Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, al venir Yo a la Tierra, os traje los Bienes del Cielo, mucho os repetí: “el Reino de Dios está en vosotros”, esto, anunciándoos Nuestra Presencia en vuestro interior.
¿Cuántas veces no os repetí esto, Mis pequeños?, y os lo sigo repitiendo, Mi Reino está en vosotros, es Mi Presencia real de Nuestra Santísima Trinidad. ¿Cuántas veces no habréis escuchado algo, dentro de vosotros, que os indica un Bien a seguir?, y esto puede ser de diferente índole, de protección, de crecimiento espiritual, el evitar ir por un lado, en donde podríais tener un accidente, etc., son tantas y tantas formas en que Yo Me comunico con vosotros, si hay esa percepción, que debéis tener, y ésta se logra estando en estado de Gracia.
Si vosotros pudierais vivir en estado de Gracia, estaríais viviendo como estaban Adán y Eva en un Principio, antes del Pecado Original. Era una comunicación directa de ellos con Mi Padre, una comunicación de un Padre, de un Creador con Su creatura, de una forma completamente natural. Conociendo Adán y Eva, la Omnipotencia de Nosotros, siendo Dios, había un respeto inmenso, y a la vez, una sencillez de niños.
Estáis en momentos difíciles, de gran confusión, Mis pequeños, y os vuelvo a repetir, el Reino de Dios está en vosotros, y tomad esto como un Consejo, del cual no os debéis separar, porque lo que Yo quiero, al deciros esto, es que entréis en vuestro corazón, que os pongáis, continuamente, y de ser posible, todo el tiempo, en Nuestra Presencia, que vivaMos juntos, y esto, os lo he pedido infinidad de veces, Mis pequeños, porque estáis caminando entre guerra, entre soldados malos, vamos a ponerlo así: entre enemigos, que es el demonio, con todos sus secuaces, tanto o demonios invisibles, como aquellos hermanos vuestros, que se han satanizado ya, que se han vuelto instrumentos de satanás. Entonces, si lo veis así, tenéis enemigos visibles a vuestro alrededor e invisibles, también, que os están acechando continuamente, para que vosotros os desviéis del camino.
Os preguntaréis, entonces, ¿qué es lo que debéis hacer?, y os vuelvo a repetir: El Reino de Dios está dentro de vosotros. Y con esto os quiero pedir la oración profunda, continua, que Me busquéis, para que Me escuchéis, para que no caigáis en todo lo que os pone de tentación satanás a vuestro alrededor, y no solamente tentaciones, sino desvíos. Os pone múltiples opciones a donde os quiere llevar, para que os separéis de Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad; que os separéis de todo aquello que os heMos dado para vuestro crecimiento y protección espiritual; que os separéis de todo lo que es bueno y santo, y que caigáis en todo lo mundano, pecaminoso, aquello que no vale para vuestra salvación y para una vida profunda de oración, que os va a dar la santidad que gozaréis, desde aquí en la Tierra y luego, eternamente, en el Reino de los Cielos.
Al entrar en vuestro corazón, al buscar Mi Reino, que es Mi Sabiduría, que es Mi Presencia, que es Mi Santidad en vosotros, no necesitáis, prácticamente, nada de lo exterior. Me refiero a lo espiritual, que es lo que os va a dar la llave de entrada al Reino de los Cielos.
Si vosotros vivís una vida espiritual profunda, satanás os atacará, ciertamente, pero ya no caeréis fácilmente en sus tentaciones, en sus engaños, en sus maldades, que os están acechando continuamente. Mi Sabiduría, Mi Amor, Mi Protección hacia vosotros, os llevará por caminos seguros y tendréis una Protección Divina sobre vosotros.
Os repito, en estos tiempos, es importantísimo que os estéis manteniendo en esa vida interior. La maldad os rodea, satanás ha tomado el mando de todo el Mundo y os hace la vida fácil, os lleva por el camino ancho, para que vosotros gocéis, os olvidéis de que tenéis un Creador que os ama infinitamente y que está esperando vuestro regreso para llevaros a vuestro Hogar Eterno. Pero no, satanás no quiere que regreséis a vuestro Hogar, él os engaña continuamente y, vosotros, por tomar el camino fácil, el camino de diversión mundana, el camino del error, del pecado, de la mentira, de la confusión, no os preocupáis por entrar a vuestro interior y preguntarMe, en Sabiduría Santa, si lo que estáis haciendo es lo correcto o no. Porque ese es vuestro error, Mis pequeños, en la gran mayoría de vosotros, no recurrir a Mí, a Mi Santísima Trinidad y preguntarNos si lo que os está proponiendo satanás, lo debéis tomar o no. Simplemente, como niños tontos, tomáis lo primero que se os da, porque es fácil y agradable a vuestros sentidos, como fue el engaño de satanás hacia vuestros Primeros Padres, les dio la vida fácil, les mostró algo que les iba a gustar y cayeron.
Satanás, os he dicho antes, que os sigue atacando de la misma forma que atacó a vuestros Primeros Padres, que es el engaño, la promesa de un bien superior del que ya tenéis y el Bien interior que tenéis, que es Mi Presencia. Es un Bien Supremo y satanás nunca os va a dar algo superior a Mí, vuestro Dios, ahí es donde entra el Discernimiento, que Me debéis pedir, también, Discernimiento y Sabiduría, Discernimiento para que os deis cuenta de lo que es bueno y de lo que es malo y Sabiduría, para saber dirigir vuestros pasos por el camino correcto y no caer en la tentación que os propone satanás.
Todo es un caos a vuestro alrededor; ya no podéis confiar, prácticamente, en nadie ni en nada de lo que se os enseña. La misma Iglesia ha entrado en confusión; los gobiernos os atacan; vuestros hermanos, a vuestro alrededor, no confían en lo que les decís con respecto a la confusión que existe, cada quien está tomando su partido y su forma de pensar. Pero, lo correcto, está en vuestro interior, Mi Reino es Mi Sabiduría, que es lo que está en las Sagradas Escrituras, que es lo que Yo os vine a Enseñar, es por lo que morí por vosotros, para daros vida, para llevaros por el buen camino, para que pudierais discernir de lo que es bueno y lo que es malo y, con Sabiduría Santa, caminarais seguros, a pesar de las acechanzas de satanás en todo momento de vuestra existencia, hacia vuestro Bien final, que es el Reino de los Cielos.
Manteneos, pues, en esa vida profunda de oración, Mis pequeños, Yo os guiaré, vendrán momentos en que será tanta la confusión, que es cuando veréis que necesitaréis, fuertemente, esa vida de oración profunda, para que llevéis vuestra alma por el camino correcto.
No confiéis en aquello que se os da fácilmente, recordad que Yo tomé una Cruz, una Cruz muy pesada por vuestra salvación, éstos son tiempos en que, ahora, toméis vosotros vuestra cruz para salvar vuestra alma y salvar el alma de muchos de vuestros hermanos que necesitarán de vuestra intercesión.
Orad, orad incesantemente, continuamente, y con una seguridad total, de saber que se os está escuchando, que se os está cuidando y que se os está dando la orientación correcta, para que vayáis por el camino de salvación. El Reino de Dios está en vosotros, en vuestro interior.
Gracias, Mis pequeños.