Abr 09_2020 Acepto Tu Voluntad, tomo el Cáliz (lenguas…) Lo bebo, acepto lo que Me mandas por bien de ellos, pero son tan pocos, ¡tan pocos los que regresarán a Ti! Te pido por los Míos, Te pido los protejas, Te pido para que no sean del mundo, que sean Míos y Te los entrego.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, a Mis Pies está María; Me escucha, aprende, se ha humillado ante Mí, el Maestro, ha dejado su mala vida. Se acerca Martha y Me pide que le diga a María que le ayude con los quehaceres, y Yo le respondo: “No, Martha, ella ha escogido la mejor parte y nadie se la quitará”.

Ahora Yo os pregunto, Mis pequeños: ¿Sois Martha o sois María? Tenéis Mi Evangelización, la tenéis a vuestras manos, ¿estáis tomando las Sagradas Escrituras, o las habéis tomado, a lo largo de vuestra vida para aprender, como María atenta estaba a Mis Palabras, o estáis distraídos con las cosas del mundo? Ciertamente las podéis estar haciendo bien, pero Yo no estoy en vuestra vida ni en vuestras acciones.

Aquellos que se acercan a Mí, les comparto Mi Sabiduría, y les enseño también a ser Marthas, esto es, que haciendo vuestras obligaciones de estado, sigáis pensando en Mí. Eso les enseñé a Mis Apóstoles también, aprendieron a evangelizar; Yo les pedía que llevaran Mi Palabra de vez en vez a sus hermanos, para que fueran aprendiendo a servir, a transmitir, a amar.

Aquel que lleva Mi Palabra a sus hermanos, ama, porque os he dicho que, cuando tenéis Mi Amor, no podéis detener Su acción; os he dicho que Mi Amor es dinámico, que no lo podéis detener, porque es muy fuerte, es tan bello y es tan grande, que os crea una necesidad inmensa también a vosotros de querer compartirlo.

El mundo está muy alborotado por causa de satanás. No tenéis paz en vuestro corazón, no tenéis tiempo para deteneros un momento y enriqueceros con Mi Palabra. No tenéis tiempo para nada que venga de Mí, porque no os deja dinero, porque no os da bienes materiales; buscáis acrecentar vuestros bienes materiales, pero olvidáis que lo que viene de Mí, os va ayudar a “comprar” el Cielo, en eso no pensáis. Cuando se pongan vuestras obras en la balanza, ¿de qué os van a servir vuestros bienes materiales? De nada, Mis pequeños, es Mi Amor el que os va a abrir las puertas del Cielo. Todo eso fueron aprendiendo Mis Apóstoles, pero les faltaba la oración.

Después de la cena, fuimos al Huerto de los Olivos, les pedí que Me acompañaran a orar, Me alejé un poco de ellos y entré en conversación con Mi Padre. Le pedía Su Ayuda, Le pedía fortaleza para soportar la prueba que se acercaba, por eso le pedí a Mis apóstoles que oraran, para que ellos también intercedieran por Mí, pero no habían comprendido todavía de qué se iba a tratar la prueba tan grande que Me esperaba.

“Padre, si es posible, aparta de Mí este Cáliz”. Ciertamente es una prueba fuerte, pensaba Yo, pero respetaba Su Voluntad, que no se hiciera Mi Voluntad sino la de Él. Fue un sufrimiento tremendo, Sudor con Sangre, Mi Cuerpo sufría ya desde antes el martirio que Me esperaba; veía a la humanidad de todos los tiempos, veía a los buenos y a los malos, pero muchos más malos que buenos.

Yo os vine a servir, Me di por vosotros, obedecí a Mi Padre y os di todo lo que Mi Padre Me pidió que os diera, y el hombre, sustraído en sus cosas, prefiriendo el mundo a la salvación de su alma. Padre, Te pido por la salvación de todos ellos. Padre, acepto Tu Voluntad. Mucho Amor has derramado por ellos, Me has enviado a Mí para salvarlos, Me he dado por completo, y todavía Me daré, hasta la última gota de Mi Sangre, y ¡ve cómo ellos no responden!

“Padre, si es posible, aparta de Mí este Cáliz”. El hombre no responde a Tu Amor, el hombre no responde a Mi Donación. Padre, ayúdalos, son Tuyos, Tú los has creado, Yo les he hablado de Ti y no entienden, no creen. El hombre es duro de corazón. Toca su corazón, Padre.

Sufro desde ahora el martirio que tendré, pero más porque no reaccionarán muchos, muchos de Tus hijos. Grande es Tu Amor, Padre, pero el hombre no Te hace caso. Mira a estas Tus creaturas, no quieren aceptarMe como el Mesías, como su Salvador, prácticamente todos Me han rechazado, Mis discípulos Me abandonarán.

Un gran Dolor Me causa que el hombre, no solamente ahora sino en lo futuro, no Me agradecerá lo que he hecho por su salvación. Sufro porque veo que Mi Dolor no va a ser apreciado por tantas almas que ahora viven, y vivirán. Es mucho Mi Dolor, Padre, y no veo del hombre respuesta alguna. Me dejas ver el futuro y veo la maldad del hombre, se dejan engañar fácilmente por satanás y Me han hecho a un lado. No ha servido Mi donación para su salvación.

Acepto Tu Voluntad, tomo el Cáliz (lenguas…) Lo bebo, acepto lo que Me mandas por bien de ellos, pero son tan pocos, ¡tan pocos los que regresarán a Ti! Te pido por los Míos, Te pido los protejas, Te pido para que no sean del mundo, que sean Míos y Te los entrego. Ciertamente están en el mundo, pero cuídalos para que no se hagan del mundo. La maldad les rodea, la maldad los confunde, la maldad los hace titubear, pero Tu Gracia los puede cuidar para que firmes se mantengan en el Amor que les tienes.

Envía a tus Ángeles, cúbrelos con Tu Gracia, Padre, con Tu Amor. Que Mi Sangre caiga sobre ellos y los purifique. Los amo porque Tú los amas, Me doy porque así quieres que sea. ¡Hágase Tu Voluntad en Mí, Padre! Soy Tuyo, Soy Tu Hijo.

¡Hágase! Hágase…