Feb 06_2020 Cada vez se van a ir poniendo más difíciles las cosas para todos vosotros. La Luz que os dé Mi Sabiduría iluminará vuestro camino, iluminará vuestra misión y os llevará por caminos seguros, para que la cumpláis de la mejor forma.

Rosario vespertino – MENSAJE ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, Me duele deciros esto, pero, un signo que os marca a una gran mayoría de vosotros, en toda la humanidad, en estos tiempos, es la soberbia. Os creéis grandes, os creéis que no necesitáis de nadie, porque sois autosuficientes o, al menos, os sentís así. La tecnología, los bienes de este Mundo, vuestras capacidades intelectuales y muchas otras cosas, os hacen creer esto, Mis pequeños, y no sois nada.

No os estáis comparando con Alguien que, realmente, es muy superior a vosotros. Algún Santo, cualquiera de ellos, que bajara del Cielo a veros en estos momentos, podría decirse que se burlaría de vosotros, por creeros así, porque, si vosotros, realmente, os compararais con los Santos del Cielo, ellos, que son menos que Yo, pero que alcanzaron la Santidad para estar en el Reino de los Cielos, al darse cuenta de vuestra pobreza en Humildad, ciertamente, no lo harían, no se burlarían de vosotros, más bien, les daríais pena, porque no sois nada; entendedlo, Mis pequeños.

La Humildad es esencial para que vosotros recibáis Mis Bendiciones, para que crezcáis, verdaderamente, en Sabiduría espiritual, tontamente os sintáis grandes, porque conocéis la tecnología humana o porque tenéis los bienes con los que podéis comprar lo que queráis, y con eso, os sentís grandes. ¡Qué mal estáis, Mis pequeños! Con eso, que vosotros creéis que es valioso, para que os sintáis superiores a vuestros demás hermanos, os puede llevar a la condenación eterna. ¿De qué os sirven vuestras posesiones, vuestro intelecto humano y todo aquello que os hace creer que sois superiores, es más, que ni siquiera Me necesitéis a Mí, vuestro Dios? Ahí es donde, primeramente, vosotros denotáis que no tenéis Sabiduría, precisamente, al hacerMe a un lado.

Cuando sois pequeños y vais creciendo y os vais dando cuenta de que existe gente mayor a vuestro alrededor, que tiene una sabiduría, y unas capacidades intelectuales humanas, superiores a vosotros, hasta los queréis como vuestros guías, los queréis como maestros, quisierais ser como ellos.

Algunos de vosotros, ciertamente, sí incrementáis vuestros estudios y llegáis a tener títulos altos, pero son humanos y éstos de nada os van a servir para ganar el Reino de los Cielos, si no los utilizáis con Sabiduría. Vuestras capacidades intelectuales, por sí solas, no os llevan a ganar el Reino de los Cielos, si con Sabiduría no utilizáis ese conocimiento, para, primeramente, agradecerMe el que Yo os haya permitido tener ese conocimiento, y segundo, que lo compartáis, y ahí es donde entran las Virtudes.

La Sabiduría, ciertamente, os va a llevar a vivir en la Virtud y al ser vosotros virtuosos, ahí sí, Mis pequeños, estáis empezando a ganar el Cielo. Eso es lo que debéis buscar, Mis pequeños, y ¿cómo lo debéis pedir?, precisamente con el Don del Discernimiento, que éste os va a llevar a la Sabiduría y con la Sabiduría, empezaréis a pedir el crecimiento espiritual que necesitáis para llegar a ser perfectos, o sea, llegar a la santidad de vida que vosotros debéis buscar para ganar el Reino de los Cielos.

Esto os lo repito mucho, Mis pequeños, porque como os he dicho, estáis viviendo, actualmente, en soberbia, estáis viviendo una obscuridad espiritual atroz, satanás ha tomado todo el poder, como ya os he dicho, de vuestro Mundo y del Universo entero, y si no buscáis, mediante el Discernimiento Santo, encontrar la Luz, Mi Luz de Sabiduría, sucumbiréis, fácilmente, a las tentaciones de satanás, que os seguirán llevando a la soberbia.

Mis pequeños, os he dicho que mucha mentira os rodea, y si no tenéis el Discernimiento Santo, fácilmente caéis en las tentaciones de satanás.

Os vuelvo a repetir esto, Mis pequeños, porque cada vez se van a ir poniendo más difíciles las cosas para todos vosotros. La Luz que os dé Mi Sabiduría iluminará vuestro camino, iluminará vuestra misión y os llevará por caminos seguros, para que la cumpláis de la mejor forma.

Satanás es muy sutil y sabe por dónde tentaros; sois muchos y, por soberbia, muchos de vosotros queréis sobresalir, ser alguien en este mundo, cuando debierais ser alguien en el Reino de los Cielos. ¿Os dais cuenta cómo estáis tan equivocados? Estáis buscando caminos imperfectos, caminos de mentira, de soberbia, de error.

PedidMe que os envíe Mi Santo Espíritu, para que descienda sobre vosotros y os muestre el camino que debéis seguir, un camino seguro que os guiará, primeramente, a hacer el bien en la Tierra y posteriormente, os llevará hasta Mi Reino.

Os Bendigo, Mis pequeños, Bendigo a los vuestros, conozco vuestro corazón, conozco vuestras intenciones, pero, también, veo en vosotros la tristeza al ver a los vuestros que no van por ese camino alumbrado por Mi Sabiduría y por Mi Amor.

PedidMe por ellos, Mis pequeños, os he prometido que os cuidaré y los cuidaré para su salvación eterna, pero que sus oraciones sean universales. Hay muchas almas, infinidad de almas que necesitan de un alma que ore por ellas.

PedidMe, también, esa Gracia, Mis pequeños, de que vuestra oración llegue a todos los confines del Universo, para salvar almas, para que Me deis esa alegría a Mí, vuestro Dios. Os he escogido para esta misión para que salvéis almas, para que llevéis Mi Palabra y Mi Amor a vuestros hermanos, para que os dejéis guiar por Mí, vuestro Dios, para que Me deis vuestra voluntad y que sea Yo el que os guíe, que sea Yo el que os lleve por los caminos correctos y no lo que vosotros creéis que es lo correcto.

DejadMe, pues, que Yo guíe vuestra vida, y vosotros, a la vez, guiaréis la de los vuestros y la de todos aquellos por los que oraréis.

Gracias, Mis pequeños.