Oct 03_19 Soy vuestro Hermano y quiero que seáis justos, verídicos, amorosos, amables con vuestros hermanos, especialmente, en estos tiempos que se os avecinan.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, la vida en la Gracia os va a asegurar que vosotros actuéis en la Verdad. Ciertamente, podéis juzgar cuando estáis viviendo en Gracia, porque vais a juzgar según las Palabras que tenéis escritas en los Evangelios, juzgaréis con rectitud cuando estéis apegados a las Palabras que Yo, anteriormente, os he dado y que, con ellas, os enseño a vivir como Yo viví entre vosotros.

Estáis viviendo en la Tierra, estáis viviendo entre vuestros hermanos que tienen infinidad de formas de pensar, pero una sola cosa es lo que importa entre vosotros, que es la Verdad y, la Verdad, solamente, puede venir de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad.

Cuando encontréis la Verdad, os daréis cuenta de vuestros errores pasados, cuando no actuabais en Gracia, cuando no actuabais como verdaderos hermanos, como Soy Yo con vosotros.

Soy vuestro Hermano y quiero que seáis justos, verídicos, amorosos, amables con vuestros hermanos, especialmente, en estos tiempos que se os avecinan.

Mis pequeños, quiero que reflexionéis por unos momentos estos acontecimientos que estáis viviendo, no son nuevos en la historia de la cristiandad. Desde que Yo fundé la Iglesia, satanás ha estado tratando de destruirla, y no lo ha logrado.

Sabéis que ha habido algunos malos jefes de la Iglesia, otros buenos y algunos excelentes y la Iglesia sigue adelante. Recordad, que cuando os hablo de Iglesia, os estoy hablando no sólo de los que son ministros, sino, también, de vosotros, en su gran mayoría, que sois los fieles, los seguidores de Mis Palabras, de Mis Enseñanzas, de Mi Amor.

Nadie puede posesionarse de lo que no es de él. Mis Enseñanzas las di para todos, para todos aquellos que tuvieran ese deseo grande de seguirMe, de servirMe, de protegerMe y de amarMe; aquél o aquellos que no sigan estos puntos, no están Conmigo, no Me aman, no protegen el gran tesoro que os he dado en Enseñanzas. Tened cuidado con ellos, orad por ellos, porque están cavando su propia fosa.

Ahora es cuando debéis tener más Caridad, pero con aquellos que están viviendo en el mal. Se os ha enseñado a reflexionar, se os ha enseñado a ver el mal en vuestros hermanos, pero, también, os he enseñado que tratéis de salvarlos a como dé lugar, porque son vuestros hermanos, son Mis hermanos, son, también, creación de Mi Padre, como vosotros mismos lo sois. Todos tenéis derecho a regresar al Reino de los Cielos, pero, ciertamente, el hombre es el que decide si desea salvarse o si quiere mantenerse en el error y en el pecado.

Salisteis del Cielo y tenéis vuestro lugar ahí, si, reamente os lo ganáis con ese deseo grande de servirMe, al vivir y transmitir las Enseñanzas, las Verdades y el Amor que se os dan.

Mis pequeños, estos momentos difíciles, y no tanto para vosotros, que habéis sido avisados de años atrás, serán difíciles para los que no han querido seguirMe, los que han tenido una vida mediocre, espiritualmente hablando, para aquellos que son tibios, para aquellos que no Me invitaron a vivir con ellos en su vida. Los premios se ganan con esfuerzo, con dedicación, con un deseo grande de ganar ese premio final, ese premio ofrecido. Pero, si sois mediocres y no deseáis ganar esas riquezas que se os han prometido, es el hombre el que falla, no es vuestro Dios el que os condena.

Seguid, pues, luchando, Mis pequeños, en lo que se os ha pedido. Sabéis, perfectamente, vosotros, los que habéis sido enseñados, los que habéis sido escogidos de años atrás, lo que se viene. La Purificación va a ser benéfica para aquellos que desean la perfección, pero, también, va a ser dolorosa para aquellos que no han buscado ese futuro bello que se os ha prometido, porque no creyeron, porque no meditaron todo lo que se os dio, porque no buscaron la Verdad, la vida en la Gracia y el Amor que, desde aquí, debe empezar a crecer para llegar a una sublimación en el Reino de los Cielos.

Los que habéis creído, los que Me habéis buscado, los que protegéis Mi Amor en la Tierra, porque lo vivís y lo transmitís, seguid adelante, seréis protegidos, sois esas columnas en las que Me apoyo para que se mantenga lo que es Mío, lo que viene del Cielo, y que se debe mantener en la Tierra.

Os amo, Mis pequeños, recordad que sois muy importantes para el Cielo.

Gracias, Mis pequeños.