Abr 19_2020 Es mucho el Amor que os tengo, Mis pequeños, y mientras no os separéis completamente de Mí, cuando apaguéis esa llamita que aún humea y no queráis que Yo la encienda, mientras eso no suceda, Yo buscaré vuestra salvación.

Domingo de la Divina Misericordia – Rosario matutino – Mensaje ÚNICO

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

 (Lenguas…)

Visión: Veo a la Santísima Virgen, está arrodillada ante Su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Ella tiene al mundo entero en Sus Manos, Se lo entrega a Su Hijo y pide Misericordia por todos nosotros. Dice Nuestro Señor Jesucristo:

El profeta en el Antiguo Testamento Me anunció diciendo: “No romperá la caña resquebrajada ni apagará la vara aún humeante”. Hijitos Míos, él anunciaba ya Mi Misericordia infinita sobre todos vosotros. Mi Misericordia es inconcebible para vosotros.

Vosotros veis el mal en algún hermano vuestro e inmediatamente juzgáis y hasta pensáis que debe ser eliminado por su mala vida, por su mal ejemplo, por los errores que comete; esa es una caña resquebrajada, pero está unida todavía al tallo y, mientras esté unida, tiene vida, es una vara aún humeante que tiene una pequeña Luz todavía en su corazón, y puede encenderse todavía, pedir perdón y recuperarse.

No juzguéis, Mis pequeños, no juzguéis. Antes de que juzguéis, implorad Mi Misericordia sobre cada hermano vuestro y sobre vosotros mismos, porque el juicio que hagáis sobre vuestros hermanos, también puede caer sobre vosotros mismos.

En la Parábola del Hijo Pródigo, se muestra Mi Misericordia infinita. Veis al hijo pródigo que se apartó de la Gracia, prefirió vivir en el mundo, vivir en el pecado, despreció la Gracia en la que vivía antes y buscó placeres, buscó todo aquello que satanás os da, escuchó la voz de satanás y tapó sus oídos hacia Mi Palabra, hacia el Amor que Yo os doy y pidiendo vuestro arrepentimiento. Y así es el hombre, no se quiere arrepentir, busca el mundo, cree que por ahí debe ser su vida, gozar, vivir la vida, pero destruir su alma.

Yo, como Rey, como Dios Mismo, si juzgara como vosotros juzgáis y os juzgara a cada uno de vosotros como hijos pródigos, ¿en dónde quedaríais cada uno de vosotros? Si sois honestos con vosotros mismos, ¿creéis que os ganaríais la salvación eterna? ¿Creéis que os mereceríais estar conMigo eternamente?

Ahora podéis daros cuenta hasta dónde llega Mi Misericordia, es mucho el Amor que os tengo, Mis pequeños, y mientras no os separéis completamente de Mí, cuando apaguéis esa llamita que aún humea y no queráis que Yo la encienda, mientras eso no suceda, Yo buscaré vuestra salvación.

Venid pues, Mis pequeños, venid a Mí, implorad Mi Misericordia tanto para vosotros como para los vuestros. No os apartéis de Mí en ningún momento, porque Yo no Me aparto de vosotros en ningún momento.

Gracias, Mis pequeños.