Abr 25_2020 ¡Entended, Mis pequeños! Son vuestras últimas oportunidades de arrepentimiento, después vendrá el caos y no estáis preparados para esa gran prueba. ¡Arrepentíos, Mis pequeños!

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

================================

Mensaje de la Santísima Virgen María a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.

Visión: Veo grande a la Virgen María y en Su brazo izquierdo al Niñito Jesús.

(Lenguas…) Hijitos Míos, os traigo a Mi Pequeñito, a vuestro Dios, Dios encarnado para vuestro bien. Os traigo a Mi Pequeñito para que os arrepintáis de vuestros pecados. Él se ha dado por vosotros, Él vino a redimiros, Él está entre vosotros.

Ved: Es Pequeñito, pero es Grande, es Inmenso, es Omnipotente, es vuestro Dios; ved Su Sencillez, Su Amor por vosotros. ¡Cuánto Amor os tiene que vino para redimiros, sabiendo todo lo que iba a pasarle! ¡Cuánto Amor os tiene que aceptó la Muerte de Cruz para levantar nuevamente al género humano! ¡Cuánto Amor os tiene que, a pesar de vuestros pecados, vuestra insolencia, vuestro olvido hacia Él, os sigue buscando, os sigue apartando vuestro lugar en el Reino de los Cielos hasta que entendáis, hombres necios, que vivís en pecado, que vivís aumentando la maldad de satanás en vuestro interior!

Ved Su Inocencia, Inocencia que ya habéis perdido vosotros. Vuestra soberbia ha crecido tanto que sentís no necesitar a Mi Hijo, no necesitar Su Perdón, no necesitar Su Amor. Ved cuánto os ama, que os sigue amando a pesar de que vosotros ya no os amáis los unos a los otros.

Os traigo a Mi Pequeño, nuevamente, para que se mueva vuestro corazón a la contrición de vuestros pecados, al dolor de vuestras faltas; para que veáis Su Pureza, Su Santidad y vosotros os veáis a vosotros mismos sucios, nauseabundos, por tanto pecado que lleváis en vuestro interior. Ved en Mi Pequeño la Santidad de todo un Dios y vosotros, que debierais ser Sus creaturas preferidas, amantes, que le dierais Gloria y alegría, sucede todo lo contrario, lo llenáis de oprobios, de maldiciones, no hay santidad en vosotros ni la buscáis, simplemente no os interesa vivir en el Bien.

Ved a vuestro Dios, es Mi Hijo Pequeñito, pero es vuestro Dios Omnipotente, Infinito, que os perdona vuestros pecados, siempre y cuando vengáis arrepentidos a Sus Pies, pero ¡no!, ya es tanta vuestra soberbia, que os habéis acostumbrado a vivir entre el estiércol. ¿Cómo queréis que las Bendiciones de Mi Hijo, vuestro Dios, caigan sobre vosotros, si vosotros mismos no las buscáis, no las pedís, no os arrepentís de vuestros pecados, para que Él os vuelva a consentir, a amar, como si fuerais esos verdaderos hijos Suyos? Ciertamente el Amor de Mi Hijo, vuestro Dios, siempre está ante vosotros, Su Amor nunca os faltará, pero no se le ama igual al hijo bueno que al hijo extraviado.

¿Cómo queréis que todo cambie a vuestro alrededor, si vosotros mismos no queréis limpiar vuestra casa interior, que es vuestra alma? ¿Cómo podéis hacer actos buenos, cuando vuestra alma está llena de pura maldad? Queréis que los demás cambien, que se os consienta, que se acepte vuestra forma de ser, cuando vuestros actos son contrarios a la ley de vuestro Dios.

Os traigo nuevamente a Mi Hijo, para que veáis en Él Su Pureza y Santidad y así os arrepintáis, y si sois sinceros y honestos con vosotros mismos, veréis vuestra suciedad espiritual y ojalá os arrepintáis de vuestros pecados y del dolor que Le causáis con cada pecado que cometéis. Él se dio totalmente por vosotros y de vosotros no sale ni siquiera un acto de amor y de agradecimiento hacia Él; pedís demasiado, cuando de vosotros prácticamente no sale ningún bien.

Se os ha dicho: “Buscad primero el Reino de Dios, y lo demás se os dará por añadidura”. Esta humanidad vive de añadidura, no busca ya el Reino de Dios. Yo, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, vengo pidiendo por vosotros desde hace muchos años, intercediendo ante Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, por vuestro bien, para que los castigos que están preparados para esta humanidad necia y mala, no se lleven a cabo, pero vosotros no reaccionáis.Por eso, os vengo a presentar nuevamente a Mi Hijo Pequeñito para que se enternezca vuestro corazón y os deis cuenta de que Lo necesitáis, que os deis cuenta que sin Su Amor no sois nada.

Su Amor es tan grande que os da la oportunidad de arrepentimiento hasta los últimos momentos antes de que se desaten las grandes catástrofes que han de venir. Si entendierais, recapacitarais, si se moviera vuestro corazón a la penitencia y a un arrepentimiento profundo de vuestros pecados, estos acontecimientos disminuirían y no sufrirías tanto la purificación, que ya es imposible de detener, pero al menos aminorar vuestro sufrimiento.

Me sigo presentando ante vosotros, sigo intercediendo por vosotros, porque sois Mis hijos, no quiero que sufráis, Mis pequeños. Vosotros también tenéis hijitos pequeños, por eso os he traído a Mi Hijo para que ese amor de vuestros hijos, que enternece vuestro corazón, también el amor hacia Mi Hijo enternezca vuestro corazón y os arrepintáis de vuestros pecados.

¡Entended, Mis pequeños! Son vuestras últimas oportunidades de arrepentimiento, después vendrá el caos y no estáis preparados para esa gran prueba. ¡Arrepentíos, Mis pequeños! Os los pido de corazón. ¡Arrepentíos!  ¡No estáis preparados para esa gran prueba!

Gracias, Mis pequeños.