Feb 13_2020 Volveréis a ser hijos del Padre, llenos de Mi Amor, solo necesito vuestro arrepentimiento de corazón, hijos Míos. ¿Querréis, nuevamente, volver a Mí? vosotros decidiréis vuestro destino, Conmigo, el Cielo, con satanás, la perdición eterna.

Rosario vespertinoMensaje ÚNICO

===============================================

Mensaje de Nuestro Jesucristo y  la Santísima Virgen María a J. V.

===============================================

Habla la Santísima Virgen

Dice J.V.: Veo a la Santísima Virgen, está pequeñito el Niñito Jesús, a la izquierda, está el Señor San José y nos dice la Santísima Virgen: a pesar de que está Pequeñito y de pocos meses de edad, dice, Éste es vuestro Salvador, ha venido a rescataros y Él es vuestro Dios, amadLe y respetadle.

Habla Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo

Nos dice Nuestro Señor Jesucristo:

Hijitos Míos, os he repetido muchas veces que vinisteis a servirMe, a completar la Redención con vuestra vida, con vuestra oración, con vuestra donación a Mis Mandatos. Ciertamente, no llevaréis una vida de dolor como la que Yo padecí por vuestra salvación y, cuando os doy algún dolor, alguna pena, es para vuestro bien, es para que paséis menos tiempo en el Purgatorio y es para que ofrezcáis vuestros dolores y vuestras penas y las unáis a las Mías, para la conversión y salvación de las almas. Pero vosotros desperdiciáis mucho tiempo, estáis embebidos en el Mundo y os he dicho que satanás se encarga de ello, él sabe que ya son sus últimos momentos y que vosotros podríais salvar muchas almas, si realmente, tomarais en serio, vuestra misión corredentora y salvadora.

Mucha maldad hay en este Mundo y, desgraciadamente, habéis abierto vuestro corazón a lo que satanás os propone, como tentaciones, como desvíos, para que os intereséis en otras cosas y desperdiciéis vuestro tiempo y no reparéis, no intercedáis, no compartáis vuestros dolores y penas para la salvación de tantas almas que lo necesitan.

Os insisto en todo esto, Mis pequeños, precisamente, porque son los tiempos últimos y seguís desperdiciando vuestro tiempo. Os vuelvo repetir lo que os pedí en la Cruz: “dadMe almas” y, ¿cuántos de vosotros, realmente, atendéis a Mi Llamado?, pocos, muy pocos lo hacéis.

Me di por completo por vosotros, hasta la última Gota de Mi Sangre por la salvación de todas las almas, y el pasar por la Tierra, Mi estancia entre vosotros, todo el tiempo era de Oración, de Ofrecimiento a Mi Padre, por vosotros, y ¿qué hacéis vosotros? Desperdiciáis tanto tiempo.

Si vosotros os dierais cuenta cómo las almas sufren, no solamente las que están en el Purgatorio, las almas que están, en estos momentos, misionando, que están vivas en la Tierra y en el Universo entero, no os dais cuenta, Mis pequeños, cómo satanás os azota, cómo se burla de vosotros. Parecéis animalitos, a los cuales se les golpea y vais, uno tras otro, con la cabeza baja, porque ya no tenéis ese deseo grande de tener Vida en Mí. Parecéis, almas que ya no tienen deseo de lucha, parecéis almas vencidas.

Ciertamente, todos los días estáis luchando contra todo lo que satanás os pone enfrente, pero no le podéis vencer, porque no estáis cerca de Mí, porque no hay oración ni vida espiritual en vosotros, y esto es de todos los días y vais sucumbiendo a sus golpes. Por eso, os repito, parecéis animalitos, como burritos con la cabeza baja, ya cansados, que no podéis hacer nada, porque ya os venció satanás.

Faltan los momentos difíciles y veo, ya, a un pueblo vencido, un Mundo vencido, porque no hay afán de lucha, no hay afán de mejora entre vosotros. Aceptáis lo que el día os da, pero no Me pedís, a Mí, vuestro Dios, que se cambie el rumbo de vuestra existencia y la de los vuestros, que, ciertamente, lo podréis lograr, si hubiera oración, si os acercarais a Mí, porque no fuisteis creados para ser esos animalitos vencidos por la maldad, por el pecado a donde os ha llevado satanás.

Quisiera veros preparados para la lucha, ansiosos de ganar, deseosos de vencer al que os está llevando a vuestra destrucción espiritual. Quiero ver a esos soldados de Cristo venciendo a todos los ángeles caídos. Quiero ver a esos Cristos−que a pesar de que todo estaba en contra de Mi Misión, porque las mismas multitudes que Me alabaran, ahora Me ofendían−Yo seguía adelante para ganar el Reino para vosotros. Estaba lleno de la Vitalidad que Me daba Mi Padre, vuestro Dios, para seguir adelante y cumplir Mi Obra Salvífica, hasta el último momento, orando por vosotros, llamando a Mi Padre para vuestra salvación. Y qué pena Me da, volver Mi Cara hacia este Mundo, hacia las muchedumbres; no veo guerreros, veo gente vencida, no veo almas alegres, sino puras almas tristes, aceptando los castigos a los que os impone satanás.

No os unís en grupos para orar y de ahí obtener la fuerza que necesitáis para vencerlo. Os he dado todo para vencer a satanás, a nuestro enemigo en común, pero seguís queriendo hacer lo vuestro y os apartáis de Mí y no queréis tomar Mis Consejos, Mi Ayuda, porque tanto os habéis apartado, que ya no conocéis cómo os puedo ayudar, porque no repasáis las Sagradas Escrituras, porque no veis en el Libro Sagrado cómo crecer espiritualmente, y de ahí, tomar fuerza para renovaros y para ser quienes verdaderamente sois, hijos de Dios y no esclavos de satanás, como estáis ahora, ya vencidos, sin fuerzas, sin ganas de seguir adelante, tristes abatidos, sin un futuro, porque os sentís, ya, perdedores

Nos dice Dios Padre:

Estoy con vosotros, entendedlo, Mi Hija, Yo, como Padre Dios, os acompaño, también, y Mi Hija, la Siempre Virgen María, que éstos son Sus Tiempos, os está acompañando. Os envío Mi Santo Espíritu continuamente, pero no abrís vuestro corazón para recibirLo.

Mi Hijo Jesucristo, obedeciendo Mis Órdenes, os ha dado todo para una vida feliz, para una vida llena de Bendiciones, aunque los dolores se presenten inevitablemente, éstos deben ser tomados como lo que son: Bendiciones de parte Mía.

Soy vuestro Dios y todo será renovado en Mi Amor, porque no os quiero ver así, vencidos, agobiados por una carga y no buena, sino por una carga que satanás os ha impuesto.

¿Acaso creéis, Mis pequeños, que Me da gusto veros así, abatidos, vencidos, sin afán de lucha, de crecimiento en vida espiritual ni de vida en Amor, por Mí y por vuestros hermanos? Mi Creación, en un Principio, fue Bella, Perfecta, Santa, Gloriosa y ahora veo lo que queda de ésa, Mi Creación, y volteo Mi Cara a otro lado, porque tristeza Me dais.

Ciertamente, os ayudo y os trato de levantar para salvaros; pero vosotros ya no queréis ni voltear hacia Mí, no levantáis vuestra cara para buscarMe, para pedir ayuda de parte Mía y que Yo os socorra y os saque de esa vida que ahora lleváis, que os debería de avergonzar. Y estáis así, porque escogisteis otros dioses a quienes adorar. Me disteis la espalda y veos ahora, ¿acaso esos dioses que escogisteis os han llevado hacia el Bien? Vergüenza os debiera dar el haberMe dado la espalda porque ahora estáis vencidos por aquel a quien preferisteis adorar.

Todavía tenéis vida, todavía os podéis arrepentir, todavía podéis regresar a Mí. Os envío Mi Santo Espíritu, para que reflexionéis, para que os lleve por caminos de Sabiduría, para que cambiéis de vida, para que os deis cuenta que Mi Amor todo lo perdona, siempre y cuando os apartéis del mal que dejasteis entrar en vuestro corazón.

Llenaos, pues, de Mi Amor, obedeced Mis Leyes, amaos los unos a los otros, regresad al buen Libro, repasad la Sabiduría Santa que ahí se encuentra, que así, venceréis a aquél que os ha llevado al estado en el que estáis.

Ahora sois almas vencidas por el mal, pero estáis vivos, todavía, y si os acercáis a Mí, que Soy Fuente de Vida, os puedo levantar y podéis acabar con aquél que os ha llevado a esta vida de fatalidad.

Soy un Dios de Amor, os perdono si, realmente, llegáis a Mí arrepentidos. Os levanto para que volváis a ser Mis hijos, la Herencia es vuestra, pero necesitáis luchar por ella, para que podáis hacerla vuestra, nuevamente. El Cielo es vuestro Hogar, todo puede cambiar para todos vosotros, pero deberéis regresar a Mí, sí, ciertamente, arrepentidos, con vuestra cara cabizbaja, arrepentidos de haberMe dado la espalda, haberMe traicionado, por haberMe, hasta blasfemado pero, si vuestro arrepentimiento es de corazón, seréis perdonados y seréis tomados, nuevamente, como hijos Míos, cambiaré vuestras vestiduras y os pondré el anillo al dedo y, así, venceréis a satanás. Volveréis a ser hijos del Padre, llenos de Mi Amor, solo necesito vuestro arrepentimiento de corazón, hijos Míos. ¿Querréis, nuevamente, volver a Mí? vosotros decidiréis vuestro destino, Conmigo, el Cielo, con satanás, la perdición eterna. Gracias, Mis pequeños.