Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, recordaréis, en la época de Mi Hijo Francisco de Asís, la Iglesia cayendo, la maldad a su alrededor y, en estos tiempos, estáis padeciendo, prácticamente, lo mismo; por lo que ahora, os quiero pedir a vosotros, los que estáis Conmigo, los que Me amáis, lo que le pedí a Francisco de Asís: “restaura Mi Iglesia”.
Ciertamente, Mi Iglesia prevalecerá hasta el fin del Mundo, pero vosotros y otros hermanos vuestros, tiempo atrás, la han descuidado mucho. ¿Acaso no os dais cuenta, Mis pequeños, que es lo más valioso que tenéis sobre la Tierra? Es Mi Presencia Sacramental, ¡estoy Vivo entre vosotros! Así como lo estuve en aquél tiempo, cuando caminé sobre la Tierra, ahora, estoy, también, y sigo estando, desde aquél tiempo, si no en Mi forma física, sí en Mi forma Divina. ¡Estoy con vosotros!, y Me podéis comer y beber y no os dais cuenta de esa Gracia tan grande, de que Yo pueda entrar a vuestro ser y transformarlo, si así Me lo pedís y Me tenéis esa confianza, para que Yo, vuestro Dios, os vaya fecundando en la Fe.
Bien sabéis, que tenéis la obligación, todos vosotros, de llegar a la perfección espiritual, para que alcancéis vuestra santidad y, de esta forma, podáis entrar, sin problemas, al Reino de los Cielos, pero os preguntaréis, ¿qué implica todo esto? solo vuestra donación, el aceptar Mi Voluntad en vuestra vida, y ¿qué es aceptar Mi Voluntad en vuestra vida?, os preguntaréis. Primeramente, debéis estar atentos a vivir en estado de Gracia y, de esta forma, pueda Yo moverMe en vosotros y moveros a vosotros hacia la perfección espiritual.
Cuando Yo entro en un alma, que Me deja actuar libremente en ella, la voy a llevar por caminos seguros, pero, también, va a tener momentos difíciles, como los tuve Yo en la Tierra, porque al actuar en perfección, estaréis actuando como Yo actuaba en aquellos tiempos, y el actuar en perfección, es mover a las almas, también, hacia su santidad de vida y, sobre todo, ir luchando contra las fuerzas satánicas que os rodean, y esta es la parte difícil en la cual sufrís, los que os dejáis mover por Mí, porque estaréis luchando, muy fuertemente, contra esas fuerzas espirituales satánicas que os rodean. Ya os he dicho, que en estos momentos, esa guerra espiritual, se ha acrecentado.
Siempre la ha tenido la Iglesia y los que están en ella, porque satanás no quiere que vosotros regreséis al Reino de los Cielos, pero más en estos tiempos, en que ya se le va a terminar su tiempo para tentar a la humanidad. Está desesperado, quiere causar muchos estragos en Mi Iglesia y, por eso, estáis viendo cómo ésta se va debilitando, cómo va cayendo, cómo, su dirigente, que se ha puesto de parte del mismo satanás, está tratando de llevaros a la confusión y al pecado, os llevará a un relajamiento espiritual que, de hecho, ya lo tenéis. Recordad, que aquél o aquellos que os lleven por caminos contrarios a lo que Yo os enseñé, lo que tenéis de las Sagradas Escrituras y en los Mandamientos, no vienen de Mí, y a eso os están llevando éstos dirigentes, porque le han hecho caso a satanás.
Os he dicho que la maldad os rodea, la lucha espiritual es tremenda, los poderes espirituales, tanto buenos como malos, están en pugna, y vosotros, Mis pequeños, sois débiles y os tenéis que acercar a aquellos que tienen el poder de luchar contra las fuerzas del mal; y en esto Me estoy refiriendo, específicamente, a Mi Madre, la Siempre Virgen María, que son Sus tiempos de la gran lucha de la Mujer contra la serpiente. Tenéis, también, a quien venció, ya, una vez, a satanás, San Miguel Arcángel, con grandes poderes que aplastarán, ciertamente, el poder de satanás. Debéis regresar a esas oraciones fuertes, poderosas, que se os han dado, para vencer a satanás.
El Papa León XIII vio esa lucha y esa maldad a donde os quiere llevar satanás, y por eso, os dio la oración a San Miguel Arcángel, a la cual, debéis vosotros regresar, porque, mañosamente, la quitaron y debéis regresar a ella. Satanás ha venido menguando la espiritualidad en los fieles y, sobre todo, la protección que vosotros podéis adquirir, acompañándoos con los seres celestiales. Los tenéis a vuestro alcance, pero debéis pedir, con humildad, que os acompañen, que estén con vosotros. Miríadas y miríadas de Ángeles, Arcángeles, Tronos, Potestades, Dominaciones, etc., se están preparando, nuevamente, para esa gran lucha que, como antes del Principio del Tiempo, se libró en los Cielos.
Preparaos, Mis pequeños, porque algo tremendo tendréis todavía. Estáis empezando los dolores del parto de esta purificación que os llevará a la eliminación de una gran cantidad de almas y no os estáis preparando, no os estáis dando cuenta de los acontecimientos, reales que ya se están produciendo a nivel espiritual, seguís viviendo en el Mundo y para el Mundo.
Orad mucho por aquellos que no se dan cuenta, que no buscan, que no están Conmigo, porque a ellos les caerán de sorpresa, los grandes desastres, y, sobre todo, los ataques de satanás en la espiritualidad de vosotros.
Haced oración más profunda, más íntima, y Yo la haré más poderosa, para que podáis salvar vuestra alma y la de los vuestros. Mis pequeños, os vuelvo a repetir, no os estáis dando cuenta real, del desastre tan grande que se os avecina, vuestra alma corre mucho peligro. Lo material, no os debe importar, así como Yo os doy, os lo quito, y os lo vuelvo a dar. Vuestra alma Me preocupa mucho, orad, orad, manteneos en grupos, manteneos con el Cielo, ellos os están viendo, (Dice J.V: yo estaba viendo a las almas del Cielo cómo nos estaban mirando) como ahora, en este momento os están viendo, os están cuidando, os protegen contra todo mal, porque ellos, ya fueron almas que misionaron y lograron ganarse el Cielo.
Sed ejemplo para vuestros hermanos, y aún en los momentos de prueba, que no entre en vosotros el miedo, menos el pánico. Manteneos firmes, sencillos, confiados en Mi Voluntad, que Yo os protegeré y, así, seréis guía de muchos de vuestros hermanos.
Ciertamente, los tiempos son difíciles pero, Mi Poder y Mi Amor, son mucho más fuertes que la maldad que pueda desatar satanás sobre vosotros. Confiad, confiad en Mí, vuestro Salvador, os volveré a proteger, os cuidaré, ya os he salvado, primeramente, con Mi Donación en la Cruz y os sigo protegiendo, no os separéis de Mí, no dudéis en ningún momento, Mi Gracia, siempre estará sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.