz en vuestro interior, apartaos del mal, apartaos del pecado, apartaos de las tentaciones a donde os puede llevar satanás y que vosotros podéis perder Mi Luz Divina.

Sed sencillos en el hablar, en el vestir, en el sentir. No tratéis, como os dije, de ser los primeros, ayudad cuando os lo pidan vuestros hermanos. No os apartéis nunca de Nuestra Unión Trinitaria, esa va a ser vuestra Fuerza en estos tiempos. Satanás destruye, aparta, os deja solos, y si vivís en soledad, vivís en un gran peligro. Uníos, uníos en el amor, que esa sea vuestra intención primaria: Vivir en Nuestro Amor y ayudar a vuestros hermanos a vivir en Nuestro Amor.

Soy todo Amor, llegaréis al Reino del Amor, practicad pues desde ahora el vivir en el Amor que viviréis eternamente. Os bendigo, Mis pequeños, en Nuestra Santísima Trinidad, en el Nombre de Mi Padre, en Mi Nombre y en el de Mi Santo Espíritu. Amén.

Manteneos en paz y buscando siempre el Amor en toda vuestra vida.

Gracias, Mis pequeños.