Mar 31_2020 La purificación vendrá y será muy fuerte, Mis pequeños, y no terminarán vuestros castigos, que os merecéis por vuestros pecados, hasta que no dobléis rodilla y Me pidáis perdón por lo que habéis cometido.

Rosario matutino.

=========================================

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a JV

=========================================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: La purificación vendrá y será muy fuerte, Mis pequeños, y no terminarán vuestros castigos, que os merecéis por vuestros pecados, hasta que no dobléis rodilla y Me pidáis perdón por lo que habéis cometido.

Oh, ¡pobre humanidad! ¿Por qué, en estos momentos de desesperación que estáis viviendo, vosotros no os arrodilláis ni Me pedís perdón? ¿Por qué no volteáis a verMe y Me preguntáis: “En qué Te hemos ofendido”?  Vosotros, en vuestra soberbia, sentís que os merecéis todo y Me pedís solamente salvación de vuestro cuerpo. Es mucha vuestra soberbia, es mucha vuestra maldad, hay mucho rencor en vuestro corazón.

Se os ha dicho que estáis peor que Sodoma y Gomorra, y recordad que esas ciudades fueron destruidas con fuego; ahora os he profetizado que, en estos momentos que estáis viviendo, también tendréis una purificación similar: tendréis fuego de debajo de la tierra y fuego que vendrá de arriba, y ¿ni aun así queréis doblar rodilla y pedirMe perdón?

¡Cuánta soberbia! ¡Cuánta maldad hay en vuestro corazón! Os sentís seguros de vosotros mismos y no acudís a Mí, vuestro Creador. Sentís que os merecéis todo lo que tenéis y ni siquiera volteáis hacia Mí, que Soy el que os ha dado todo y de vosotros no recibo ni un agradecimiento, ni una palabra de cariño o de bondad, y aun así creéis que os merecéis todo y seguís pecando.

Os he dicho que la purificación vendrá y será muy fuerte, Mis pequeños, y no terminarán vuestros castigos, que os merecéis por vuestros pecados, hasta que no dobléis rodilla y Me pidáis perdón por lo que habéis cometido.

Os he pedido ser como niños, sencillos, buenos, obedientes, amorosos, pero satanás os ha llevado por malos caminos. La soberbia de vuestros padres ha pasado a los hijos y los hijos crecen en esa maldad, en esa falsedad, creyendo que debéis comportaros como vuestros padres se comportan en el pecado y en la maldad que se vive a vuestro alrededor, y no veis el dolor que Me causáis, estáis solamente atentos a lo vuestro, pero no queréis entender todo el dolor que producís a Mi Sacratísimo Corazón.

Os he enviado a Mi Hijo, Se dio por vosotros, Se dio para que entendierais el error en el que vivís. No agradecéis Su sacrificio, no aprendéis de Sus palabras, no copiáis Sus obras de Amor. Seguís viviendo según vosotros queréis y no como Yo os he mandado, cumpliendo los mandamientos que os di, para que éstos normaran vuestra vida.

Vuestra soberbia es tal que ya no os tratáis como hermanos, ya no vivís para producir amor, ya no hay paz en vuestro corazón; os atemorizáis de todo porque no vivís en la gracia que os da el vivir sin pecado. Los pecados que tenéis oscurecen vuestra mente, no os dejan pensar correctamente y no os acercáis al sacerdote, al ministro que os he dejado para que purifique vuestra alma y viváis en la paz que solamente Yo os puedo dar. Vuestra maldad, vuestra soberbia ha crecido a niveles nunca antes dados y, ¿aun así, queréis que Yo os consienta, que os quite estas tribulaciones que os habéis ganado por vuestra maldad? No, Mis pequeños, vuestra soberbia es tan grande y vuestra necedad malvada que, en lugar de pedir perdón, Me reclamáis y Me blasfemáis porque, ciertamente, reconocéis que os estoy castigando, pero no hay humildad en vuestro corazón para arrepentiros, para pedir perdón por el dolor que me causáis y por el mal que producís a vuestro alrededor.

Os vuelvo a repetir: Esto no se terminará hasta que, con humildad y reconociéndoos pecadores, dobléis rodilla y Me pidáis perdón.

Gracias, Mis pequeños.

————————————

Quinto Misterio. Habla la Santísima Virgen.

Sobre: Viene una purificación tremenda, será arrasada esta generación prácticamente en su totalidad, porque no cumplisteis con lo que se os pidió, no quisisteis crecer en amor, no fuisteis ejemplo de lo que Mi Hijo os dejó, de lo que os enseñó, para que lo tomarais como vida propia y lo dierais a vuestros hermanos.

Hijitos Míos, Mi corazón arde de amor junto con el de Mi Hijo, Jesucristo. Entended, Mis pequeños, que Nuestro Amor sobrepasa vuestro pecado; conocemos vuestras flaquezas, vuestras debilidades, vuestros desamores.

Ciertamente, satanás, con el Pecado Original que cometieron vuestros Primeros Padres, afectó la Creación entera, afectó la santidad en la que Ellos fueron creados y vosotros estáis sufriendo ese pecado del inicio.

Mis pequeños, Nuestro Corazón arde de Amor por vosotros y queremos vuestra salvación eterna. Nuestro sufrimiento, el de Mi Hijo y el Mío, porque Yo Lo acompañaba en todo momento, fue tremendo. Nuestro Amor lo soportó todo por vosotros, pero vosotros no queréis entender, no queréis poner de vuestra parte para aliviar los dolores que día a día nos causáis.

El Padre, Mi Señor y Mi Dios, ha soportado mucho. Su Amor es inmenso, es infinito, pero todo tiene un límite y el límite lo marcó con la donación de Su Hijo, Mi Hijo, Mi Señor y Mi Dios, y con ello esperando que esta humanidad se levantara, bendijera a Mi Padre y Señor Mío, y se volvieran a Él, pero la humanidad se sigue volviendo hacia el mal, la humanidad no quiere entender el daño que le causa a Nuestros Sagrados y Benditos Corazones.

El dolor que Nos causáis es inmenso y en vosotros no veMos arrepentimiento en vuestros corazones. Sois como los niños tercos, necios, mal portados que necesitan ser castigados para entender que vais causando mucho mal y que vuestro comportamiento es malo, es nocivo. Ciertamente la Misericordia de Mi Dios, en Su Santísima Trinidad, ha sido grandísima porque el Amor lo soporta todo pero, como os dije, esto ya ha llegado a un límite y, así como se os concedió misericordia para regresar al buen camino, ahora viene el tiempo de justicia, que ya se os había anunciado y que habíais ya empezado a padecer poco a poco porque, aun en la  justicia de Mi Dios y Señor, había misericordia para que entendierais que cambiarais hacia el bien, pero seguisteis de necios y mal portados escuchando al maligno antes que a Mi Dios y Señor.

Tendréis que padecer lo que vosotros mismos sembrasteis. Preferisteis vivir en un mundo de maldad antes que vivir en el Amor que se os daba y se os enseñaba a través de Mi Hijo, Mi Señor y Mi Dios, y ahora esa maldad se volverá contra vosotros. Los que buscaron el bien serán protegidos, porque ellos escucharon a Mi Dios y Señor, pero aquellos que prefirieron el mal, serán aplastados por Él.

Me duele deciros esto, Mis pequeños, pero viene una purificación tremenda, será arrasada esta generación prácticamente en su totalidad, porque no cumplisteis con lo que se os pidió, no quisisteis crecer en amor, no fuisteis ejemplo de lo que Mi Hijo os dejó, de lo que os enseñó, para que lo tomarais como vida propia y lo dierais a vuestros hermanos. La justicia de Mi Señor y Mi Dios ya está sobre vosotros, los acontecimientos se irán incrementando por aquí y por allá.  Cada país sufrirá de acuerdo a los pecados que se cometieron en cada lugar; cada persona sufrirá en forma diferente que sus hermanos, dependiendo de sus maldades, de sus pecados, de sus errores, y del mucho o poco amor que tengáis en vuestros corazones.

Los que escuchasteis la palabra de Mi Hijo, y la seguisteis, seréis protegidos de los acontecimientos graves, pero también necesitaréis una purificación especial, limitada, porque también tenéis pecados que tienen que ser perdonados y purificados porque de aquí una nueva generación brotará para empezar un nuevo mundo, con una nueva generación, con un amor probado, acrisolado, santificado. Serán dolores fuertes pero necesarios. Mucho se os dio y no quisisteis aprovechar todo esto, generación perversa, generación traidora al Amor de Mi Señor y Mi Dios.

Me duele deciros todo esto, Mis pequeños; a Mí, como Madre, me duele porque una madre ama muchísimo a los hijos, pero sigo las indicaciones que Mi Señor y Mi Dios me da para vosotros. Todavía podéis aminorar los acontecimientos de esta purificación y muchos de vosotros os podréis salvar si, como os dijo Mi Padre y Señor Mío, os arrodilláis y pedís perdón de corazón por vuestros pecados. Nuestro dolor es grande, dolor de haber soportado vuestras maldades, vuestras negligencias, vuestros errores, vuestras blasfemias, vuestros sacrilegios, y también dolor grande de ver a una gran cantidad de almas de este tiempo que se condenarán porque no quisieron vivir en el Verdadero Amor.

Tiempos bellos, tiempos grandiosos, tiempos santísimos vienen como regalo a las almas obedientes, a las almas buenas, a las almas dóciles, a las almas que son como niños obedientes. Agradeced a vuestro Dios y Señor todo esto que está preparando para vosotros, que sí sabéis amar de corazón, que sí os tratáis como hermanos, que sí agradecéis las bendiciones de Mi Dios y Señor.

Acercaos más, todavía más, a la profundidad del Amor Creador de Nuestro Padre y Señor Nuestro. Vivid en Su Amor y podréis soportar fácilmente la purificación que se vendrá. El Amor lo puede todo, el Amor os hará gozar aun en el sufrimiento, porque vuestros padecimientos serán purificadores para vosotros y salvación para otras almas. Os amo, Mis pequeños, me duele el deciros todo esto, pero habéis dañado ya demasiado el Corazón de Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad y el Mío también.

Os amo, Mis pequeños, os amo con todo Mi Corazón.

Gracias, Mis pequeños.