Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…)
Visión: Veo a Dios Padre sentado de frente, se levanta y en ese momento se convierte en Nuestro Señor Jesucristo, nos bendice en el Amor del Espíritu Santo, y habla Nuestro Señor Jesucristo:
Hijitos Míos, estáis viendo cómo la maldad de satanás ha aumentado en forma desproporcionada. El hombre se ha alejado de Nuestro Amor, de Nuestras Leyes y Preceptos, de los Mandamientos que se os dieron para que, al cumplirlos, pudierais regresar al Reino de los Cielos.
La maldad de satanás es inmensa y, si no la detuviéraMos, ninguno de vosotros sobreviviría. Sabéis, porque se os ha dicho, que a satanás no se le puede atacar con maldad, su maldad crecería porque, al momento en que nosotros ataquemos con maldad, es porque ya dejamos entrar su maldad en nuestro corazón y, en lugar de estar del lado del Bien, atacando con el Bien, estaríamos de su lado creyendo que estamos haciendo un bien atacándolo con su propio mal.
Satanás, cuando antes era Luzbella, rechazó el Amor y se le quitó el Amor, y por eso se volvió un demonio horripilante en todo su ser. El Amor os da belleza, Santidad, Virtudes; el Amor es Mi Esencia, y satanás no puede estar donde Mi Esencia está porque él Me rechazó, por eso os debéis proteger con Mi Esencia Divina, que es el Amor, y debéis dejar que ella entre a todo vuestro ser y que vosotros la transmitáis a vuestros hermanos. Nadie puede entrar al Reino de los Cielos si no está embebido totalmente de esa Esencia Divina, que es el Amor.
Satanás, os he dicho, que tiene a sus instrumentos a los cuales les ha dado poder, principalmente económico, porque ellos se vendieron a él para que tuvieran los bienes de la Tierra y, con esos bienes de la Tierra, esos bienes económicos, han manipulado a toda la Tierra. Manipulan a las naciones, los presidentes no pueden hacer nada contra ellos porque tienen tanto poder económico, con el que los pueden destruir, que acaban sirviendo al mismo satanás a través de estos enemigos vuestros, hermanos vuestros que se vendieron a satanás.
Ciertamente su poder es limitado, porque nunca un poder económico va a poder contra un Poder Divino, y especialmente contra el Amor. Estos hermanos vuestros que se vendieron a satanás y tienen ese poder económico, serán vencidos y ya os había dado a vosotros una oración que debéis ahora rezar con más fervor y varias veces al día para quitarle poder a satanás y, como os dije, a satanás no se le ataca con maldad sino con Amor, y os repito la oración:
Que el Amor de la Santísima Trinidad cubra y proteja a todo lo visible e invisible, a todas las almas, a todo lo creado, contra todo aquello que satanás ha afectado y ha llevado hacia el mal.
Si vosotros vais meditando esta oración, os daréis cuenta que cubre a toda la Creación, y ya os había dicho que el Amor es el que le iba a quitar el poder a satanás y sería vencido por Mi Amor.
Estos son momentos de aflicción para toda la Tierra y el Universo entero, aflicción que está causando satanás a todo el Universo, a toda la Creación, a todas las almas invisibles que no veis, y a todas las visibles que os rodean. Toda la Creación está afectada también por las fuerzas de satanás, su reino es horrible, nauseabundo, malo, y vosotros tenéis un mundo bello donde os di plantas, animales, aves, agua, cielo, cosas bellas con las que os podéis recrear, en donde el amor que tenéis en vuestro corazón puede deleitarse, porque todo lo creé para vosotros en Mi Amor.
Por eso, os insisto, orad continuamente y rezad esta oración que os doy para que Mi Amor, el Amor de Mi Santísima Trinidad, venza a las fuerzas de satanás.
Os he dicho que os debéis unir todos para luchar como una fuerza tremenda contra las fuerzas de satanás. La unión hace la fuerza, y os debéis unir como verdaderos hermanos, conMigo, Cristo Jesús. Yo estoy con vosotros porque Mi Amor os salvó, Mi Amor os abrió nuevamente las puertas del Reino de los Cielos.
Ahora os toca a vosotros ir purificando la Tierra de la maldad de satanás con esta oración y con vuestros actos amorosos, con una vida de ejemplo, y eso es lo que os va a regresar nuevamente al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.