Oct 01_19 Entended Mi sufrimiento, entended el por qué se alarga el tiempo, y es porque quiero salvaros, quiero salvar a la mayor cantidad de almas, necesito de vuestra oración para la conversión de la mayor cantidad de almas que se pueda.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Dice J.V.: Veo a Nuestro Señor en la Cruz, está suspendido en el espacio, sufriente y Él, ve hacia abajo, hacia la Tierra, y dice:

Hijitos Míos, Me tenéis todavía aquí en la Cruz, sufriendo por vosotros, sufriendo por vuestra salvación, sufriendo por vuestra Redención, por la purificación de vuestros pecados. Me he dado plenamente por vosotros, pero no respondéis.

Estáis viviendo ataques muy fuertes de satanás, alrededor de la Tierra y no hay suficiente oración de parte vuestra, para contrarrestar toda esta maldad, y Yo, sigo aquí, sufriendo por vosotros.

Ciertamente, lo hago por Amor, porque Mi Padre Me lo pidió, pero, cómo quisiera, ya, estar ante vosotros Glorioso, gozando del Cielo, también vuestro Hogar, Mis pequeños.

¿Qué, acaso, gozáis con lo que estáis viviendo a vuestro alrededor? Quiero que meditéis esta pregunta, porque parece que no os importa, a vosotros, vivir como estáis viviendo.

Estáis viviendo en la maldad, estáis viviendo en la impureza, estáis viviendo fuertemente los ataques de satanás, y cada uno de vosotros, en diferente grado. Se os ataca en vuestro hogar, se os ataca en las calles, en el trabajo, tenéis ataques por todos lados, y vosotros mismos, también, atacáis a vuestros hermanos, porque no coinciden con vuestra forma de pensar. Cada quien se ha hecho su propia religión, su propia forma de pensar y, en vuestra soberbia, os creéis, cada uno de vosotros, que estáis en lo perfecto, y que, además, tenéis el derecho de atacar a vuestros hermanos si no creen, en lo que vosotros creéis. Y, así, veis asesinatos por todos lados, creyendo que están haciendo el bien, porque no le creen al que los asesina.

Ya alguna vez, os dije que estáis rodeados de pura mentira. Satanás ha diseminado sus errores por todos lados, os creéis esos errores y no vais a la Fuente de la Verdad, que son las Sagradas Escrituras. Tenéis ahí, el Libro Bendito entre vosotros, tenéis ahí las Enseñanzas que se os han dado del Cielo, para que podáis convivir como los Ángeles, como las almas, que viven ya, en el Reino de los Cielos, pero no vais a esa fuente de salvación.

¿Qué queréis, pues, Mis pequeños?, ciertamente, escucho de la Tierra muchas peticiones, cambios, pero no hay suficiente oración. Ya, también, os dije alguna vez, que todo esto terminaría hasta que os arrodillarais todos y Me pidierais perdón, cosa, que, vosotros mismos, veis prácticamente imposible, porque no todos creen en Mí, no todos Me buscan y muchos Me atacan, quieren el bien, pero cada quien tiene una percepción del bien, muy diferente de la que tengo Yo, vuestro Dios, hacia vosotros. No estáis actuando como Yo os enseñé, el cómo debéis vivir según Nuestros Designios Divinos.

Realmente, como estáis ahora, si en este momento murierais, pocos, muy pocos, podrían salvarse. Me llamáis los que estáis Conmigo, Me pedís que venga, ya, el cambio y, ciertamente, escucho vuestras plegarias y vuestras oraciones pero, todavía, espero conversión de tantas almas que están desorientadas, que el mal las ha infiltrado, que el mal las ha poseído. Son multitudes las almas que se perderían en este momento; y debéis entender, Mis pequeños, que Yo, en Mi Santísima Trinidad, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Salvador, Soy vuestro Guía, para la perfección de vuestra alma. Entended Mi sufrimiento, entended el por qué se alarga el tiempo, y es porque quiero salvaros, quiero salvar a la mayor cantidad de almas, necesito de vuestra oración para la conversión de la mayor cantidad de almas que se pueda. VedMe, estoy aquí en la Cruz, sufriendo, y sufriendo por vosotros mismos, porque pecáis todos vosotros, en mayor o en menor grado, pero pecáis todos. Arrodillaos, Mis pequeños y pedidMe perdón por vuestros propios pecados y por los de los vuestros, es mucha la maldad la que llega hacia Mí, ved, ved Mi Cuerpo cómo está, todo lleno de Sangre. Ciertamente, los latigazos Me hicieron mucho daño, pero, vuestros pecados Me hacen más daño.

Tenéis que daros cuenta, Mis pequeños, que si queréis una mejora en vuestro Mundo, tenéis que cambiar cada uno de vosotros, volver a Mí, buscándoMe para que perdone vuestros pecados, para que aumente vuestra espiritualidad, para que volváis a ser Mis hijos, Mis hermanos. Debéis buscar el Amor que heMos derramado y que os seguiMos derramando en Nuestra Santísima Trinidad, todos los días.

En los Sacramentos estáis viviendo, nuevamente, Mi Pasión por vosotros, Mi Amor por vuestra salvación y Mis deseos grandes de que volváis a Mí.

Entrad a vuestro corazón, arrepentíos ante Mi Presencia, y Yo llegaré a vosotros. Os levantaré, os abrazaré, os bendeciré, perdonaré vuestras faltas y os daré fuerza espiritual, suficiente, para que podáis vencer toda esa maldad que se acerque a vosotros, tratando de destruiros, nuevamente.

Pedid esto, también, para vuestros hermanos, pedid que haya humildad en sus acciones, en sus pensamientos, que se den cuenta, todos ellos, que sin Mí, no os podréis salvar.

Venid, pues, todos vosotros, todos los que queréis ese cambio verdadero, en vuestra vida, en vuestra persona y en la persona de vuestros hermanos, vuestra oración es importantísima en estos tiempos, la maldad está en muchos personajes de vuestro mundo.

Ciertamente, podéis nombrar a personas, hermanos vuestros, que ya se han dejado vencer, totalmente, por satanás, pero, atrás del nombre de vuestros hermanos, está realmente, el de satanás, que los está poseyendo. Se os ha dicho que la guerra es espiritual y, la guerra, no es contra esos hermanos vuestros, es contra satanás que los está poseyendo. La oración, la penitencia, los ayunos, las buenas obras, el ser otros Cristos en estos tiempos, es lo que va a vencer al satanás que tiene a cada uno de vuestros hermanos en su interior y que, ciertamente, vosotros veis sus obras malas, pero es satanás el que se las está indicando, él es el que está poseyendo y destruyendo a vuestro mundo, a vuestra espiritualidad, al Amor que os heMos dejado en Nuestra Santísima Trinidad.

Entended, pues, Mis pequeños, nuevamente, os repito, la lucha es espiritual, es contra satanás y solamente lo podréis vencer con el Amor, con Mi Amor y de todas las formas en que, Mi Amor, como os enseñé, lo puede vencer.

Gracias, Mis pequeños.