Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre Dios. Ha habido, a lo largo de la historia de la humanidad, momentos difíciles para el hombre, y lo digo así, difíciles para el hombre, porque satanás os ha atacado muy fuertemente y os ataca en la Fe, en la Fe hacia Mí. Por eso, cuando Yo os di los Mandamientos, fui muy claro al daros el Primer Mandamiento: AmarMe a Mí, por sobre todas las cosas, y lo amplío: por sobre cualquier persona, por sobre cualquier ídolo que cada uno se pueda formar en su vida diaria.
¿Quién Soy Yo para vosotros? Os falta, todavía, adentraros a este misterio que, realmente, no es rebuscado: Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, Soy vuestro Padre, y si de Mí recibís todo lo que sois y lo que tenéis, ¿por qué no Me dais Mi Lugar? ¿Acaso hay alguien a vuestro alrededor o algo o alguna cosa, algún animal, al que vosotros pongáis antes que a Mí, que os haya dado u os hayan dado lo que Yo os doy? No hay nadie, Mis pequeños, no hay nadie, porque todos vosotros sois Mi Creación.
Un ser creado no puede ser mejor que Yo, porque cualquiera de vosotros o cualquier cosa creada, está bajo Mi Mando o bajo Mi Protección y vosotros tenéis obligaciones para Conmigo, vuestro Dios.
Siento feo el deciros que tenéis obligaciones, porque cuando se ama de corazón, la obligación no existe. Es amor, es agradecimiento hacia aquél que os ama y si vosotros entendierais esto, perfectamente, vuestra vida sería diferente de como la vivís, de cómo os relacionáis los unos con los otros y cómo os debierais relacionar Conmigo, vuestro Dios. Tantas veces os he dicho que soMos familia y que os debéis comportar en esa forma.
Yo os creé para que compartierais Mi Amor, no os creé para que sufrierais, como ahora sufrís, no os creé para que vosotros os produjerais, primeramente, problemas a vosotros mismos, a vuestra familia, a la sociedad o en las naciones, eso no es amor.
Yo Soy el Amor y no hay ningún otro tipo de amor que sea superior a Mí. Yo Soy el Verdadero Amor, por eso, os di, en los Mandamientos, ese Primer Mandamiento, que debéis respetar. Ya no os lo pido como obligación, sino como amor y respeto, porque cuando alguien ama a otra persona, de corazón, no amáis por obligación, sino con respeto. Al amarMe, debierais compartir ese amor que se ha creado dentro de vuestro corazón, y agradecérMelo, y eso es lo que no recibo de vosotros, porque no hay verdadero amor en la gran mayoría de vosotros.
Soy vuestro Dios y satanás se ha encargado de iros apartando de Mí; él sabe lo que significa amarMe y amarMe de corazón, desde lo más profundo de vuestro ser.
Las almas que Me aman, verdaderamente, son almas consentidas, son almas que reciben de Mí, abundantemente Mis Bendiciones, ellas Me aman y Yo las amo en una forma muy, muy especial, y más en estos tiempos, en donde satanás os está atacando en mil formas, con tal de que vosotros os apartéis de Mí. ¡Ay!, de aquellos que os hablan de imponeros otro tipo de adoración, tomando personas o cosas a vuestro alrededor y ponerlas antes que a Mí, vuestro Dios, os puedo decir que todas esas personas serán arrasadas de la Tierra. Yo no puedo consentir a alguien que está en contra Mía y enseñe eso.
Podéis ver en el Antiguo Testamento, cómo, Yo, siendo un Dios Celoso, arrasaba a pueblos que idolatraban o que atacaban al Amor, a Mi Amor. Recordaréis cómo, Yo Me Manifesté al pueblo judío y lo fui llevando y protegiendo por mucho tiempo, pero aún ellos, que eran escogidos, llegaron a traicionarMe, y ¿qué pasó?, lo recordaréis, Me aparté de ellos.
Aquí no hay de que si estáis o no estáis Conmigo; si estáis Conmigo, recibís Mis Bendiciones, si no estáis Conmigo, Me aparto y satanás acaba, prácticamente, con vosotros, porque al inculcaros su mal, lo que es malo no subsiste. Ha sido el caminar del hombre desde que fue concebido: o estáis Conmigo o estáis contra Mí y se van manteniendo los que están Conmigo y voy eliminando a aquellos que no quieren estar Conmigo.
Sí, Soy un Dios Celoso, pero, también, Misericordioso y Bondadoso como no os lo podéis imaginar. Os amo demasiado, Mis pequeños, cuando estáis Conmigo, pero cuando no estáis Conmigo y, es más, cuando Me atacáis, Yo no os puedo consentir, porque no hay Amor en vuestro corazón. Yo os creé para el Amor y Yo no puedo tener, en Mi Corazón ni en el Reino de los Cielos, a aquellos que no Me aman, que no Me buscan, que no Me quieren, que no Me agradecen. Es como si vosotros dejarais entrar en vuestro hogar, a alguien indeseable, a alguien que os va a causar problemas y, quizá, hasta la muerte de alguno de los vuestros.
Voy protegiendo, a lo largo de la historia, a aquellos que, realmente, quieren estar Conmigo y no solamente ahorita, sino eternamente; continuamente os voy protegiendo de los ataques de satanás. Si vosotros orarais de corazón, si vosotros os unierais, perfectamente, a Mi Santísima Trinidad, si vosotros, realmente, buscarais el tener, compartir y aumentar el Amor entre los hombres, otro mundo tendríais, pero habéis preferido escuchar a satanás, seguirle y anteponer a Mi Persona ídolos, ideas, que os apartan de Mí. Yo no puedo permitir esto, satanás sabe, perfectamente, que cuando algún pueblo o algún grupo se aparta de Mí, Me ataca y prefieren adorar a otros dioses, son eliminados. Y por eso, ahora, en estos tiempos, en donde satanás os está atacando fuertemente y os quiere llevar nuevamente a eso, a ser como un Sodoma y Gomorra, y desgraciadamente lo ha logrado en gran parte, quiere que os destruya.
Por eso, Me voy manifestando alrededor del Mundo, a través de Mis videntes y profetas, para ir tocando vuestros corazones, para que entendáis cuáles son los planes de satanás y pronto reaccionéis.
Entended, Mis pequeños, que el Amor no se obliga, el Amor se agradece, y eso es lo que quiero de vosotros, que entendáis cuánto os amo, que entendáis que, lo que tenéis, no ha venido de casualidad ni de suerte, es Mi Amor, es Mi Providencia la que os ha ido protegiendo, guiando y llevándoos por buen camino.
Entrad en vuestro corazón y dejad que Mi Santo Espíritu os haga entender esta Verdad tan grande, que es Mi Amor sobre vosotros.
¡Ay! de aquellos que se han vuelto instrumentos de satanás y os están llevando a la idolatría, a la separación de Mi Amor, a la separación de Mi Persona, que os apartan, totalmente, de las Verdades que se os han enseñado para que alcancéis vuestra santificación y con ello alcancéis la entrada al Reino de los Cielos.
Si no lográis entender o no queréis entender, seguiréis la misma suerte que, en la historia, ha sucedido con los que se han puesto en Mi contra. Ciertamente, Soy un Dios Justo y Bueno, pero, también, tengo que acabar con todo aquello y con todos aquellos que se opongan a Mis Leyes y a Mi Amor.
Al Cielo, solamente entran los que han permitido que, en ellos, Mi Amor se enraíce, viva, se goce y se agradezca. Aquellos que se han vuelto instrumentos de satanás, no tienen cabida en Mi Corazón ni en Mi Reino.
Entendedlo bien, Mis pequeños, si no, seréis arrasados, como en tiempos pasados ha sucedido, con aquellos que se han vuelto instrumentos de satanás.
Gracias, Mis pequeños.